Las Palmas de Gran Canaria
Operación de rescate para la Cruz de PiedraEl monumento se incorpora al catálogo municipal de Las Palmas de Gran Canaria y recibirá un tratamiento para cerrar las heridas de años de abandono y desinterés
La Cruz de Piedra, viejo emblema que en tiempos antiguos atestiguaba dónde estaba la frontera de la ciudad, será recuperada después de que se trabaje su incorporación al catálogo de patrimonio de Las Palmas de Gran Canaria, del que por error se había quedado fuera. Un proyecto de restauración operará sobre las deficiencias que el paso del tiempo y el bien intencionado mantenimiento ciudadano han dejado sobre la piedra.
Publicidad
Un reportaje de este periódico sobre el estado de abandono del monumento fue el causante del que el Ayuntamiento se pusiera manos a la obra para subsanar un error histórico con una pieza que data de 1737. Su origen está vinculado a la bajada de la virgen del Pino desde Teror, ya que allí se detenían los peregrinos, en el barrio que ahora lleva su nombre, para reposar antes de continuar su camino hasta la catedral de Santa Ana.
Luis Sánchez Suárez, vecino del barrio desde su construcción, y una serie de conciudadanos como Ramón Pena, Ana María, Castrege, Cristóbal Marrero Hernández o Felipe Sosa han sido los encargados durante un largo periodo de abandono institucional de dar cuidados al emblema.
Ellos han tratado de conservar dentro de sus conocimientos y capacidades una pieza de un gran valor simbólico que preside la encrucijada entre su barrio y el de San Francisco. Allí han cultivado incluso la tradición de las flores, que cada mayo la engalana.
Según refieren desde la Concejalía de Desarrollo Estratégico, Sostenibilidad y Energía, área del gobierno local con competencias en la Cruz de Piedra y la que han encargado el trabajo de su recuperación, los pasos ya están en marcha y dentro de poco deberían verse los resultados. «Tras comprobar que no estaba en el pliego de mantenimiento monumental del servicio de Mobiliario Urbano se realizó una solicitud de informe de titularidad a Patrimonio que confirmara que la Cruz de Piedra era municipal y tras ello se solicitó a varias empresas un informe de restauración. El informe más completo y económico lo presenta Tibicena y este se hace llegar a Patrimonio histórico del Cabildo, que es quien debe autorizar la intervención. Esa autorización ha llegado en julio y se ha dado trámite a la contratación», responden.
Publicidad
La empresa que ha recibido el encargo tiene un plazo de dos meses para dar salida a los trabajos de restauración. Aunque lleva años de abandono, y solo el trabajo de la ciudadanía ha participado en su conservación, en la memoria del proyecto se expone que «no presenta patologías graves que pongan en riesgo su estabilidad a corto plazo, pero se hace necesario llevar a cabo puntualmente diversos trabajos de consolidación y restauración, puesto que no reparar las alteraciones actuales conllevaría un deterioro acelerado del bien, poniendo en peligro su estructura a largo plazo».
Se apunta que la operación que se va a realizar en la Cruz de Piedra tendrá un mayor enfoque de conservación que de restauración, ya que las deficiencias encontradas así lo permiten. Algunas de las placas de hormigón que la componen se encuentran ya sueltas y separadas de su base, por lo que se trabajará sobre su recuperación. También hay que corregir algunos aspectos como trazas de hormigón u otro tipo de materiales no originales ni acordes al monumento que probablemente hayan sido utilizada en la conservación voluntaria que ha tenido en los últimos tiempos.
Publicidad
La acción inicial comenzará con el limpiado y saneamiento de la pieza, para continuar con el sellado de fisuras y grietas y luego su rejuntado. Posteriormente se someterá a trabajos de hidrofugación para acabar revistiéndola loza de hormigón con placas de cantera de Arucas.
Reverdecer el barrio
Para vecinos como Luis Sánchez Suárez y las personas que le suelen acompañar en el mantenimiento de la Cruz este icono es muy representativo en sus vidas. Ellos no solo se han volcado con el monumento, trabajan sin ayuda de ningún tipo por parte de las administraciones en la conservación de su entorno. Actualmente poblado de suciedad y sin una zona ajardinada medianamente decente. También ha caído el muro del estanque que se encuentra junto a la Cruz, convertido en un peligro para los vecinos del barrio que se asoma al Guniguada.
Publicidad
Desde la Concejalía de Desarrollo Estratégico, Sostenibilidad y Energía, de la que es responsable Gemma Martínez Soliño, se expone que la intención posterior es la de trabajar sobre esas zonas y «realizar esa actuación de reverdecimiento y cuidado a través de la participación ciudadana con el barrio, reconociendo y poniendo en valor el trabajo que ya han venido haciendo personas de forma individual, y tomando de ellas el testigo para cuidar de lo común».
Los vecinos de Cruz de Piedra, ejemplo de comunidad implicada, reciben una buena noticia.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión