Las moscas y el mal olor se adueñan de la Casa del Gallo

En la calle Sataute, en las inmediaciones de la Casa del Gallo, ya no hace falta alarma. En cuanto sale el sol, la abundancia de moscas interrumpe el sueño. Alejandro Lorenzo, uno de los residentes de la zona, se despertó ayer «con catorce moscas solo en la cama». Y en el aseo mató a otras cuatro.

Los insectos han empezado a llegar en las últimas horas, justo cuando empieza a aliviarse un poco el mal olor que durante dos semanas ha obligado a estos vecinos a tener las casas cerradas a cal y canto. «El que no tiene aire acondicionado no ha podido vivir», expone.

Los vecinos apuntan que el origen de este suplicio se encuentra en las labores de fertilización de unas fincas agrícolas cercanas. «Creemos que es guano porque no es el olor habitual del abono», describe Lorenzo, «es como un olor a putrefacción, más agudo, más desagradable de lo que es normal».

Los residentes de la calle Sataute no se oponen a que sigan los trabajos en la finca agrícola, pero sí demandan que se ponga por lo menos una capa de tierra encima del abono porque con los calores que se está viviendo en estos días se acelera la descomposición y las emanaciones.

Aseguran que han denunciado la situación en varias ocasiones a la Policía Local, «pero no nos dan respuesta porque dicen que es una materia de Medio Ambiente». Y cuando llamaron a este departamento les respondieron que debían contratar antes a un técnico para que realice un informe específico de su caso. Se sienten impotentes porque también trataron de contactar con el área municipal de Salud Pública «y nos dijeron que no nos atendían porque era una zona rural».

Así las cosas, han tenido que aguantar dos semanas hasta que ya decidieron hacer pública su denuncia. «Yo tengo familia que vive a un kilómetro de aquí y las moscas han inundado también su casa», apunta Alejandro Lorenzo.

«Esto está siendo asqueroso, es como vivir en un vertedero», prosigue. «Vivimos con todo cerrado y no podemos tender fuera porque todo se impregna de ese hedor..., cuando te secas con la toalla y absorbe la humedad, te viene de repente todo ese olor», señala este vecino, quien asegura que su madre ha sufrido vómitos «por la provocación».

Muchos han optado por colocar velas aromatizadas en el interior de las viviendas pero Alejandro Lorenzo asegura que ni así se consigue neutralizar los malos olores. Además, recuerda que es el segundo episodio de este tipo que se produce en lo que va del presente 2020.

A lo largo del último año se han denunciado también invasiones de moscas y malos olores en Tamaraceite (junio de 2019), El Román (abril de 2020) y San Lorenzo (julio de 2020).