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La pérdida del distintivo Bandera Azul fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de un grupo de habituales del principal arenal de la capital grancanaria, que han decidido dar un paso al frente para, desde la recién creada asociación Amigos de la playa de Las Canteras, tratar de frenar el «abandono» al que dicen se somete «desde hace años» a la que se reivindica como «joya de la corona de la ciudad», pero que entienden que no recibe un trato acorde a esa denominación.
Por eso han organizado para este domingo, 5 de noviembre, a las 12.30 horas, una concentración en la zona de Playa Chica para reivindicar más cuidados y soluciones a los problemas que en su calidad de playeros de toda la vida han detectado tanto en el arenal como en su entorno. Una iniciativa a la que invitan a participar a todas las personas usuarias de un espacio que consideran que merece un mejor trato.
«Nos hemos constituido como asociación no solo por darle más fuerza a la convocatoria, sino para tener un paraguas para futuras acciones», apunta Pepe Chirino, impulsor de una acción reivindicativa que, avanza, es solo el aperitivo de las que vendrán una vez se culminen los estudios que ya están en marcha sobre diferentes aspectos de la playa a cargo de integrantes de esta plataforma ciudadana.
En cuanto a la concentración de este domingo, sus convocantes reseñan que es fruto de años de falta de atención. «Esto ya viene de una alcaldía anterior que ha sido bastante nefasta y que ha perdido la bandera azul, que fue el detonante», apunta Juancho Cuyás, integrante también de Amigos de la playa de Las Canteras, quien recuerda que atesoran experiencia en actuaciones de esta índoles, pues «ya tuvimos una asociación hace unos años» gracias a la que «conseguimos que el parque de Luisa Apolinario fuera parque, porque ahí querían hacer un edifico de ocho plantas», pone a modo de ejemplo.
Respecto a los problemas que han detectado en la playa y en su entorno, que son la razón de la protesta que organizan este domingo, destacan los episodios de contaminación fecal.
«Perdemos la Bandera Azul porque desde hace seis años tenemos aguas fecales en El Confital, esporádicamente tenemos aguas fecales ente el Reina Isabel y La Puntilla» a lo que «se han sumado este año las microalgas» y «el barranco de La Ballena, que cada vez que llueve empiezan a salir cosas», porque no se hace una «limpieza preventiva» del mismo ni se es «rápido y efectivo» a la hora de limpiar la playa, expone Juancho Cuyás.
«A todo eso se suma el abandono», apostilla Pepe Chirino, que alude la hecho de que «llevamos dos años sin megafonía en la playa, que es grave y un claro síntoma de inacción por parte del Ayuntamiento».
Además, comenta que han «comprobado que la playa está llena de colillas, que contaminan más que el plástico. También que el agua trae muchísimo microplástico y hay modos de prevenirlo. Pero no se hace nada».
De igual modo, critica que «hay mucha basura que va desde la avenida a la playa, principalmente porque el modo de limpieza en la avenida es regando con agua a presión hacia la arena».
Pero también apunta una segunda causa de esa basura que acaba en el arenal desde el paseo, «las terrazas». Y es que dice que «ponen servilletas de papel y con el viento se van todas para la arena. Incluso hemos visto personas que están en las terrazas comiendo y terminan y cogen el cigarro y lo tiran a la arena».
Respecto a este último aspecto, indica que «puede ser una falta de conciencia cívica, pero también es una falta de información y de sensibilización por parte de las autoridades». Pues señala que no se acometen campañas de concienciación pero «tampoco hay cartelería informando» y que la que existe es «pequeña, antigua, desfasada y poco visible».
De igual modo, señalan que otro de los aspectos que ha llevado a este grupo de habituales de Las Canteras a salir a la calle «es el tema de la terrazas». «Después del covid la avenida se ha vuelto un disparate», dicen en referencia a la ocupación que se hace del paseo con sillas y mesas.
Aclaran que reconocen que son establecimientos necesarios para la playa, pero critican que «cuando no hay presencia policial, aumentan las terrazas» y que además ocupan espacio extra «con la cartelería» en la que anuncian su oferta gastronómica. «No encontramos que se respete la normativa», dicen.
Precisamente la falta de presencia policial es uno de los asuntos que más les preocupan. «Es un tema muy grave», señalan quienes recuerdan la desaparecida figura del «guardia de playa» y critican que ya no haya «comisaría en el balneario».
Por último, llaman la atención sobre el descuido que se registra en la segunda línea de playa, con calles «abandonadas, pestilentes, con contenedores de basura desbordados».
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