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Encarnación Estupiñán reclama una acera para poder ir y volver de la compra sin peligro. COBER

La seguridad depende de 80 metros de acera

Vecinos de la Carretera de Chile exigen acceder a sus casas sin riesgo de ser atropellados. Además, piden que se controle la velocidad y limpieza

Rebeca Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 14 de noviembre 2022, 14:42

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«Esto, con cuatro duros, lo hacen. Que se dejen de tanto carnaval y que atiendan al pueblo». Así reclama al Ayuntamiento capitalino Orlando Lugo, que vive desde hace 40 años en una de las casas que pueblan el margen derecho de la Carretera de Chile -en sentido subida-, que dote de aceras a un núcleo en el que los residentes se exponen cada día al peligro de transitar por el arcén cuando van o regresan de la parada de guagua ubicada en la entrada al antiguo emplazamiento militar Manuel Lois.

«Son 80 metros de acera los que hacen falta», recalca Encarnación Estupiñán, que lleva «toda la vida» residiendo en esta parte de la capital grancanaria «y siempre esperando», dice en alusión a la falta de respuesta que han tenido de los responsables municipales a sus demandas. «El alcalde y Doreste lo saben, que vinieron en 2017, y ellos lo vieron y lo midieron», asegura.

La otra alternativa que tienen los vecinos de la parte alta para salvar la distancia entre sus casas y la parada de la guagua sin tener que transitar a pie de carretera, es atravesar un tramo de ladera hasta la escalera que acondicionó en su momento, a iniciativa propia, Juan Carlos Barreiro, otro afectado.

Los afectados piden tener seguridad para acceder a sus casas, control de la velocidad y más limpieza. Cober
Imagen principal - Los afectados piden tener seguridad para acceder a sus casas, control de la velocidad y más limpieza.
Imagen secundaria 1 - Los afectados piden tener seguridad para acceder a sus casas, control de la velocidad y más limpieza.
Imagen secundaria 2 - Los afectados piden tener seguridad para acceder a sus casas, control de la velocidad y más limpieza.

«El alcalde y Doreste vieron esto», señala Encarnación Estupiñán sobre esa visita de ambos cargos a la zona, en la que dice pudieron comprobar lo precario de este improvisado acceso que, advierte, tampoco es la solución ya que no tiene condiciones. «Con el carro, yo no puedo subir por aquí, y entonces tengo que echar por la carretera», dice para explicar el problema que afronta al volver de la compra.

«Lo que queremos es que nos hagan la acera», insiste sobre la urgencia de que se dé a la zona algo que entiende básico. «Ellos lo vieron porque fuimos caminando con ellos», insiste en referencia a la visita institucional que afirma no se ha vuelto a repetir.

«Están esperando que maten a alguien», expone esta vecina que advierte de una situación que «es un peligro, pero es que no puedo echar por otro sitio».

Falta de limpieza

Además, los afectados critican que por los pocos tramos de vía en los que existe un acceso mínimamente transitable, tampoco es posible pasar porque está poblado de vegetación que no se limpia y tienen que andar junto a los coches que suben.

«No podemos caminar», corrobora Orlando Lugo. Explica que su madre, con problemas de movilidad, solo sale a la puerta de su casa, en la que sí hay un tramo de acera, pero que su paseo se ve limitado por la falta de esos de 80 metros que reivindican.

«Hacen aceras en cincuenta mil sitios o renuevan otras que ya están hechas, pero no sé qué trabajo cuesta hacer una aquí», plantea Juan Carlos Barreiro, que reclama su derecho y el de sus vecinos «a vivir en un sitio decente».

«Hasta el Manuel Lois todo está arreglado», se queja Orlando Lugo. «Inmaculada Medina ha puesto en la entrada señales de tráfico y luz, pero desde el número 108 de la carretera al Manuel Lois no hay alumbrado».

Exceso de velocidad

Asimismo critica que las promesas de poner bandas reductoras de velocidad o radares no se haya materializado en una vía en la que los vehículos que bajan desde la urbanización Díaz Casanova protagonizan auténticos «rallies».

Juan Carlos Barreiro también reclama medidas para controlar la velocidad. «El día menos pensado se les escapa el coche y matan a una persona», dice sobre unos vehículos «que bajan a escape libre» y que ya han protagonizado accidentes e incluso se han estampado contra alguna fachada.

Otra demanda de los vecinos es que se acometa el mallado de la ladera de la zona alta de la carretera. «Llamé y vinieron el día 3 a limpiarlo, pero eso es bobería», dice Encarnación Estupiñán sobre la actuación de operarios locales tras el 'Hermine'.

Además, esta residente recuerda que «del numero 114 para arriba no tenemos aceras pero tampoco alcantarillado».

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