La ordenanza de playas prohíbe alimentar a los peces y fija multas de 300 euros a quien lo haga
La norma extiende la prohibición de la pesca en toda la zona de baño en Las Canteras, desde La Puntilla hasta Los Muellitos
JAVIER DARRIBA SANTANA
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 15 de diciembre 2020
El Ayuntamiento aprobará en el último pleno del año la nueva ordenanza que regulará los usos y actividades en las playas. Aunque estaba previsto que pasara por la comisión de la semana pasada, problemas de tramitación obligaron a celebrar una nueva comisión hoy antes de remitirla a la sesión plenaria de este mes.
Aparte de las novedades en las que se ha ido trabajando en los últimos años, como la prohibición de fumar -incluidos cigarrillos electrónicos- o inhalar vapores en toda la playa de Las Canteras, o permitir el paso de bicicletas como medio de transporte por el paseo de Las Canteras entre las 01.00 horas y las 08.00 horas, la nueva ordenación presta una especial atención a la protección del medio natural.
En este objetivo se enmarca la propuesta de prohibir alimentar a los peces, una actividad que es habitual en la zona del Peñón, donde hay gente que suele llevar pan para los sargos y salemas.
Desde el Ayuntamiento se asegura que esta práctica altera el equilibrio ecológico. Y para evitarlo, la norma permite sancionar con trescientos euros a quienes den de comer a los peces.
El reglamento amplía la zona de protección de las especies marinas y como novedad extiende la prohibición de la pesca en toda la zona de baño en la playa de Las Canteras, desde La Barra hacia la orilla, y desde La Puntilla hasta Los Muellitos. Las sanciones por pesca pasan de leves a graves, lo que supone multas de mil euros para los infractores.
Las infracciones muy graves se castigarán con sanciones de 3.000 euros. En esta categoría entran los vertidos contaminantes, la circulación de embarcaciones a menos de cien metros de la costa, la organización de actividades sin autorización a las agresiones y amenazas contra el personal municipal, de limpieza, de socorrismo y de la Policía.
El concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, explicó que «empezamos a trabajar en 2019 con un documento de 116 artículos que incluyen medidas tan novedosas como la sostenibilidad, la seguridad, la calidad ambiental, la huella de carbono cero, los espacios libres de humo..., conceptos que ahora, en plena pandemia, los tenemos más interiorizados».
El edil añadió que otras medidas novedosas son los planes de salvamento y la elaboración de planes de gestión para cada playa, la regulación y zonificación de las actividades deportivas o la regulación de los eventos.
Ramírez aclaró que el marco regulador no está cerrado. «La ordenanza dispone que se puedan hacer mejoras por resoluciones como ampliar las zonas libres de humo a otras playas», dijo.
Para la portavoz del PP, Pepa Luzardo, en cambio, la propuesta es «decepcionante» ya que la considera «poco comprometida en la protección ambiental» pues «no se abordan los vertidos, la contaminación de las aguas, el cuidado de la fauna marina y, en definitiva, el control de la calidad ambiental de los recursos naturales que componen nuestro litoral». Considera que la prohibición de fumar debería extenderse al resto de las playas. Y propone que es necesario erradicar las bolsas de plástico, así como cubiertos, vasos y envases.
La concejala considera que la norma no va a ocultar la mala gestión que se demuestra con los tres años de cierre del Confital, los dos del balneario de La Puntilla, la falta de iluminación de La Laja o el deterioro del murete de la avenida marítima.
Lidia Cáceres, de Ciudadanos, entiende que la norma «debería ser más ambiciosa en materia de accesibilidad porque no debe atender solo a las necesidades de personas con movilidad reducida sino también de otros colectivos como los invidentes». Por eso, plantea la necesidad de ofrecer información en braille.
El concejal de CC-UxGC David Suárez también apuntó que la ordenanza se va a aprobar «con contratos en precario -como el de la limpieza o salvamento- y sin apenas Policía Local». Además, el edil recordó que El Confital sigue contaminado.
Es la distancia, medida en metros, que hay que dejar entre la primera línea de sombrillas y la lámina de agua. En caso de que los bañistas pongan sus parasoles a una distancia inferior podrán ser multados por la Policía Local. La sanción es de 300 euros.