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El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha aprobado un informe que respalda la posibilidad de que la familia de Romina Celeste, la joven paraguaya de 25 años asesinada en Lanzarote por su esposo, Raúl Díaz Cachón, reciba una indemnización debido a un funcionamiento anómalo de la justicia. Este informe apunta a la existencia de dilaciones indebidas en el proceso judicial.
Según adelantó el portal Confilegal, el siguiente paso corresponde al Ministerio de Justicia, que debe decidir si acepta la recomendación del CGPJ sobre la responsabilidad patrimonial del Estado o si el caso debe resolverse en la jurisdicción contencioso-administrativa.
La madre de Romina Celeste ha solicitado una compensación de 317.373 euros, argumentando tanto las dilaciones procesales como la destrucción del pulmón de su hija. Esta solicitud ha sido presentada con el apoyo de los abogados Emilia Zaballos y Francisco Manuel Jiménez.
Crimen atroz
Romina Celeste desapareció la noche de Año Nuevo de 2019. Su esposo, Raúl Díaz Cachón, no denunció la desaparición hasta una semana después, y desde el principio recayeron sobre él las sospechas. Finalmente, cuatro años y medio más tarde, la Audiencia Provincial de Las Palmas lo condenó a 15 años y 9 meses de prisión por maltratarla reiteradamente, asesinarla, desmembrar su cuerpo y deshacerse de los restos en el mar, tras intentar quemarlos. Sólo se recuperó un pulmón de la víctima.
El proceso judicial enfrentó importantes retrasos, lo que permitió que el acusado saliera de prisión preventiva el 12 de enero de 2023, después de haber cumplido el tiempo máximo permitido de cuatro años sin que el juicio se hubiera celebrado. Según los abogados de la madre, esta situación causó un «inmenso dolor» y un «daño psicológico brutal».
Las dilaciones comenzaron, según los abogados, en enero de 2020. Por ejemplo, mencionaron una gestión deficiente en relación con una prueba que consideraron «meramente circunstancial» y «prácticamente irrelevante» para esclarecer los hechos. En un auto del 18 de noviembre de 2020, se solicitó un informe para determinar si unas tijeras podían haber sido utilizadas en el desmembramiento del cuerpo. Este informe no fue entregado hasta el 23 de marzo de 2022, dos años y medio después de haber sido solicitado.
En otra ocasión, el 20 de septiembre de 2021, la defensa presentó un recurso de apelación que no fue oficialmente registrado hasta el 25 de noviembre de 2021, casi dos meses más tarde, lo que también afectó los tiempos del procedimiento.
Sin los restos de su hija
Además del impacto emocional derivado del asesinato y las demoras procesales, la madre de Romina enfrentó la pérdida de la única parte del cuerpo de su hija que había sido recuperada: un pulmón. Según los abogados, la primera jueza de instrucción, en 2019, había asegurado a la familia que podrían llevarse esa parte a Paraguay al finalizar el caso. La madre incluso preparó una hornacina para conservar el pulmón. Sin embargo, tras el juicio, se les informó de que el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses lo había destruido, dejando sólo pequeños fragmentos, lo que impidió a la madre cerrar el duelo de forma adecuada.
El CGPJ ha concluido que el procedimiento judicial incluyó elementos de funcionamiento anormal por parte de la Administración de Justicia, lo que respalda la solicitud de indemnización presentada por la familia.
El condenado, Raúl Díaz Cachón.
Arcadio Suárez
Su esposo fue condenado a 15 años y tres meses por asesinarla
Raúl Díaz Cachón fue condenado a 15 años y tres meses de cárcel por matar a su mujer, Romina Celeste Núñez, trocear y quemar su cadáver en una sentencia de fecha 8 de junio de 2023, tras reconocer los hechos ante un jurado popular.
Fue el acto final de una brutal historia de violencia, una relación en la que el condenado actuó «con total desprecio por la integridad física y estabilidad emocional» de la víctima, «tanto en el domicilio como fuera de él», reflejó la sentencia.
El juicio arrancó el 2 de junio con el condenado en libertad provisional, ya que en enero de ese 2023 se había cumplido el plazo máximo legal de prisión preventiva sin que se celebrara el juicio, cuatro años.
La sentencia hizo un relato de la historia de violencia que sufrió la joven desde que inició su relación con su asesino hasta el día que la mató «al considerarla un ser inferior con el que podía desatar su rabia, y ello por el hecho de ser una mujer joven, extranjera y sin recursos que ejercía la prostitución para mantenerse económicamente».
En Nochevieja de 2019 «la golpeó en distintas partes de cuerpo hasta darle muerte». Luego troceó y quemó el cuerpo en una barbacoa y esparció sus restos en el mar. Estuvo más de cuatro años negándolo hasta que lo admitió el primer día del juicio.
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