Freno a «la especulación» en Guanarteme
La plataforma vecinal Guanarteme se Mueve recoge firmas de apoyo contra la proliferación de obras privadas que entienden ponen en peligro su «tejido social»
«Informar y recabar apoyos para que la gente se posicione en contra de la especulación tan grande que hay aquí». Ese es el objetivo que persigue la plataforma vecinal Guanarteme se Mueve con la iniciativa que puso en marcha el pasado día 5 para n en una conocida plataforma digital, explica Lidia Cruz, una de las integrantes de este colectivo que aglutina a personas que se reconocen preocupadas y afectadas por la situación que se vive en este barrio capitalino debido a la proliferación de promociones de viviendas de carácter privado.
«Las cosas se están haciendo muy mal y al final lo vamos a pagar los ciudadanos», apunta en referencia a estas obras que se acometen en un barrio que asegura presenta importantes carencias.
«No tenemos servicios ninguno, no hay espacios verdes y hay una barbaridad de construcciones que se están haciendo y la playa de Las Canteras la vamos a perder», señala.
Insiste en que «no hay servicios para tanta población» y señala directamente a un alcantarillado que la plataforma ciudadana que representa ya ha denunciado que está obsoleto.
Además, alerta de que «se está fabricando encina del barranco de La Ballena y están desviando el barranco». Una circunstancia que dice ya ha comenzado a tener consecuencias, pues «hay edificios, como uno nuevo de ocho plantas que se hizo en la calle Castillejos, que ya tiene humedades en los garajes porque les ha entrado agua».
La portavoz de Guanarteme se Mueve explica que esta acción de recogida de firmas también la van a iniciar de manera presencial para acercarla a aquellas personas que no tienen acceso a las nuevas tecnologías, sobre todo las de más edad. Y que asegura que «luchamos porque el barrio mantenga el tejido social que tiene».
Cruz explica que buscan tener más información sobre el proceso de transformación en el que está inmerso el barrio y que ha llevado aparejado modificaciones en la circulación. Pues se ha cerrado un tramo de la calle Fernando Guanarteme, en la subida a la carretera de Chile, por las obras del residencial Las Américas, una promoción de 468 viviendas.
Una actuación que ha llevado de la mano cambios de sentido de algunas calles y presencia de camiones de gran tonelaje en calles en las que se han producido hundimientos en la calzada.
Pero además, se prevé reordenar la plaza de América para la prolongación de Mesa y López hasta Las Arenas, una actuación que tampoco tienen clara los residentes.
Apunta que integrantes de esta plataforma vecinal mantuvieron el pasado 27 de junio un encuentro con «una arquitecta de Urbanismo» que «nos dijo lo que ya sabíamos». Por eso reclaman una nueva reunión con representantes «no solo de Urbanismo, sino de Alcantarillado y de Medio Ambiente».
Señala que «están haciendo la primera fase» de este proyecto pero «no sabemos cómo van a ser las siguientes fases, cómo se va a hacer para culminar la ampliación de Mesa y López», un aspecto que cree que el Ayuntamiento tampoco tiene claro.
«Solamente es negocio de unos pocos», se lamenta la portavoz de la plataforma ciudadana que impulsa la recogida de apoyos.
En concreto, en el texto que acompaña la petición de apoyos en change.org, se especifica que «los vecinos y vecinas del barrio de Guanarteme se están viendo afectados y afectadas de forma directa por unas obras privadas en la plazoleta América (entre las calles Fernando Guanarteme y Mario César), donde se lucran de zonas públicas para su propio beneficio, creando macro edificaciones y viviendas vacacionales, deteriorando el tejido social del barrio. Y esto ocurre por las inversiones de fondos externos, siendo imposible la compra y el alquiler de dichas viviendas por su coste tan elevado, obligando a jóvenes y familias a abandonar su hogar y barrio».
«Estas construcciones privadas han desviado el tráfico de Mesa y López, que va hacia Las Torres y sus polígonos industriales por las calles del barrio, llenando Guanarteme de mucho tránsito de vehículos y vehículos pesados, sufriendo así una alta contaminación acústica, ambiental, y la imposibilidad de aparcamiento. Esto genera un problema importante de un continuo malestar y ansiedad para sus vecinos y vecinas», continúa el escrito.
Se añade que estas construcciones imposibilitan la existencia de «espacios libres de humos, de ruidos y de espacios verdes» que tanto precisa el barrio.
Además, se recoge que «el acoso y miedo continuo al que se han visto sometidos los vecinos y vecinas desde hace muchos años, ha llevado a un deterioro en la salud», por lo que ya «es hora de unirnos como comunidad y luchar por nuestros derechos, tranquilidad y habitabilidad» de un barrio por el que se anima a luchar y se exige un cambio.