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Detalle del solar donde se desarrollaban las obras. Juan Carlos Alonso
MetroGuagua se hunde en Hoya de La Plata

MetroGuagua se hunde en Hoya de La Plata

La paralización de la estación retrasa el servicio, al menos, dos años más. La empresa, que estuvo 17 meses sin cobrar, pide reanudar las obras, pero Urbanismo apuesta por un nuevo concurso

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 31 de marzo 2023, 02:00

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La MetroGuagua se enfrenta un retraso inevitable. Las obras de construcción de la estación de Hoya de La Plata, que debían estar culminadas en febrero, solo se han ejecutado en torno a un 5%. La rescisión del contrato con la adjudicataria, Joca, obliga al Ayuntamiento a tener que convocar un nuevo concurso para realizar esta obra, que requerirá de, al menos, año y medio más de trabajo.

El expediente de rescisión de contrato iniciado por el Ayuntamiento está, en estos momentos, en fase de resolución. La empresa adjudicataria ha presentado ya alegaciones y ha mostrado su disposición a reanudar los trabajos, cuyo ritmo se vio alterado por la aparición de servicios no previstos, por la necesidad de cambiar el proyecto así como por el impago, por parte del Consistorio capitalino, de las certificaciones de obra durante diecisiete meses seguidos.

La obra consiste en la construcción de una estación clave para la MetroGuagua ya que será la cabecera del recorrido de la guagua exprés y sitúa allí sus talleres, la cochera, los servicios centrales y la sala de control del tráfico. Además, se incluía la construcción de un paso subterráneo bajo la rotonda de Hoya de La Plata hacia Blas Cabrera Felipe.

Los trabajos, valorados en 8,66 millones de euros, se iniciaron a fines de septiembre de 2021 y tenían una previsión de ejecución de diecisiete meses, es decir, tendrían que estar a punto de acabar. Sin embargo, pronto empezaron los problemas.

Los imprevistos que retrasaron la obra

Al iniciarse las excavaciones, empezaron a aparecer servicios que no estaban previstos, tanto en la zona donde iba la estación como en el acceso subterráneo: una línea de alumbrado, otra de suministro eléctrico del Cabildo de Gran Canaria, una tercera que alimenta los paneles informativos de Guaguas Municipales, una cuarta de fibra óptica y, por último, otra que sirve para dar corriente a los semáforos de la zona. La excavadora detectó además dos tuberías de abastecimiento de agua y un nuevo imprevisto, una gran acumulación de basura que hubo que separar y retirar, y que recordaba el uso del solar como vertedero durante años. Esto acumuló un mayor retraso en los trabajos.

Por si fuera poco, hubo de encargarse un nuevo sondeo para ver cómo iba a afectar la obra a las vías circundantes. La constructora concluye que hay parte de la obra prevista que no se podía ejecutar ante la profusión de servicio y plantea al Ayuntamiento que se necesita aprobar varios modificados que no eran de orden menor: había que cambiar el desvío del barranco porque se entendía desde Joca que el proyecto afectaba al acceso de Carrefour; y se tendría que cambiar el procedimiento de excavación, ya que la proliferación de servicios impedía acometerlo mediante taludes y aconsejaba una excavación vertical con minipantallas o micropilotes. Y para agravar más las cosas, se localizó un estrato rocoso que no estaba previsto.

Fuentes de Joca indicaron, además, que en medio de todos imprevistos, se estaba sometiendo a la empresa a una situación de gran presión económica porque el Ayuntamiento no pagaba ninguna factura. «En diecisiete meses de obras, el Ayuntamiento certificó todas las facturas pero no pagó ni un euro», lamentan desde la constructora.

En esta situación, en enero de 2023 Joca solicita al Ayuntamiento que declare la suspensión temporal de las obras y que se ampliara el plazo de ejecución, pero desde Urbanismo se rechazaron las dos peticiones.

Esto, unido a los impagos, hizo que Joca reclamara la rescisión y la resolución del contrato. «La ley dice que, a partir de los seis meses de retraso en el pago, la constructora puede unilateralmente rescindir el contrato», detallan las mismas fuentes.

Sin embargo, el Consistorio no aceptó la rescisión planteada por la constructora e inició, por su parte, un expediente de resolución. Este movimiento es clave porque con él, el Ayuntamiento se queda con la garantía depositada por la mercantil y, además, le puede solicitar una compensación económica en concepto de daños y perjuicios, algo que no ha hecho todavía.

Reanudar o rescindir

Este expediente es contra el que Joca ha presentado alegaciones. «Joca sigue apostando por esta obra», indican las fuentes consultadas, que insisten en que debe aprobarse antes un modificado del proyecto que, sin duda, encarecerá la actuación. Además, la empresa se queja de que los precios aplicados a la obra no han tenido en cuenta la inflación vivida desde entonces ya que el Ayuntamiento no ha aplicado una revisión excepcional de los contratos, como sí ha hecho el gobierno de Canarias.

Pero el gobierno local está determinado a sacar adelante la rescisión del contrato, aunque esto suponga tener que iniciar desde cero el procedimiento de licitación y su posterior adjudicación. «El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria rescinde la obra y la sacará a concurso», indicó el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, «ellos no han hecho, en año y medio, más que el 5% del total del proyecto, no tiene sentido prolongar la agonía de esta obra».

Respecto a los impagos del Consistorio, Doreste respondió que se trata de una «excusa» dado el escaso porcentaje de ejecución y porque «todo el mundo sabe que el ayuntamiento se retrasa en los pagos». Ni siquiera considera que se pueda justificar estos retrasos con los imprevistos señalados.

Y anunció que en mayo o junio ya estará adjudicada la obra -pese a que el proyecto de licitación no ha salido todavía- de modo que habría que esperar otros 17 o 18 meses de obra para tener la estación operativa.

El edil no aclaró si el nuevo pliego incluirá los modificados que fueron solicitados por Joca para continuar con la obra. «Lo decidirán los técnicos». Y anunció que tendrá un presupuesto aproximado de entre 8 o 9 millones de euros.

«Nos ha tocado una empresa que se ha visto imposibilitada, y no voy a calificarla, para cumplir un contrato y tenemos que reiniciar las cosas», expuso, «de las 269 obras del Ayuntamiento, solo hemos tenido problemas en cuatro, por lo que tampoco hay que desgarrarse las vestiduras».

¿Cuatro años más de espera?

En Joca, en cambio, entienden que, desde un punto de vista eminentemente técnico, todo el proceso requerirá al menos de cuatro años más, con lo que la MetroGuagua no sería una realidad hasta el año 2027.

«Primero tienen que redactar el proyecto y luego licitarlo y adjudicarlo», exponen las fuentes consultadas en la empresa, «y las obras necesitan de otros dos años más».

Entienden que no se dan las circunstancias para que se apruebe una tramitación de urgencia que acorte los plazos. Y advierten de que la MetroGuagua «no puede funcionar sin esta estación».

El proyecto de la guagua exprés también está pendiente todavía de recibir los permisos de Costas para poder desplazar la autovía marítima en la zona de Vegueta y ganar espacio para el carril exclusivo de las guaguas.

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