
Secciones
Servicios
Destacamos
El «abandono continuado» por parte del Ayuntamiento capitalino hacia «el pueblo de Tamaraceite» es el germen de la asociación vecinal Tamaraceite Avanza, constituida el pasado marzo.
«La expansión solo se centra en la zona comercial», denuncia Desireé Santana, su presidenta, en la plaza Ceferino Hernández, uno de los ejemplos que pone de una falta de atención municipal que ha impulsado un proyecto al que se suman Vanesa Rodríguez, vicepresidenta; Máximo González, secretario; Isabel Benítez, tesorera; o Bosco Bolaños, vocal.
Promover la participación ciudadana, fomentar el sentido de pertenencia y trabajar para mejorar la calidad de vida de quienes habitan esta zona es la prioridad de una organización que quiere rescatar un activismo vecinal que dicen se había debilitado y reivindicar soluciones a las carencias en «limpieza, seguridad o parques y jardines».
Además, demandan que su voz se tenga en cuenta a la hora de acometer actuaciones que van a repercutir en su realidad diaria. Algo que certifican que no se ha contemplado con anterioridad.
Desireé Santana pone como ejemplo el Plan Especial del casco histórico del pueblo, «el API-08, un proyecto que se quiere cargar media Montañeta». Dice que después de muchas reuniones lograron parar el derribo de las casas. Pero saben que se trata de una victoria pírrica. «Lo que necesitamos es otro plan», plantea.
«Este es un plan de hace más de 30 años que incluía el derribo de más de 60 casas, algunas con más de 80 años de antigüedad, para abrir más carreteras», apostilla Máximo González.
También aluden al «corte de la carretera del cruce de San Lorenzo, que fue de un día para otro», como otra actuación que hizo que algunos residentes se movilizaran y se sumaran a una plataforma ciudadana que ha derivado en esta organización vecinal.
Explican además que pese a que expusieron al anterior edil de Urbanismo, en las Juntas de Distrito, su rechazo a intervenciones como la nueva carretera que conecta con la avenida 8 de Marzo, «que no sirve para nada», no se atendieron sus quejas.
«Esto es periferia, solo les interesa la ciudad baja», señala Máximo González sin ocultar el cansancio que siente esta parte del municipio por la desidia de las autoridades, a las que señalan por la desaparición de parte de su patrimonio arquitectónico, edificios con fachadas hermosas «que ahora son solares ante la inacción del Ayuntamiento».
Estos representantes vecinales también critican el papel secundario al que se ha relegado a la Carretera General con la reordenación del tráfico en general y del transporte público, en particular. Una vía que, recuerdan, «fue esencial en el desarrollo de Gran Canaria, porque era el nexo de la capital con el norte de la isla».
También inciden en que La Montañeta, la zona en la que surgió el pueblo, se ha visto engullida por la expansión urbanística y comercial de lo que se ha venido a denominar Tamaraceite Sur, un término que rechazan pues «solo existe un Tamaraceite».
Lamentan que este crecimiento no haya ido de la mano de un incremento de dotaciones y servicios. Ponen como ejemplo el que el centro de salud «esté súper saturado», que la limpieza sea insuficiente, calles con aceras en las que apenas cabe una persona o la falta de aparcamiento en una zona con muchas edificaciones antiguas sin garaje.
Pero si hay un problema que en estos momentos preocupa sobremanera a los portavoces vecinales, y sitúan en primer lugar en el listado de reivindicaciones al Ayuntamiento, es el de los problemas de convivencia que provocan las personas que okupan los bloques del Patronato, que aún no se han derribado.
«Se tapiaron pero han entrado en ellos personas llegadas de diferentes puntos de la ciudad y se ha generado un problema de acumulación de basura y trapicheo de droga» que aseguran hace que se den situaciones complicadas que no son agradables de ver.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.