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La Isleta recupera la procesión del Cristo de La Luz 51 años después

La Isleta recupera la procesión del Cristo de La Luz 51 años después

La Semana Santa capitalina tiene este año una cita histórica en el Puerto. El barrio marinero resucita la salida del Santísimo, que no procesionaba por sus calles desde el año 1968

Miércoles, 15 de julio 2020, 04:06

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La Isleta recupera este viernes una tradición que estaba enterrada pero no olvidada. El recuerdo de la procesión del Santísimo Cristo de La Luz seguía vivo en la memoria de los mayores del barrio y en las esperanzas de muchos que querían recuperar esta cita para dar fulgor al Viernes Santo portuario. Hoy, 51 años después, la imagen vuelve a procesionar en los alrededores de la iglesia de La Luz.

Fue en 1968 cuando el Cristo de La Luz dejó de salir para celebrar este periodo litúrgico. Desde aquel momento se decidió colocar la imagen en lo alto del altar mayor, lo que dificultaba que el descenso y manejo del Cristo se pudiera realizar en condiciones de seguridad con los medios existentes. Sin embargo, con la reforma que se acometió en el templo hace unos años, se cambió la disposición de las imágenes -la Virgen volvió a ocupar su antiguo lugar- y el Cristo se instaló en un espacio más accesible.

«Como ya está más cerca, pensamos que tendría sentido recuperar esta tradición en la que la gente tenía depositada tanta fe», explica el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de La Luz, Benjamín Ramírez.

«Siempre ha habido ilusión por recuperar esta procesión, tanto por parte de quienes lo vivieron en su día como de quienes no lo han visto nunca y que ahora van a poder contemplar lo que sus abuelos le contaron un día», prosiguió el sacerdote, «hay generaciones de vecinos que nunca han visto procesionar al Cristo de La Luz».

La salida está prevista en torno a las 20.00 horas de este viernes, justo cuando acabe el oficio de la Pasión del Señor que comenzará en el templo a las 19.00 horas.

La procesión partirá de la iglesia de La Luz y se encaminará hacia los jardines del castillo de La Luz, donde un grupo sinfónico interpretará la marcha fúnebre de Chopin. Luego tomará la calle Juan Rejón, se dirigirá hacia Albareda y tomará la calle Rosarito para encaminarse de nuevo hacia el templo.

Se trata de un recorrido corto que servirá para poner a prueba la acogida que tendrá la procesión de cara a los próximos años.

La zona Puerto de la capital grancanaria fue durante décadas uno de los puntos más importantes de la celebración de la Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria. Baste recordar solo que en Santa Catalina se celebraba una procesión magna en la que se reunían dieciocho tronos de nueve parroquias distintas, más que en la celebración actual del Santo Encuentro de Vegueta.

La procesión del Santo Cristo tiene también un componente artístico indudable. La imagen es obra del artista Fernando Font, quien se basó, en 1931, en una maqueta que dejó Luján Pérez sobre el Cristo de la Sala Capitular de la Catedral.

El Santísimo Cristo de La Luz compartirá el protagonismo de la procesión con Nuestra Señora de La Soledad, una imagen a la que el escultor recién fallecido Martín Chirino le tenía un especial cariño. «Decía que se trataba de una de las mejores imágenes de toda la Diócesis de Canarias», explica el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de La Luz, Benjamín Ramírez, «venía constantemente a ver La Soledad, de la que siempre destacaba los pliegues sutiles del manto».

Las dos figuras ya esperan juntas, en la nave lateral del templo, para salir en procesión este viernes. El Santísimo Cristo de La Luz irá sobre el trono de Nuestra Señora de La Luz aunque con ligeros cambios: en vez de la plata, se ha colocado una malla de oro y un bordado en oro. «Se le ha puesto una decoración más específica del Cristo para diferenciar el trono», detalló el sacerdote, que celebra su primera Semana Santa en la matriz del arciprestazgo de La Isleta.

«Es una procesión sobria que conjuga dignidad porque es Viernes Santo», prosiguió Ramírez, «tiene una vocación especial, la gente le tiene mucho cariño».

La parroquia también ofrece sus importantes vidrieras francesas y el Vía Crucis de factura italiana.

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