el solar donde anida la miseria

Han agotado la vía oficial, con escritos al Ayuntamiento y mociones en el pleno denunciando su situación desde septiembre y ya no pueden más. Los vecinos de Guanarteme están hartos de vivir con miedo por los altercados que se suceden en el solar frente a las Cuarenta Casas, entre las calles Pelayo y El Cid. Una zona de evidente marginalidad que se ha convertido en lugar de chabolismo y casi un estercolero.

«Tienen relaciones sexuales a plena luz del día, lo veo solo con asomarme a la ventana o a la azotea. Me parece muy fuerte que mi hijo no pueda mirar por la ventana. Y no hablemos de la higiene, tiene que venir la cuba a limpiar el callejón de la sangre de los pinchazos, las meadas y las defecaciones», denunció uno de los diez vecinos que contactó con CANARIAS7. «Si no damos la cara es porque vivimos ahí y nos los podemos encontrar, son peligrosos», aseguran.

Los vecinos de los diferentes edificios dicen haber visto a los pobladores del solar con maletas robadas de diferentes hoteles: «Las abren y se quedan con la ropa y las cosas». Los tirones de bolso y los hurtos en los locales de los alrededores se suceden sin impunidad, cuentan. Precisamente el miércoles de esta semana le robaron el bolso a una mujer en Olof Palme. La teoría de algunos afectados es que parte de la gente que vivía en los pasillos del edificio Astoria, en el que se adoptaron medidas de seguridad hace unos meses, son los que ahora residen y se mueven por el solar. «Han atracado a una señora en la puerta de su casa en la calle Gravina, le hicieron daño en la mano», comentaron. Dicen que estar preocupados por los «viejitos viudos a los que tienen acosados», las mujeres en situación de prostitución y drogodependencia. Los vecinos insisten en que el Ayuntamiento conoce la situación y en especial su concejal de distrito, Sergio Millares, al que acusan de hacer caso omiso a su denuncia.

El dueño del solar, Ricardo Suárez, anunció que lo limpiará y lo vallará con bloques.

Han agotado la vía oficial, con escritos al Ayuntamiento y mociones en el pleno denunciando su situación desde septiembre y ya no pueden más. Los vecinos de Guanarteme están hartos de vivir con miedo por los altercados que se suceden en el solar frente a las Cuarenta Casas, entre las calles Pelayo y El Cid. Una zona de evidente marginalidad que se ha convertido en lugar de chabolismo y casi un estercolero.

«Tienen relaciones sexuales a plena luz del día, lo veo solo con asomarme a la ventana o a la azotea. Me parece muy fuerte que mi hijo no pueda mirar por la ventana. Y no hablemos de la higiene, tiene que venir la cuba a limpiar el callejón de la sangre de los pinchazos, las meadas y las defecaciones», denunció uno de los diez vecinos que contactó con CANARIAS7. «Si no damos la cara es porque vivimos ahí y nos los podemos encontrar, son peligrosos», aseguran.

Los vecinos de los diferentes edificios dicen haber visto a los pobladores del solar con maletas robadas de diferentes hoteles: «Las abren y se quedan con la ropa y las cosas». Los tirones de bolso y los hurtos en los locales de los alrededores se suceden sin impunidad, cuentan. Precisamente el miércoles de esta semana le robaron el bolso a una mujer en Olof Palme. La teoría de algunos afectados es que parte de la gente que vivía en los pasillos del edificio Astoria, en el que se adoptaron medidas de seguridad hace unos meses, son los que ahora residen y se mueven por el solar. «Han atracado a una señora en la puerta de su casa en la calle Gravina, le hicieron daño en la mano», comentaron. Dicen que estar preocupados por los «viejitos viudos a los que tienen acosados», las mujeres en situación de prostitución y drogodependencia. Los vecinos insisten en que el Ayuntamiento conoce la situación y en especial su concejal de distrito, Sergio Millares, al que acusan de hacer caso omiso a su denuncia.

El dueño del solar, Ricardo Suárez, anunció que lo limpiará y lo vallará con bloques.

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