Seis años de bandera roja en El Confital

Aunque la bandera roja que simbolizaba esa prohibición se retiró el 16 de junio de ese año, la administración local y la regional continuaron desaconsejando el baño. Unas semanas después, el 7 de julio, se volvió a izar al persistir el problema.

Seis años han transcurrido desde entonces y Salud Pública ha mantenido el veto. Pues si bien es cierto que en este tiempo se han registrado largos periodos de buenos resultados, en lo que a la calidad de las aguas que arrojan las mediciones efectuadas se refiere, no lo es menos que se han continuado dando picos de altos niveles de concentración de bacterias.

Los últimos que recoge Náyade datan de 2022, año en el que se detectaron tres de estos episodios. En concreto, el 13 de junio, cuando se detectó una concentración de 1.000 UFC/100ml; el 27 de ese mismo mes, con 1.300 UFC/100ml; y el 25 de julio, con 1.600 UFC/100ml. Desde entonces y hasta marzo de este 2023 -últimas cifras ofrecidas por el sistema nacional- los registros no han superado las 81 UFC/ml.

La búsqueda del origen de esa contaminación fecal que afecta al Confital llevó al Ayuntamiento a crear un equipo de trabajo integrado por los servicios municipales de Ciudad de Mar, Patrimonio, Unidad Integral del Agua y Seguridad y Emergencias, Emalsa, la empresa Hidrotecnia, y la ULPGC.

Los trabajos enfocados a la localización del foco del problema establecieron seis posibles fuentes.

La primera objeto de estudio fue el colector de saneamiento y la estación de bombeo que se encuentra a lo largo del paseo que une La Puntilla con la plaza de Pepe el Limpiabotas. Pero se descartó porque, tras inspeccionarse e incluso aportar colorante a la EBAR del grupo del Carmen, se comprobó que no existían filtraciones o vertidos.

La segunda hipótesis se centró en la galería entre la Casa Roja y Los Nidillos. En este caso se conectó la Casa Roja a la red de alcantarillado y se procedió a la limpieza de los lodos hallados en su sótano. Pero se descartó igualmente una vez se corroboró que no se daban anomalías en los colectores de las calles que coinciden con el trazado de la galería ni se constataran salidas al mar en un seguimiento realizado con colorante.

La tercera posibilidad que se barajó fue que la contaminación procediera de vertidos al mar realizados a distancia que llegaban a la playa por acción de las corrientes. Por eso, durante diez semanas se tomaron muestras en cinco puntos de la costa entre La Puntilla y El Confital.

Además, se acometió un estudio en aguas abiertas entre Tenoya y El Confital al que se sumaron los controles de Emalsa, con toma de muestras entre Los Nidillos y El Confital.

Todas estas actuaciones permitieron descartar el sector costero entre El Confital y La Puntilla y la procedencia marina como causa.

La cuarta de las posibles fuentes se basó en la existencia de una conducción clandestina o antigua que vertiera al mar. Sin embargo, también se desechó porque las numerosas inspecciones sobre el terreno y las inmersiones efectuadas no hallaron nada que sustentara la hipótesis.

La quinta posibilidad planteada como origen del problema se fijó en la caseta de la Cruz Roja que hay en la playa. Pero la inspección de la instalación depurada a la que se asocia y el vaciado que se hizo de la misma la descartaron.

La sexta hipótesis valorada situó el foco en una fuente situada aguas arriba que se desplazaba por el terreno y alcanzaba el subsuelo del Confital y la costa.

Tras descartarse el resto, en julio de 2017 esta última, que se entendía la más compleja, fue la única que se mantuvo abierta.

En septiembre de 2017 se exploró el subsuelo en el que un estudio geofísico previo detectó anomalía con dos perforaciones.

Tras esas actuaciones, se establecieron tres como causas más probables: pérdidas en el colector de Las Coloradas, en la red de saneamiento de ese barrio o en las instalaciones militares.

La inspección de Emalsa del colector de Las Coloradas, ese año, no reveló que pudiera tener pérdidas importantes.

Al hacer lo propio en la salida del colector de la zona militar, se detectó que estaba en mal estado además de la existencia de puntos sin conexión a la red.

Esto se comunicó a Defensa, que realizó obras en el colector. Pero desde el Consistorio siempre se ha recalcado que no disponen de confirmación oficial al respecto por tratarse de información restringida.

En cuanto a la inspección del saneamiento de Las Coloradas, para el que se emplearon cámaras de televisión, se determinó su mal estado general y en particular se destacó el deterioro de un tramo de la calle Pedro Apóstol, la más cercana al entorno del Confital.

Aunque no se pudo certificar que sea el foco de la contaminación, desde el Ayuntamiento se ve como la causa más plausible por lo que se ha vinculado la resolución del problema a la renovación de la red de saneamiento del barrio.

Un proyecto que se ha dilatado en el tiempo. Sin embargo, fuentes autorizadas de Vías y Obras confirmaban este lunes que la actuación está adjudicada a Canaragua por 258.137,99 euros y que las obras «comenzarán en las próximas semanas».