Un método pionero y amable para el niño que va al juzgado
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El Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia ofrece espacios y protocolos únicos pensados en el bienestar de los pequeñosDespués de casi seis meses desde que comenzara a funcionar de forma pionera en nuestro país el Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia de Las Palmas de Gran Canaria, los menores que aparecen en los 185 asuntos que se han tramitado hasta el momento han contado con unos espacios amables alejados de la frialdad de un edificio judicial y protocolos únicos avalados por profesionales especializados de primer nivel para que este trance sea lo menos lesivo y cuenten de esta forma con una instrucción con todas las garantías.
Tomás Martín, magistrado titular de este órgano único no solo en el país sino más allá de nuestras fronteras, se mostró «muy satisfecho» con la dinámica que han ido adquiriendo en este tiempo –el día 31 cumplen seis meses de vida– y se marcó el objetivo de «seguir mejorando e implantando de forma gradual los 50 o 60 proyectos que aún tenemos en marcha», expuso. «Sentimos y sabemos que la satisfacción es enorme aunque el coste en el tiempo empleado por todo el juzgado haya sido mayúsculo, pero estamos muy muy contentos», añadió.
Martín y todo el equipo de trabajo está viviendo en primera persona la realidad de este primer juzgado especializado a pesar de que, incluso, la entrada de procedimientos ha sido mucho mayor de lo esperado. «A mediados de noviembre empezó una ola que nos ha colocado por encima de lo previsto. Calculaba entre 16 a 23 casos al mes y nos están entrando por encima de 30. ¿Cómo lo hacemos? Pues trabajando más y mejor y poniéndole más ganas», comentó.
«Calculaba entre 16 a 23 casos al mes y nos están entrando por encima de 30. ¿Cómo lo hacemos? Pues trabajando más y mejor»
Tomás Martín
Magistrado titular
Para ello cuenta con un equipo de trabajo «impresionante» y unas instalaciones modélicas. Acompañado de la letrada de la Administración de Justicia Ana Sola, el magistrado departe a diario con la psicóloga forense Mónica Rincón y su compañera en prácticas Ruth Arjona, que hacen una valoración precisa de cada menor trabajando de forma «intensa y centradas en ellos y adaptándonos constantemente», dijeron.
«La experiencia está siendo muy buena en un entorno y una forma de trabajo distintas enfocadas en la visión del menor. El trabajo que hacemos es intenso y centrado en ellos», dijo Rincón.
La forense Eva Bajo es una de las dos especialistas que están volcadas en este proyecto e incluso han creado un kit de toma de muestras con unos estándares de calidad únicos y por encima de los recomendados, a la vez que se especializan en el área de la pediatría forense. La subdirectora del Instituto de Medicina Legal comentó que «nos estamos autoformando para especializarnos y también contactamos con sociedades españolas de pediatría para la revisión de casos y que todas las exploraciones que llevamos a cabo tengan el máximo de calidad, adquiriendo además experiencia en el área de la pediatría forense»
Vital es la labor de la psicopedagoga e investigadora Zaira Santana, que de la mano de la ULPGC y la Fundación Mapfre estudia dentro del grupo de psicología, sociología y trabajo social que las valoraciones integrales de los menores cuenten con el debido aval científico. Está trabajando en un proyecto con pulseras de actividad física para ponerle a los menores y que «recogen múltiples datos que exigen horas de estudio. Nos ayudan para elaborar y evolucionar los protocolos y para saber si los niños sufren ansiedad o no, analizar las las fechas para conocer los tiempos procesales y demás. A partir de ahí, podremos valorar si las iniciativas que se han puesto en marcha funcionan o no«, comentó Santana.
«No es un estructura física sino un modo de trabajo que se está perfilando, caminando y aprendiendo y contar con profesionales como ellas que están aquí a diario entregadas a esta causa nos permite plantearnos cosas que antes eran inimaginables», destacó Tomás Martín, quien advirtió que este proyecto les obliga a «estar en permanente formación. Todos los días se hacen cosas distintas ya que estamos adaptando la justicia a la infancia y no ellos a nosotros. Es emocionante».
