Los Dolores de Triana ya no camina sola
El Cristo del Perdón y la Misericordia acompaña por primera vez a la Virgen en la procesión que sale la tarde de este martes desde San Telmo (19.30 horas)
La parroquia de San Bernardo y San Telmo era en la mañana de este lunes un lugar en el que no había tiempo para el descanso. Pues al mucho trabajo que conlleva arreglar el trono de la Virgen de los Dolores de Triana para una salida que desde el pasado año cambió al Martes Santo para evitar coincidir con el Santo Encuentro, en esta ocasión año se suma un esfuerzo extra: el que supone preparar al Cristo del Perdón y la Misericordia, que por primera vez toma parte en una procesión que cumple 32 ediciones.
La imagen, donada por María Esperanza Talavera, integrante de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Triana, fue bendecida el pasado viernes y ya cuenta con todos los parabienes del Obispado para este estreno, como confirma José Luis Rivero, Hermano mayor de la institución.
Explica que procesionará «en un trono que no es el del Cristo, sino el de La Burrita, con lo que hay que adaptar algunos detalles. Cuando se le haga el suyo será más fácil».
Mientras comenta estos detalles, parte del equipo de cargadores de la Virgen multiplica esfuerzos para que ambos pasos estén en perfectas condiciones antes de su encuentro con los fieles en las calles del entorno del barrio comercial.
Unas tareas a las que se entregan integrantes tan veteranos como Rosy Pérez, satisfecha de poder volver a cargar la imagen de los Dolores bajo el trono, ya que el año pasado por la pandemia se tuvo que llevar por fuera, con varales, al estilo Málaga. «Llevo más de 15 años como cargadora y deseando no cumplir para no perder fuerzas y poder seguir», comenta con una sonrisa.
Apunta que, como en año anteriores, vuelven a contar con internos del Santo del Negro -15 en esta edición- para ayudar a cargar el trono de la Virgen pero también colaborarán para empujar el del Cristo, que va a ruedas. «Vienen entusiasmados y algunos vienen hasta de permiso», reconoce.
Es la Virgen la que «los engancha» y por eso «siguen viniendo», dice quien reconoce que «ningún cargador puede explicar lo que significa» llevar la imagen. «Tienes que estar debajo, es vivirlo, porque es compañerismo, emoción... Se viven muchas cosas ahí debajo y cómo en tan poco tiempo haces tanta unión», dice sobre las 21 personas que portan la imagen, «más los que van por fuera».
Un sentimiento que también cala en los más jóvenes, como Juanma Rodríguez, que con 23 años vivirá este martes su primera salida. Apunta que participó en diciembre pasado en la procesión extraordinaria de la Virgen de La Luz, en el Puerto. «Lo vivo con mucha ilusión» dice quien afirma que no lo dudó cuando recibió la llamada de Carlos Darias, el capataz, y que avanza que ha llegado para quedarse. «De aquí no me muevo», dice sonriente.
Pero el benjamín es Juan Carmelo Navarro, que con 17 años va a cargar por primera vez un trono que también lleva su padre, Juan Francisco Navarro. «Me ha dicho que no estuviera nervioso y que disfrute porque esto solo se vive una vez», dice sobre los consejos que le ha dado.
Arreglos florales
Ramón Fernández-Caro cumple 23 años como responsable de vestir a la Virgen de los Dolores, que este año estrena rostrillo y pañuelo, fruto de la donación de un amigo de la Cofradía. Además, es el encargado de los arreglos florales de un trono que lucirá «claveles y anastasias blancas y, como siempre, el friso todo de calas» que son la promesa de una fiel que ya no está pero ha continuado su familia.
Además, este año añade una tarea extra con el trono del Cristo del Perdón y la Misericordia, que lucirá «lo mismo que La Burrita, «anastasias y anturios».