La ciudad de los escombros
La basura y los escombros dejan una imagen dantesca en muchos de los barrios de la capital grancanaria. A ello se suman problemas derivados como son los malos olores o la presencia de insectos y roedores que ha llevado a los vecinos hasta el hartazgo y al servicio de limpieza del Ayuntamiento a trabajar con más empeño.
Tan solo esta semana, el servicio de limpiezas del Ayuntamiento capitalino ha intervenido en seis zonas convertidas en vertederos improvisados para ciudadanos que lanzan escombros y diversos objetos sin miramientos a la vía pública: Albiturría, La Paterna, El Polvorín, la carretera de acceso al antiguo acuartelamiento Manuel Lois, la calle Guarela (acceso a Aguas de Firgas) y San Nicolás.
Este hecho de incivismo y vandalismo se ha repetido en varias ocasiones y han sido los propios vecinos quienes han demandado más vigilancia para evitar esta situación.
Los malos olores, roedores y unas condiciones de higiene paupérrimas son los principales problemas a los que se enfrentan por no depositar los residuos en los puntos limpios. Desde la Concejalía han reconocido en varias ocasiones que trasladar el operativo a todos los barrios que componen la ciudad es difícil y que están priorizando las zonas de actuación en base a la demanda de los propios vecinos.
Así, desde el verano pasado la concejalía de Servicios Públicos se ha esmerado en promocionar sus redes sociales tanto en Twitter como en Facebook y en mostrar al ciudadano cuáles son las actuaciones que están llevando a cabo. Mensajes como «La diversión no está reñida con la limpieza», «No es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia» o «Quien contamina, paga» son algunos de los más repetidos para concienciar a la población.
Multas de hasta 1.800 euros
Desde el año pasado, la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria puso en marcha un dispositivo especial de vigilancia para el control de vertidos y residuos en los espacios urbanos y rurales de la capital, en colaboración con el Servicio Municipal de Limpieza. La infracción a la ordenanza municipal puede llevar aparejada una multa de 120 euros por abandonar trastos o 300 en el caso de escombros, unas cuantías que en caso de reincidencia pueden llegar hasta los 1.800 euros.
Los ciudadanos que lo necesiten disponen, además, un servicio de recogida gratuita de trastos a domicilio, a través del teléfono 010 / 928 44 60 00 o bien a través de su página web.