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Imagen del juicio de este martes. F. J. F.

Cuatro de los siete acusados de traficar con coca lo reconocen

Tribunales ·

El fiscal no alcanzó un acuerdo con todos los encausados porque tres de ellos negaron haber participado en la trama

Francisco José Fajardo

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 21 de febrero 2024, 01:00

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Cuatro de los siete acusados de pertenecer a una trama criminal encargada de importar cocaína desde la isla caribeña de Curazao hasta Las Palmas de Gran Canaria a bordo de un velero, reconocieron los hechos este martes en la primera sesión del juicio celebrado ante la Audiencia Provincial de Las Palmas. Todos menos tres, Alain M.E., que alegó no tener nada que ver con causa e Iker S.A. y su padre José Luis A.M., que argumentaron que no conocían el motivo del viaje en barco, a pesar de que el resto de encausados declararon que ellos participaron de forma activa en el traslado de 96 kilos de cocaína a la isla.

En este escenario, las defensas de los cuatro acusados que asumieron su culpabilidad no pudieron sellar un acuerdo de conformidad con el nuevo fiscal Antidroga, Miguel Portell, para así concluir con el juicio, que proseguirá este jueves con una sesión en la que, probablemente y dada esta confesión múltiple, las partes renunciarán a un número importante de testigos.

Los acusados Francisco M.G., José M.M.A., Francisco S.R. y Juan C.R. aceptaron haberse puesto de acuerdo para realizar «actividades de transporte de sustancia estupefaciente», según el fiscal, en una operación que se comenzó a gestar los meses de noviembre y diciembre de 2015. Según los hechos que recoge el escrito de la Fiscalía, José M.M.A. y Francisco M.G. tenían la misión de «dar cobertura económica a la operación», así como la de adoptar las decisiones convenientes a la finalidad que buscaban, que era «recibir la sustancia estupefaciente para proceder a su venta posterior».

José M.M.A. fue el encargado de comprar varios detectores de metales para detectar la presencia de GPS policiales y fue quien reconoció este martes haber contactado con Iker S., con su padre José Luis A.M. y con Juan C.R.N., que eran los pilotos del velero.

Quien pagó todos los gastos fue José M.M.A., que abonó los importes de las reparaciones del barco, la compra de billetes de avión, la compra de móviles y del pago a los colaboradores. De la misma forma, José M.M.A. declaró que Iker S. A. se encargó de la logística de las comunicaciones y los teléfonos móviles para que todos los miembros de esta trama estuvieran en contacto.

Así, adquirieron un velero de nombre Whatever, que pusieron a nombre de Juan C.R. y que Iker S. A. trasladó desde el Puerto de Las Palmas hasta la isla caribeña y, una vez allí, cargarlo con cocaína. Quien lo trajo de vuelta fue Juan C. R.

El 9 de diciembre de 2015 se produjo el abordaje del Whatever en el Atlántico por parte de las autoridades policiales. A bordo hallaron 95 kilos de cocaína con una riqueza media del 68,93% y un kilogramo más de la misma sustancia con una riqueza del 68,51%. El cargamento permanecía oculto en el interior de unas bombonas de gas y de una batería de la embarcación.

Según los precios del mercado negro, la droga incautada alcanzaría un valor de 3.283.872 euros.

El acusado Alain M.E., según la acusación, fue la persona encargada de realizar todas las tareas de reparación mecánica del velero Whatever, mientras que Francisco S.R. fue quien se encargó de transformar la embarcación «para poder hacer sitio a la droga que iba a ser transportada, realizando modificaciones eléctricas de forma que el barco pudiera navegar con una sola batería y el hueco de las otras pudieran contener la droga incautada», detalló el fiscal.

El juicio proseguirá este miércoles con la declaración de policías y testigos en una vista que se celebra ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

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