Los socorristas exigen más inversión: «Nos están ahogando»
El Ayuntamiento, que niega la precariedad de los medios de trabajo, dice que no le han pedido mediar en el conflicto con Cruz Roja
Noveno día de huelga protagonizada por los socorristas que alzaron la voz para reclamar unas condiciones laborales más dignas. Bajo el sol y entre turistas, los profesionales responsables de velar por la seguridad en la Playa de Las Canteras se plantaron en La Barra,donde desplegaron un cartel de protesta:«Están ahogando a los socorristas». Alegan que «su trabajo, esencial y de alto riesgo», no está siendo valorado ni remunerado de forma justa.
El representante de los socorristas de la Cruz Roja en Las Palmas de Gran Canaria, David Molina, lamentó que, pese a la gravedad del conflicto, hasta el momento no ha habido ningún tipo de acercamiento o respuesta por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, lo que agrava aún más el sentimiento de abandono.
Hay que recordar que el servicio de salvamento en las playas de Las Palmas de Gran Canaria ha sido adjudicado por el Ayuntamiento a Cruz Roja. «No se invierte bien para una labor tan importante como la nuestra, luego en una semana de carnaval se invierte el doble. Es tremendo. Pasan de nosotros, parece que no quieren solventar la situación», exclama molesto.
Explica que los servicios mínimos son abusivos, un 77%, planeados para que ningún socorristas pueda faltar a su puesto de trabajo: «Ahora somos más que antes de la huelga. Se dio el preaviso 10 dias antes y ellos, de manera inteligente, contrataron más personal para poder tener repuestos suficientes».
«Por ejemplo, el fin de semana pasado, eramos cuatro socorristas en toda la playa de Las Canteras, y creo que hubo hasta cuatro rescates. Deberían ser 14 en toda la playa y la realidad es que no llegamos ni a 10». En contraprestación, se mostró muy tranquilo con respecto al respaldo de la ciudadanía:«Se han involucrado todos, estamos haciendo ruido».
Además, quiso incidir en que exigen «principalmente que se cubran todas las playas, no solamente en verano sino también el resto del año», al tiempo que piden cambiar sillas por torretas, debido a que «en las sillas nos da toda la radiación solar y tenemos que sufrir las inclemencias meteorológicas mientras vigilamos. Es un peligro para nosotros». También, solicitan unas condiciones salariales dignas:«Nos jugamos la vida por 1.070 euros al mes».
«Lo que quiero que entiendan es que la gente paga impuestos para tener seguridad en las playas. Tiene que haber un número determinado de socorristas y no los hay. Entonces, ¿dónde está el dinero que se ahorran pagando el salario de los socorristas que no contratan?», añadió.
La huelga de los socorristas fue debatida ayer martes en la Comisión de Organización, Funcionamiento y Régimen General que se celebró en las oficinas municipales. Allí, el concejal de Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, dijo que resultaba «inoportuno intervenir en un proceso de huelga, ya que esta es una herramienta legítima de los trabajadores reconocida por la Constitución Española, y cualquier intento de mediación no solicitada podría complicar aún más la situación».
Quevedo, que negó la precareidad de los medios de trabajo que aporta el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a los socorristas, aclaró que nadie ha requerido formalmente al Consistorio capitalino para que medie en el conflicto.
Desde el PP, Olga Palacios centró su intervención en las deficiencias que dependen directamente del Ayuntamiento, «como el mal estado de las oficinas, la presencia de plagas, y especialmente el deterioro de las torretas de vigilancia, de las cuales solo una la de La Puntilla cumple con los requisitos adecuados». Señaló que las demás no están fijadas al suelo y presentan riesgos para los socorristas, incluyendo accidentes por fallos en los escalones.
Por su parte, el portavoz municipal de Vox, Alberto Rodríguez, cree que «la plantilla trabaja en condiciones que exceden los límites de la precariedad exactamente el mismo término. Silla de vigilancia que no cumple la normativa de prevención de riesgos laborales, exposiciona más de 20 veces la dosis segura de radiación de ultravioleta en una jornada.
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