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Dos agentes de la Policía Local evitaron el sábado 24 de agosto que una mujer se suicidara clavándose un cuchillo en plena calle.
En torno a la medianoche del 24 al 25 de agosto, el Centro de Emergencias de Las Palmas de Gran Canaria (Cemelpa) emitió aviso sobre un caso de autolesiones, en el que se alertaba de que una mujer se había cortado la cara y las venas de los brazos, en la calle Albareda, cerca del mercado del Puerto.
Cuando los agentes de la Policía Local llegaron al lugar de los hechos, se encontraron con una señora que estaba en plena calle y que tenía algunos cortes superficiales en su brazo derecho. Al ver a los dos policías, la mujer cogió el cuchillo, que tenía una hoja de unos nueve centímetros, y se lo puso en el estómago. Y les advirtió de que se acercaban, se lo clavaría, asegurando que se quería suicidar.
Testigos presenciales de los hechos informaron de que uno de los agentes empezó a hablar con la mujer. Mientras este policía la distraía, el otro pudo acercarse hasta ella sin que se diera cuenta y pudo arrebatarle el cuchillo sin que sufriera más lesiones.
La mujer era una tinerfeña que había venido a Las Palmas de Gran Canaria a pasar el fin de semana en compañía de sus dos hijas y un amigo de ellas, todos menores de edad.
Aunque la señora reaccionó en principio con insultos, luego se tranquilizó y fue trasladada a la unidad de salud mental del Hospital Negrín, donde recibió el alta cuatro horas más tarde.
Durante ese tiempo, la Policía Local tuvo que permanecer con los menores de edad ya que no había recursos disponibles de acogida ni en el ámbito municipal ni en el autonómico.
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