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La Unidad de Protección y Acompañamiento Local (UPAL) de la Policía municipal ofreció una ayuda habitacional para que las catorce personas que ocupaban el edificio de la vieja comisaría de la calle Doctor Miguel Rosas y que fueron desalojadas en la mañana de este viernes no pasen la noche en la calle. Sin embargo, ninguno de ellos aceptó este auxilio, según explicó el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Josué Íñiguez.
El edil indicó, no obstante, que se hará un seguimiento de cada caso desde el dispositivo municipal Gánigo, un centro de acogida de personas sin techo que está localizado en la misma calle. «Nadie duerme en la calle en esta ciudad si no quiere, a todos se les ha ofrecido una solución habitacional», sentenció Íñiguez.
También indicó que en los próximos días se mantendrá un dipositivo especial de vigilancia en la calle Doctor Miguel Rosas para que no se ocupe otro edirficio. Y ratificó que el inmueble desalojado no tiene la estructura dañada.
Respecto al hecho conocido hoy de que el Ayuntamiento tardó en remitir al juzgado un informe social sobre los ocupantes del inmueble, el concejal de seguridad aseguró que «cuando asumimos, desde la Policía Local, la colaboración con la justicia, fue para agilizar todos los trámites. Se cogió el requerimiento en mano y se llevó al funcionario correspondiente, que resolvió el requerimiento e informó sobre la marcha». Y añadió que «gracias a eso, se ha podido desalojar de manera tan rápida».
La ocupación de este edificio ha generado graves alteraciones de la convivencia ciudadana en esta zona turística y residencial de la capital gracanaria ya que en su interior se trapicheaba con droga, se consumía y se producían ruidos y frecuentes reyertas.
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