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I.F.H., el hombre acusado de abusar sexualmente de una menor de edad en Telde en agosto de 2019, insistió durante el juicio celebrado este jueves en que ni tocó los genitales de la víctima ni introdujo los dedos en su vagina, en contra de la versión de la supuesta perjudicada.
Según el testimonio del encausado, la menor se lo inventó todo por una rabieta que tuvo la noche de los hechos. «La niña se enfadó porque quería dormir conmigo y se le dijo que no», contó.
También manifestó ante la Sala que no se explica cómo pudieron aparecer restos biológicos suyos en la zona íntima de la víctima. «Siempre se subía encima de mí para abrazarme y tiraba de mí para que siguiera jugando con ella. Habrá sido por eso», afirmó.
Los hechos tuvieron lugar, según la acusación, el 20 de agosto de 2019, cuando el acusado, la menor y la mujer que se estaba haciendo cargo de ella ese fin de semana, se encontraban en el domicilio de la hermana de éste, en Telde.
Esta mujer –amiga de la madre de la víctima y también de I.F.H.– declaró como testigo en la vista y manifestó que, cuando la niña le contó lo que había pasado, rápidamente le pidió explicaciones al hombre «Ni afirmó ni negó los hechos. Solo me dijo una frase que no voy a olvidar en la vida: los borrachos y los niños siempre dicen la verdad», relató.
El Ministerio Fiscal elevó sus conclusiones a definitivas, por lo que, al entender que I.F.H. es autor de un delito de abuso sexual con acceso carnal, pide una condena de diez años de prisión. La defensa, que también elevó las suyas a definitivas, pide la absolución del acusado, al considerar que existen «dudas razonables» y «versiones contradictorias».
El procedimiento, ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, quedó visto para sentencia.
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