Las Palmas de Gran Canaria
Ramírez y la ruptura en Nueva Canarias: «A Quevedo le ha faltado altura de miras»El concejal de Movilidad de Las Palmas de Gran Canaria se integra en el proyecto político de Teodoro Sosa y garantiza la estabilidad del gobierno en el ejecutivo que lidera Carolina Darias
El 'parricidio' político que se está viviendo en Nueva Canarias en los últimos meses se ha cobrado también la sólida alianza formada en la última década por José Eduardo Ramírez y Pedro Quevedo en el gobierno municipal de Las Palmas de Gran Canaria. El concejal de Movilidad del Ayuntamiento capitalino ha roto con su partido de toda la vida para pasar a Primero Canarias, el proyecto político de Teodoro Sosa, y dejar un recado al que hasta hoy era su compañero de formación «He aprendido mucho de él en estos años pero le ha faltado altura de miras para entender que la renovación es algo cosustancial a las organizaciones políticas», expuso.
Aunque la descomposición de Nueva Canarias en Las Palmas de Gran Canaria ya había trascendido en los últimos días y fue confirmada por este periódico durante la mañana del lunes no ha sido hasta esta tarde cuando se ha hecho oficial. Ramírez compartió mesa y disidencia con María del Carmen Reyes, Nauzet Pérez, Pablo Rodríguez y Carlos Rodríguez, miembros de la ejecutiva municipal de Nueva Canarias que, como él, mudan de piel política aunque aseguran «que para defender el mismo proyecto político».
Las razones son las mismas que han esgrimido todos aquellos que les han precedido: «La falta de diálogo y de democracioa interna que ha evitado una renovación del partido en sus órganos internos». Según los datos ofrecidos por los responsables de Primero Canarias, el 84% de la militancia de Nueva Canarias ya ha desembarcado en el nuevo partido.
El concejal de Movilidad seguirá en su puesto y advirtió que ya había hablado al respecto con la alcaldesa Carolina Darias antes de hacer el anuncio públicamente: «Aunque ahora formamos parte de otra organización esperamos cumplir con lo acordado en el pacto de gobierno», señaló asegurando que la estabilidad del pacto municipal -firmado en su día por PSOE, Nueva Canarias y Unidas Sí Podemos- no se verá afectado por este movimiento.
La convocatoria del Hotel Fataga reunió todos los rasgos de personalidad que definen la apuesta política que se está cocinando en Primero Canarias. Con su buena dosis de populismo y sus salvas de aplausos. Allí estaban todos los rostros que modelan la nueva formación, con su colección de alcaldes empezando por Teodoro Sosa y siguiendo por Óscar Hernández de Agüimes, Francisco Perera de Tejeda, Vanesa Martín de Ingenio...
Y las personas que dan forma a su nuevo proyecto municipal, heredados directamente de Nueva Canarias como Heriberto Dávila, que en los últimos años ha transitado por cargos de confianza en las instituciones en las que gobernaba NC, o Raúl García Brink, consejero de Medio Ambiente el Cabildo.
En ese marcó parece apropiada la definición que José Eduardo Ramírez hizo del tsunami político que se está produciendo en ese segmento del nacionalismo en Gran Canaria:«Se está produciendo una refundación de Nueva Canarias fuera de Nueva Canarias», indicó.
Ramírez es hombre de emociones contenidas y no se le vio especialmente cómodo en el ambiente celebratorio que se encontró en la sala del Fataga. Reconoció que «ha sido doloroso» tomar la decisión de abandonar el proyecto político en el que lleva décadas implicado.
Acusado de tránsfuga
El movimiento que se ha producido en Nueva Canarias ha encontrado rápidas respuestas en la oposición municipal. Si ir más lejos, la portavoz del Partido Popular Jimena Delgado, calificó a Ramírez «tránsfuga» y definió la situación que se vive como «la puntilla para un grupo de gobierno roto», que arrastra desde hace tiempo una profunda «crisis interna» y una «evidente descomposición política».
Ramírez no cree acertada la acusación de transfuguismo: «El 90% de las personas que me eligieron en Nueva Canarias para ser candidato en las elecciones forman parte ahora de Primero Canarias. Con lo que me siento legitimado para seguir realizando la labor que he venido desarrollando porque seguimos apostando por la misma idea política de estos años», expuso.
Lo que sí quiso remarcar Ramírez es que espera que su relación con Quevedo desde este instante «sea cordial y que primen los intereses de Las Palmas de Gran Canaria» y que por el momento ni se plantea un cártel electoral para la capital en 2027 ni tiene una especial aspiración por aspirar a la alcaldía.
Noticia relacionada