Espacio creado a conciencia
Todo el espacio que ocupa el juzgado en la quinta planta de la Ciudad de la Justicia ha sido ideado a conciencia dentro del proyecto de arquitectura de la víctima.
Los menores entran acompañados de la Policía Judicial por una zona diferente, sin pasar por el control y van directamente del ascensor interior al juzgado. Allí se encuentran con una sala de estancia que rompe las reglas, con sofás en los que se pueden subir sin problema, césped artificial, puff, juegos y demás para «hacer la espera lo más agradable posible». Además, se les ofrece agua, café, libros infantiles, revistas para los mayores y pueden ver la televisión, es decir, «lo que quieran», exclamó el magistrado. «Nos hemos visto con niños y adolescentes jugando por los pasillos y pintando las paredes, nosotros barriendo galletas por el suelo y demás. Una locura pero muy gratificante», detalló.
La zona multifunción también ayuda a los menores a eliminar el estrés que supone relatar episodios violentos o de abusos sexuales, por ejemplo. Hay un banco de libros sin reglas en donde, incluso, se los pueden llevar para sus casas y que se renuevan a base de donaciones. Gafas oculus de realidad virtual adaptadas a niños y adolescentes para evitar padecer una situación complicada antes de pasar por la prueba preconstituida y demás,
Ya la sala de exploración está concebida como una evolución de las antiguas salas Gesell pero con una imagen renovada, con luz natural, colores cálidos y huyendo del cristal en el que, al otro lado, se adivinaban a los operadores jurídicos. «Se puede salir y entrar cuando quieras sin pedir permiso, que los menores tengan autonomía y estén en su espacio», dijo Tomás Martín.
Todo ello se analiza desde la sala de observación, en la que la letrada Ana Sola coordina la toma de declaración de los menores en presencia de la persona investigada, fiscal y el resto de las artes, acompañados por la psicóloga forense Mónica Rincón, que utiliza un novedoso sistema ideado por las empresas Codimg –creador del software que analiza la imagen de la declaración– e Inetum –ayuda en la producción y materialización de unos marcadores que usan para marcar los items más intersantes–. «Ya no se presenta el clásico informe con cuatro líneas sino acompañado de un exahustivo análisis de las imágenes con una selección de los fotogramas más relevantes para el procedimiento judicial», explicó el juez.
Martín es el que, en la sala, formula las preguntas al menor y luego, si alguna de las partes quiere formular sus cuestiones, se las trasladan a la autoridad judicial. Al concluir, comienza un proceso de relajación y despedida para que el niño salga del edificio judicial con el mínimo estrés.
En la planta también está en marcha la construcción de una zona reservada para la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional y el Equipo de Mujer y Menores (Emume) de la Guardia Civil, además de una sala de reuniones y la oficina de atención a las víctimas.
Todo ello para que los menores afectados y que tienen que acudir a un juzgado no lo sean tanto y puedan rehacer sus vidas tras experimentar un trauma mayúsculo. La primera piedra de esta nueva forma de hacer justicia tiene acento grancanario y protagonistas con nombres y apellidos.
El Decanato y la Fiscalía, comprometidos
Tanto el Decanato del partido judicial de Las Palmas de Gran Canaria, con el magistrado Juan Avello al frente, como la Fiscalía Provincial de Las Palmas de la mano de su jefa Beatriz Sánchez y el fiscal especializado Luis Estévez, se han mostrado desde el primer momento muy comprometidos con este proyecto. «Estévez se ha preocupado en formarse y ponerse al día hasta el punto de que ha hecho escritos de acusación brillantes», dijo de él Tomás Martín. Por su parte, Avello destacó que »nosotros jueces no partimos con una formación específica previa, sino que ha sido una cuestión de decisión personal de don Tomás. Le hemos brindado la ayuda material, pero la forma de trabajar que está imponiendo ha supuesto un cambio radical que ha salido de él. Es modélico lo que están haciendo en un territorio inexplorado«, manifestó.