La fiebre drag del lunes noche
carnaval 2023 ·
Veinte candidatos se juegan el pase a la final del 3 de marzo tras la retirada de tres aspirantesNada resulta tan febril como la trastienda de la gala drag. Las horas se aceleran y aunque los primeros llegaron al edificio Miller a las diez y media de la mañana, la descarga del material, el maquillaje y el montaje de los atrezos fagocitan cada segundo, aumentando la impaciencia a medida que cae cada grano de arena del reloj del carnaval.
Para una fiesta consagrada a la discoteca, la fiebre del sábado noche se trasladó al lunes. Tan subversivo es Don Carnal, tan transgresores estos drags.
La misma ansiedad se vivía fuera del recinto. Los primeros en hacer cola fueron Nerea Luzardo, Airam Medina, Alejandra de Andrés, Keila Benítez y Mari Santana. A las 15.30 horas ya estaban esperando para poder coger un buen puesto en la pista. Iban pertrechados con chuches y chubasqueros.
Aunque todavía no habían abierto las puertas del parque, ya les había alcanzado la noticia de que había varios candidatos que no pudieron participar. «Se echareon para atrás un par de ellos», explicaban.
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La organización confirmó luego que Hécate, Anémona y Kember no pudieron participar por diferentes motivos, con lo que el número de participantes se quedó finalmente en veinte.
De ellos, el jurado escogió un número que, al cierre de esta edición, no estaba definido, aunque en los últimos años suelen rondar la quincena.
Armek, el penúltimo en salir, llevaba ya más de doce horas en el parque cuando pisó el escenario. «Es mi cuarto año y todavía tengo nervios», reconocía.
Más temprano se levantó Hocklin, que empaquetó todo lo necesario para su actuación en el coche y cogió el primer barco que partió desde Santa Cruz de Tenerife. «Empecé a las seis y media de la mañana pero vale la pena por esta gala y el calor del público», expuso.
Ese mismo virus contagió a los presentadores que condujeron la gala con mucha alegría, soltura y complicidad: Sethlas, Samantha Ballantines y Tomás Galván entablaron un diálogo constante con el parque de Santa Catalina, que estaba abarrotado. Los 25 años de la gala drag se han sucedido con la misma velocidad que las horas previas a la preselección de la noche de este lunes.
No ocultaba las mariposas que sentía en su estómago Perseo, que se presenta por vez primera. «Lo he hecho todo, desde el vestido hasta el espectáculo», detallaba en medio del trajín que se vive en el edificio Miller.
Los cuerpos de baile tampoco escapan a este nervio que se apodera de todo el que se acerca al escenario de Santa Cartalina. Raúl Suárez, Lorena Santana, Giovanni Morales y María Nieves, que acompañan a Hefesto, no podían contener la emoción. «Es la mejor experiencia que se puede vivir», comentaban, «vale la pena». A su lado, Hefesto hace gala de experiencia pero, al final, reconoce que «los nervios vuelven a salir».
La electricidad se apodera hasta de quien no participa. Noa, que lleva retirada desde hace unos años, estaba exultante antes de salir con Shírah, la única mujer que participa en la preselección, y de saludar a Eiko.
Bambalinas móviles ocultan todo tipo de elementos para evitar desvelar los secretos de los espectáculos, pero también son una declaración de intenciones, con referencias a otros países y mensajes de respeto y libertad.
Lo único que se mantenía bajo el frío de las matemáticas eran las mediciones que se hacían para comprobar que los atrezos pasaban por las puertas del escenario. Lo demás no era mesurable. Ni la fiebre que provocan estos drags.
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