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Marcos al 112: «Acaba de matar a mi abuela. Entren directos, no esperen a que les abra»
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El investigado por el crimen de Pérez del Toro expresó a emergencias el estado de pánico que estaba sufríendo tras ser atacado por su tíoMarcos José López, el joven estudiante que fue detenido el 12 de abril por haber acabado con la vida de su tío -que a su vez mató a su madre instantes antes en la casa familiar de Pérez del Toro- y que salió en libertad provisional este viernes, llamó esa noche en dos ocasiones al 112 pidiendo auxilio. En la segunda comunicación y dado el peligro que estaba corriendo, suplicó que los agentes tiraran la puerta abajo sin dudar: «Entren directos, no esperen a que nadie les abra», exclamó al operador de emergencias visiblemente aterrado.
El investigado, de 19 años de edad, vivió una noche trágica en la vivienda que compartía con su abuela Josefina Esquerdo y su tío José Miguel López. Se encontraba viendo una serie cuando su tío entró a su habitación contándole que lo sentía porque había matado a su abuela. Éste se marchó del habitáculo hasta que, minutos después, volvió a entrar y le preguntó como si nada hubiera pasado: «¿Qué pasó sobrino?», un ilógico paso previo antes de atacarle con un martillo y con el mismo arma homicida que usó en el parricidio. Marcos José, gravemente herido, consiguió zafarse del agresor y lo convenció para que se tranquilizara y así se pudo atrincherar en su habitación, circunstancia que aprovechó para llamar al 112 en estado de pánico.
Esta primera comunicación se produjo, según fuentes de la investigación, a las 21.46 horas y la misma duró un minuto y 47 segundos. Marcos José respondió a la operadora susurrando «por favor, me han intentado asesinar en Pérez del Toro 34, disculpa», para que su agresor no lo escuchara. Le pidieron más datos y manifestó que «es que no lo puedo justificar si no viene la policía». Ante la insistencia del técnico, añadió que no sabía qué era lo que ocurría porque «me intentó matar por la casa», en referencia a su tío José Miguel. «No puedo dar explicaciones, solo escúcheme por favor. ¿Vienes en serio?», cuestionó el joven.
Esta primera llamada la realizó de forma conjunta con otras que hizo a sus padres. También les envió fotos en las que se veía un charco de su propia sangre que había en el suelo de la habitación y otra imagen de su rostro herido. También remitió por WhatsApp estos documentos a su primo.
Dos minutos después, a las 21.48 horas y al ver que lo llegaba la policía, Marcos José volvió a telefonear al 112 y preguntó directamente: «¿Podrían mandar a alguien? Creo que acaba de matar a mi abuela». El agresor, según dijo, estaba «en la casa conmigo, pero yo no tengo llaves», apuntó preocupado por si no podrían entrar los agentes al domicilio. Por este motivo y dada la gravedad del momento ya que José Miguel había acabado con la vida de su propia madre instantes antes y luego lo había atacado a él clavándole incluso el cuchillo en el pecho con la suerte de que dio en el esternón, el investigado suplicó al 112 que no dudaran a la hora de entrar en la casa: «Entren directos, no esperen a que nadie les abra», exclamó.
Cinco minutos más tarde, indicativos de la Policía Nacional llegaron al domicilio, llamaron a la puerta y escucharon al otro lado a un varón que les decía que no podía abrir ya que no tenía la llave. Intentaron convencer a este individuo -que se trataba de José Miguel-para que les dejara entrar hasta que escucharon gritos de lucha así como a Marcos José pidiendo auxilio y ayuda. Ante la urgencia, los agentes rompieron la cerradura y al abrir, vieron al estudiante que salió con las manos en alto y ensangrentado. Lo redujeron y les dijo que había apuñalado a su tío «porque tenía miedo».
Los agentes vieron a José Miguel con signos de desvanecimiento y un cuchillo clavado en la espalda. La autopsia determinó que la víctima tenía clavado el arma blanca a la altura de la sexta costilla izquierda y también tenía marcas de mordeduras en el dedo índice de la mano izquierda ocasionadas por su sobrino cuando intentó defenderse.
Marcos José fue detenido y pasó a disposición judicial investigado por un delito de homicidio.
Marcos José fue trasladado primero al centro de salud de Canalejas y luego al Doctor Negrín para ser auxiliado de las heridas de defensa en manos y antebrazos que sufrió y que requirieron para su sanación 25 puntos en total. Tuvo una herida contusa en occipucio, una contundente parietooccipital izquierda, en la región frontal derecha, una en el mentón, una en el codo, otra en el antebrazo, en la región palmar interdigital del primer y segundo dedo y un hematoma subgaleal en línea media.
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