Salto del Negro no pega ojo con los gallos: «Todavía hay gente que les da de comer»
Una vecina solicita retirar las aves de un solar porque su familia no puede dormir debido al ruido incesante de los animales durante la noche: «Es imposible descansar»
Desde hace más de tres años, Mari Carmen del Rosario, una vecina del barrio capitalino del Salto del Negro, vive una pesadilla diaria provocada por el constante cacareo de varios gallos que se encuentran en un solar ubicado justo al lado de su casa. A pesar de haber recurrido al Ayuntamiento, incluso elevando su queja en plenos municipales, no ha logrado obtener ninguna solución.
La situación ha llegado hasta tal punto de desesperación que la familia se ha visto obligada a abandonar temporalmente su hogar y alojarse en un hotel en Las Canteras: «Me vi obligada a ir a Las Canteras durante un mes, es imposible descansar», buscando un poco de tranquilidad lejos del incesante ruido que perturba su descanso y ya afecta a su salud.
«Hay gente que les da de comer, entonces resulta complicado que se marchen. Esto es como todas las cosas, algunos los quieren y otros no queremos que estén en la zona. Muchos están contentos, los ves a gusto tratándolos como animales domésticos», esgrime molesta la vecina.
Asegura que una vez que llegan las cuatro de la mañana no puede dormir y se ve obligada a seguir haciéndolo en el sillón, en una sala insonorizada de la casa: «A las cuatro me tengo que ir a dormir al sillón porque empiezan a cacarear. Ellos suelen situarse debajo de los árboles, al soco, y además siguen poniendo huevos, por tanto no van a parar de estar rondando por aquí hasta que hagan algo para llevárselos», aunque admite que «hay días que no los oyes».
El bullicio no cesa para su familia, «termina uno pero empieza otro. Si les siguen dando de comer... no se va acabar el problema». «Es insoportable. No saben lo que es llevar tres años sufriendo el constante cacareo de los gallos de madrugada. No hay derecho». Cuestionada por las ratas que suelen aparecer, aclara que «lo que les atrae es la comida que los vecinos sirven a los gallos. Detrás del sumidero se suelen encontrar algunas, pero ese no es el problema».
Además, Mari Carmen del Rosario asevera haber empezado un tratamiento para poder dormir, porque «ya afecta al sueño y el descanso, que son de las cosas más importantes para rendir en el día a día, en tu trabajo...». Reconoce que el servicio de Limpieza acudió a la zona hace un tiempo para llevarse «solo seis gallos». Pero por si la solicitud al Ayuntamiento capitalino fuera poco, han decidido elevar su queja y malestar al Pleno municipal.
El Ayuntamiento, por su parte, confirma que ya se han iniciado las tareas en el barrio de La Paterna y se ha continuado por los distintos barrios de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria con el propósito de seguir actuando en aquellos donde hayan presencia de aves. «Se están retirando los gallos de toda la ciudad y está previsto pasar por el barrio del Salto del Negro». La ciudadanía puede ponerse en contacto con el Ayuntamiento a través del 928448745 o mediante: controldeplagas@laspalmasgc.es.