El presupuesto inicial del carnaval crece en un millón de euros hasta alcanzar los 3,5
El año pasado, el gasto final superó la primera previsión (2,51) y acabó con un coste de 4,2 millones
La concejala responsable del área de Carnaval, Inmaculada Medina, confirmó este martes que la fiesta de 2023 tiene un presupuesto inicial de 3,5 millones de euros, lo que supone casi un millón de euros más que lo que se presupuestó en 2022. No obstante, la edila reconoció que siempre hay imprevistos que pueden hacer que se supere estos límites presupuestarios. Pasó en 2022. Ese año la fiesta tenía un presupuesto inicial de 2,51 millones de euros, pero finalmente hubo que inyectarle otros 1,69 millones de euros hasta alcanzar un coste final de 4,2 millones, en lo que fue el carnaval más caro de la historia de la ciudad.
Esa aportación extra sirvió para hacer frente a gastos como el carnaval de verano (515.000 euros), la aportación a los grupos de carnaval (270.000 euros), la primera carroza adaptada para personas con movilidad reducida (105.000 euros), los conciertos de Pet Shop Boys, Morat, Rozalen o el Granca Live Fest en los que se promocionó la fiesta (263.000 euros) o la campaña de promoción del carnaval como fiesta de interés turístico internacional (146.000 euros)
Estas discrepancias entre el presupuesto inicial y el gasto final fueron criticadas por la oposición en la comparecencia que, sobre las cuentas, solicitó el PP. Su portavoz, Pepa Luzardo, aseguró que el carnaval se gestiona como «un saco sin fondo» y criticó que en el portal de transparencia solo figuren cinco contratos por un importe cercano a los 700.000 euros, mientras que no se ofrezca detalle del resto. «A usted le da igual poner 3,5 millones de euros en el presupuesto porque luego no sabe qué va a gastar», le espetó a Medina, antes de criticar también que se están presupuestando gastos por debajo de su valor real y no se están contabilizando los costes de celebración de la fiesta en la plaza de La Música. Luzardo insistió en que se está pagando «a dedo», sin seguir los procedimientos establecidos.
La concejala de Carnaval se defendió diciendo que el detalle de los gastos no se puede desglosar aún porque siempre surgen imprevistos. Y, además, reseñó que una parte importante de los presupuestos se encuentran detallados en las bases de los concursos. «La fiesta tiene imprevistos según va avanzando», expuso Medina, «han podido ver todas las facturas y están buscando donde no hay nada». Respecto a la lona publicitaria que se instaló en Madrid para promocionar la fiesta, detalló que no se pudo sacar a concurso porque la exclusividad publicitaria de la zona en la que se colocó (Gran Vía) la tiene una empresa.
También la portavoz de Ciudadanos, Lidia Cáceres, criticó que el presupuesto carezca de fundamento. «Me llama la atención cómo se puede jugar así con pólvora ajena. Es lógico que haya margen de error, pero me da la sensación de que en campaña preelectoral va a valer todo», expuso, «No ha explicado el presupuesto. Prefiero creer que no quiere ser transparente antes que pensar que no sabe».
En este sentido se postuló el viceportavoz de CC, David Suárez, quien denunció que Medina no quiso ofrecer información sobre el coste de actos como la cesión de Miller para la presentación de las murgas, la papelería o la celebración del acto de este sábado, que consistió en el sorteo del orden de las galas. «Su tónica es no contestar cuando se le pide información sobre las cuentas», le dijo.
Luego el debate se desvió de la comparecencia y se trabó en un cruce de reproches sobre diferentes aspectos de la fiesta. Así, Inmaculada Medina responsabilizó al PP de que los mogollones desaparecieran del parque blanco y recordó su fracaso cuando trasladó la fiesta nocturna al parque de La Música, que es el mismo lugar que este año acogerá conciertos de día y de noche. «Lo que más les alegraría es que esto saliera mal. El desastre de 2012 y 2013 no volverá a suceder», les dijo.
También defendió la presencia de la ministra y candidata del PSOE a la Alcaldía de la ciudad, Carolina Darias, en diferentes actos. «¿Les molesta que una ministra canaria venga una vez más a actos del carnaval? También lo hacía en años anteriores. La diferencia es que esta ministra ha venido a un acto al que ha podido ir quien ha querido, fue abierto. ¿Dónde estaban ustedes? Lo mismo que en las presentaciones de las murgas, a la que no han ido a ninguna», respondió, «la plaza de la música no se va a convertir en el Guantánamo en que la convirtieron ustedes en 2013».
Luzardo, por su lado, defendió la gestión del carnaval de su partido y recordó que la gala drag fue una iniciativa que se puso en marcha en su mandato. A ello respondió la concejala Medina insinuando que el PP planteó una fuerte resistencia a esta idea, como demuestra el hecho de que ningún político subiera al escenario a poner la banda de ganador al primer drag queen.
«En la primera gala drag, hace veinticinco años, el director artístico Anatol Yanowsky y el gerente, Paco Medina me dijeron que las bandas las entregaran hombres porque a lo mejor quedaba un poco raro. Por eso, la primera la pone Medina y, al segundo se la puso el concejal de Hacienda, Francisco Fernández Roca», justificó Luzardo, «me aconsejaron que era mejor que las bandas las colocaran hombres. A lo mejor hoy no tiene sentido».
Ciudadanos criticó el uso electoralista de la fiesta. «Lo del sábado fue un evento a la carta para la campaña porque se trajeron a la ministra», lamentó Cáceres, quien insistió en devolver el carnaval a la calle y sacarlo del encorsetamiento de los grupos. «El sábado pasado el acceso era mediante invitación y no pudimos ir. La candidata del PSOE sí tuvo ese acceso privilegiado. Además, usted ha vetado a la oposición el acceso al edificio Miller. Luego veremos a la candidata del PSOE en el Miller para hacer su campañita», se sumó David Suárez (CC).
La única que se desmarcó de esta crítica fue la concejala no adscrita Carmen Guerra, al plantear que «no voy a utilizar el carnaval políticamente. Solo le deseo la suerte para carnaval 2023 porque no es la suya, es la de los hombres y mujeres que trabajan para el carnaval, de muchas personas que esperan el carnaval para divertirse, y para tener una vida más holgada».
Medina, quien también recordó que a los grupos se les «despreciaba y engañaba» en los mandatos del PP, acabó acusando de «soberbia, malcriadez y arrogancia» a Pepa Luzardo, en un tono agrio, después de que la portavoz del PP le recriminara un supuesto gesto despectivo que no fue recogido en la retransmisión.