Estadio Insular: de los goles a los mítines y las murgas

En el parque del Estadio Insular de Las Palmas de Gran Canaria se oirán en 2025 los cánticos de las murgas carnavaleras, pero durante años lo que se cantó desde el gradería fue cada gol de la Unión Deportiva Las Palmas. Y se aplaudieron los mítines políticos de la Transición, cuando la Grada Curva era el medidor de éxito de un candidato y su partido.

El epicentro del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria se trasladará en la próxima edición al parque del viejo Estadio Insular, entre los barrios de Ciudad Jardín y Alcaravaneras, en una edición de 2025 que se desarrollará del 8 de febrero al 16 de marzo. Así lo anunció la alcaldesa de la capital grancanaria, Carolina Darias, en la gala celebrada este jueves por la noche para elegir por votación popular el cartel de la próxima edición de las carnestolendas, consagradas a 'Los Juegos Olímpicos', que es el diseñado por Isaac Alberto Guerrero Medina.

El origen del Insular como estadio de fútbol hay que situarlo en el momento del cierre del Campo España, cuando el Estadio Pepe Gonçalvez «vino a suplir en parte la necesidad de terrenos de juego en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria», como relata Antonio de Armas, historiador de la Unión Deportiva Las Palmas.

El Pepe Gonçalvez echó el cierre el 24 de diciembre de 1944 con una victoria por la mínima del Atlético Club al C.D. Gran Canaria.

Antonio de Armas resume así cómo se llegó al nacimiento del Estadio Insular, una historia vinculada en gran medida a la rivalidad entre clubes que había en la isla: «Los mandatarios y fieles seguidores del Marino C.F. cansados de la hegemonía que ejercía el R.C. Victoria sobre el estadio, teniendo incluso que ir a entrenar al campo de sus eternos rivales, decidieron construir su propio terreno de juego, enmarcándolo en el centro geográfico de la población, entre los dos sectores más populares de la ciudad: el casco de la ciudad, Las Palmas de Gran Canaria y el Puerto de la Luz. Ya en épocas pretéritas Gregorio de León Morales intentó la construcción de un gran estadio para el Marino C.F. pero después de grandes dilaciones la idea no llegaría a prosperar, teniendo que esperar casi veinte años para ver su sueño hecho realidad«.

Todo da un giro cuando entra en escena el empresario Eufemiano Fuentes Díaz, que había accedido a la presidencia del Marino. «La directiva que él presidía y la valiosa colaboración de un grupo de marinistas, decidieron acometer esta magna empresa, dotando a la ciudad de un magnífico estadio para la época», escribe Antonio de Armas. «Entre estos abnegados colaboradores podríamos destacar a Isidro Miranda, Luis Suárez Acosta, Francisco Alonso, Manuel Miranda, Domingo Salas, Manuel Doreste, Isidro Godoy y Juan Rodríguez Doreste, que fue el secretario de la comunidad constructora. A este estadio se le denominó en un principio Estadio Las Palmas, aunque muchos aficionados lo vincularían al Marino C.F. por ser el propietario de la empresa, llamándolo campo de la Empresa Marino CF«.

Fue con posterioridad, al asumir el Cabildo Insular en 1951 la compra del mismo estadio, cuando pasó a denominarse definitivamente Estadio Insular.

El proyecto de la obra se le encargó al arquitecto Fernando Delgado y la construcción a Alfredo Farray. El 25 de diciembre de 1944 tuvo lugar la bendición e inauguración del Estadio Las Palmas. «Acudieron al campo las autoridades civiles y militares, federativos, representaciones de los clubes filiales y numerosas personas invitadas. La ceremonia religiosa estuvo a cargo del arcediano de Canarias Pedro López Cabeza, que fue auxiliado por el párroco de la jurisdicción José Espino Moreno», según detalla el historiador de la UD.

El encuentro inaugural enfrentó a dos selecciones: la de «Las Palmas» y la «del Puerto». En la primera estaban Cristóbal. Victoriero, Naranjo, Jerónimo, Carmelo Campos, Méndez, Pinilla, Polo Oramas, Molowny y Cabrera. En la portuaria estaban Hernández, Cástulo, Pérez, Mentado, Medina, López, Pacuco Penichet, Tomás, Pacuco Jorge, Gallardo y Oramas.

La victoria final fue para la selección de Las Palmas por 2-1 y para la historia queda que el primer gol anotado en el Insular lo marcó Polo.

Pero aquel era un Insular pequeño que luego crecería de forma notable. El aforo al principio fue de 8.000 espectadores, pero al asumir la compra la corporación insular «se iniciaron las reformas para su ampliación, incrementándose el número a veintidós mil localidades. Bajo la consigna 'todo por el deporte', el presidente del Excmo. Cabildo Insular, Matías Vega Guerra, prometió que el fútbol canario no declinaría por falta de apoyo económico, comenzando por la adquisición del Estadio Las Palmas que, como he señalado anteriormente pasó a denominarse Estadio Insular. Cuatro compañías trabajaron en dichas obras: La Hidráulica, Fernando Delgado, Alfredo Farray y Elejabeitia. El Sr. Picart, conservador del gran Estadio Montjuic, se encargaría de dotar al recinto de césped, empleando 2.500 Kg. de semilla holandesa para las tareas de plantación. El nuevo estadio fue reinaugurado con sus mejores galas el 9 de septiembre de 1.951, coincidiendo con el debut liguero de la UD Las Palmas en Primera División ante el Real Madrid».

Tras la fundación de la Unión Deportiva Las Palmas, el Estadio Insular quedó asociado al club amarillo. Fue el templo del fútbol canario por excelencia y su condición de gran recinto abierto hizo que fuese escenario también para eventos artísticos y ya en la Transición también de índole político.

En el Estadio Insular desfilaron grandes artistas, con actuaciones que hoy tendrían como escenario el Gran Canaria Arena o el propio Estadio de Gran Canaria, y hacia la Grada Curva se orientaron las tribunas de los grandes oradores de la política en los procesos electorales de ámbito nacional y también local.

En 2003 la Unión Deportiva Las Palmas se mudó hasta el Estadio de Gran Canaria, en el barrio de Siete Palmas, y el Insular echó el cierre.

Después de una etapa de declive, en 2016 el Insular reabre como parque. En 2025 volverá a tronar pero con los carnavales en lugar de con los goles.

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