Opositores denuncian algunas pruebas para ser bomberos
Varios aspirantes excluidos se quejan de que algunos ejercicios no se plantearon de forma correcta ni se permitió su grabación como prueba
Varios participantes del proceso selectivo de 31 agentes de bomberos, que impulsa el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria desde febrero de 2018, han denunciado algunas condiciones en las que se desarrollaron las pruebas y que provocaron su exclusión del mismo.
Jaime Heras, uno de los afectados, explicó que «el proceso iba bien pero los problemas empezaron con el test psicotécnico», en el que, en aplicación de medidas cautelares, hubo que readmitir a cuatro personas.
Sin embargo, de acuerdo a la versión de los denunciantes, los mayores problemas se dieron en la prueba de autoescala, que tuvo lugar a principios de marzo en el antiguo acuartelamiento del Manuel Lois. El ejercicio consistió en subir por una escalera hasta 25 metros de altura y una inclinación de 75 grados. Una vez arriba, el aspirante debía permanecer treinta segundos y, recibida la orden correspondiente, comenzar a bajar. Para completar la prueba, debían realizarla en menos de cuatro minutos.
Fueron veintiocho los suspendidos, de un total de 164, en esta parte del proceso selectivo. Y entre ellos se encuentran bomberos del Consorcio de Gran Canaria, de Lanzarote, de Euskadi y de Madrid. Otros tres no se presentaron al examen.
Cronometraje
Uno de los asuntos que más quejas provocó es el del uso del cronómetro. «Solo había una cronometradora, cuando debía haber varias personas para garantizar que la toma de tiempos era la correcta», expuso Heras, quien informa que uno de los aspirantes fue descalificado por haber superado en un segundo el límite de la prueba.
Esta persona fue otra de las que presentó un recurso al tribunal para tratar de que fuera readmitido. En su escrito lamenta que no se haya utilizado medios técnicos avanzados para medir el tiempo de la prueba como células fotoeléctricas, cronómetros certificados o, incluso, foto finish.
También ha habido quejas por la imposibilidad de grabar las pruebas de cada uno de los aspirantes, «como hizo Tenerife una semana antes». Se trata de algo que los aspirantes consideran importante porque permite arrojar luz sobre cualquier discrepancia entre el tribunal y el aspirante.
Otro excluido por saltarse algunos peldaños en la bajada se quejó de que había escalones que no estaban debidamente alineados, en especial en los cambios de tramos de la autoescala.
La siguiente prueba, la de orientación, también generó dudas sobre la igualdad de posibilidades en el proceso selectivo. Se trata de un ejercicio de orientación en un circuito. Aquí, el mensaje en redes sociales -luego borrado- de la pareja de uno de los aspirantes también ha levantado suspicacias entre algunos opositores. Rezaba lo siguiente: «Gracias al tribunal de bomberos, mi novio y varios opositores pudieron terminar la prueba del laberinto, después de haberse desorientado y ayudarles a encontrar la salida».
Este periódico intentó, sin éxito, conocer la versión municipal.
Un total de 929 se inscribieron para participar en el proceso selectivo, pero 55 fueron excluidos. Al final quedaron 874. En la prueba subjetiva solo quedaban 133 concursantes.