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El próximo martes 12 volverá a sentarse en el banquillo el empresario Santiago Santana Cazorla, esta vez afrontando una acusación por haberse quedado -presuntamente- con un barco que pertenecía al Grupo Anfi, sacarlo posteriormente de España y llevárselo hasta Marruecos. El procedimiento nació después de una querella interpuesta por el hermano del acusado, Manuel Jesús Santana Cazorla, y ahora la Fiscalía Provincial de Las Palmas le pide una condena de dos años de cárcel, el pago de una multa de 3.240 euros y que indemnice a la empresa de la que fue consejero delegado con la cantidad de 99.000 euros, el valor de la embarcación, todo ello por un delito presunto de apropiación indebida.
El juicio se celebrará a las 10.00 horas ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía Provincial de Las Palmas, Santiago Santana Cazorla, con antecedentes penales susceptibles de cancelación, habría utilizado la embarcación de recreo, una Rodman modelo 1250 conocida como 'Lery', a pesar de su obligación de devolverla a la compañía tras su cese en el cargo de consejero delegado de las empresas del Grupo Anfi del Mar en junio de 2016.
El Ministerio Público sostiene que, desde 2012, Santana Cazorla hizo uso de la embarcación con el conocimiento y consentimiento de la compañía, que había adquirido formalmente el vehículo a motor mediante escritura pública en junio de ese mismo año. Sin embargo, tras su salida de la empresa en 2016, el exconsejero no habría devuelto el bien a su legítimo propietario. Según el relato acusatorio, en noviembre de 2016, Santiago Santana Cazorla habría trasladado la embarcación hasta Marruecos, con el objetivo de obtener un beneficio patrimonial injusto, lo que derivó en un supuesto perjuicio económico directo para la mercantil Anfi del Mar SL.
La acusación considera que los hechos son constitutivos de un delito de apropiación indebida, ya que el grupo Anfi del Mar no ha logrado hasta la fecha el reintegro de la embarcación.
Por su parte, Santiago Santana Cazorla rechazó la acusación en su escrito de defensa y sostuvo que la embarcación era de su propiedad. Afirmó su representación legal que él mismo la compró y se encargó de su mantenimiento, y que en primera instancia la trasladó a Fuerteventura, donde el personal de uno de sus hoteles se ocupaba de ella. Posteriormente, cuando decidió cambiar su residencia a Marruecos, optó por llevársela a Agadir, donde, aseguró, enfrentaba impuestos más altos que el propio valor del barco.
Para optimizar los costos, el exconsejero alegó que puso el barco a nombre de una sociedad propia para reducir la carga fiscal, y sostuvo que su único error fue no haber formalizado la propiedad de la embarcación a su nombre, cargando los gastos a las cuentas de los consejeros de Anfi, como era habitual.
Este empresario en los últimos años ha sufrido numerosos reveses judiciales. El último se produjo cuando el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Las Palmas declaró la firmeza de la resolución de liquidación de Mar Abierto SL, del Grupo Santana Cazorla. Mar Abierto SL es la dueña de los hoteles de la cadena Paradise.
En junio de este año, el mismo órgano judicial había acordado abrir la fase de liquidación de la empresa Hermanos Santa Cazorla, después de que no se presentara ninguna propuesta de convenio dentro del plazo legal.
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