«Nos hemos quedado con ganas de más»
Acción solidaria. Ferna The Barber y dos de sus pupilos ofrecieron este fin de semana cortes de pelo gratuitos a personas sin hogar en Santa Catalina
«Ha ido muchísimo mejor de lo que pensábamos», aseguraba este lunes Ferna The Barber, nombre profesional del barbero grancanario Fernando García, sobre la acción solidaria que protagonizó este fin de semana en Santa Catalina, consistente en ofrecer cortes de pelo gratuitos a personas sin hogar que precisan de este servicio pero no tienen los medios o la oportunidad de acudir a un establecimiento en el que se lo puedan proporcionar.
«Me ha llegado al alma», explica sobre una iniciativa en la que contó con la colaboración de Yassine Zarrouq y Youssef El Khalqi, dos jóvenes de origen marroquí que se han formado en la academia de barbería que dirige en la calle Don Pedro Infinito, en el capitalino barrio de Schamann, y que querían ayudar a unas personas que carecen de lo básico, algo que ellos mismos experimentaron cuando llegaron en patera hace unos años a la isla.
«Ellos ya están deseando repetir porque tienen ganas de ayudar, porque ellos también necesitaron ayuda en su momento, así que en 15 días volveremos a salir a la calle», confirma Fernando.
Apunta que la experiencia de echar una mano a personas que por diferentes circunstancias carecen de un techo y de unas condiciones mínimas de vida les ha enriquecido, pues han tenido la ocasión de acercarse a su realidad. «Ha ido súper bien, nos quedamos muy a gusto y nos hemos quedado con ganas de más porque no ha sido solo cortarles el pelo, sino que hemos podido hablar con ellos», dice.
Fernando explica que una de las primeras personas que atendieron, Manuel, se encontraba bastante abatido cuando llegaron el sábado a primera hora al entorno del parque de Santa Catalina para comenzar con este singular servicio de barbería a pie de calle. La razón, apunta, es que había recibido una mala noticia sobre la salud de un familiar muy cercano. «Así que le dije que estábamos allí para intentar alegrarle un poco y le ofrecimos cortarle el pelo», señala.
Fernando afirma que Manuel aceptó encantado el ofrecimiento y «estuvimos hablando con él más de una hora. Y al finalizar me dijo que le habíamos alegrado el día».
Además, le abrió la puerta a acudir a su centro de formación si lo necesitaba. «Le dije que cuando quisiera fuera a la academia, que cualquiera de mis chicos le atendería», expone.
Fernando asegura que esta idea de ayudar a personas que no se pueden permitir acudir a una barbería por carecer de recursos o no tener condiciones higiénicas adecuadas no se va a quedar en una anécdota, pues entiende que todo el mundo merece tener un aspecto digno y es consciente de que si nadie les tiende la mano es complicado que puedan vislumbrar un futuro mejor. Y es que insiste en el hecho de que «si no los dejan ni entrar en una barbería, ¿cómo van a ir a una oficina a pedir un trabajo?».
Por último, explica que para poder realizar esta actividad en la calle con todas las bendiciones pidió un permiso al Ayuntamiento que tramitó en la Concejalía del Distrito Isleta-Puerto-Guanarteme. Sin embargo, reconoce que nadie les puso ningún inconveniente a la hora de realizar su tarea. «La Policía pasó y vio lo que estábamos haciendo y siguió de largo, pero siempre es bueno tener el permiso», indica.