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Los vecinos de Las Torres acordaron este jueves constituir una comisión negociadora para discutir, de forma inmediata, con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria , el contenido de la modificación del Plan General de Ordenación, que supone la expropiación de 127 casas terreras y de unas 900 personas, según los cálculos hechos por los vecinos. La decisión se tomó durante una concentración de protesta contra los planes municipales que tuvo lugar en la plaza de la Ascensión al grito de «las casas de Las Torres no se botan».
Los vecinos han presentado también 291 alegaciones contra la modificación del Plan General en el ámbito de Nueva Ciudad Alta, un trámite que tiene en contra también a los barrios de Siete Palmas, Los Tarahales, Barrio Atlántico y la urbanización Reina Mercedes, con el apoyo de movimientos como Guanarteme se Mueve.
El plan que impulsa el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, y que todavía está en exposición pública, apuesta por el crecimiento en altura con bloques de hasta 20 pisos en varios puntos, pero en el caso de Las Torres se da la circunstancia de que se proyectan espacios libres y zonas verdes sobre casas terreras.
Visiblemente emocionado por el esfuerzo y el reto que tiene por delante en defensa de la identidad y la configuración del barrio, el presidente de la asociación de vecinos Las Torres Altas (Avetal), Juan Angulo, en unión a la asociación Tarjas, aseguraba que lo que trataban de defender era una forma de vida. «Aquí todos los vecinos han luchado por sus casas», dijo en referencia al esfuerzo de autoconstrucción con el que creció este barrio, «antes no querían a Las Torres y ahora se pelean por la zona».
Durante la concentración, se repartió un escrito que se va a hacer llegar a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, para que visite el barrio «y de manera respetuosa, de forma personal y cara a cara, le podamos expresar nuestro sentir».
El escrito advierte de que «el supuesto progreso de la ciudad no puede tener sus bases en el perjuicio y daño al que pudieran someter a los ciudadanos». Por eso, insiste en el mensaje: «Nuestras casas, nuestra historia y nuestra vida no se tocan».
Marcos Rivero Por su parte, Marcos Rivero regentó durante más de 30 años una de las ferreterías de Las Torres, un negocio que ahora mantienen sus hijos y que también aparece como objeto de expropiación en la planificación que impulsa el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. «Esto no se debe hacer», lamenta. Asegura que, de materializarse, la expropiación podría suponer un tiro de gracia para el negocio familiar porque los precios actuales de los inmuebles dificultan mucho empezar de cero para cualquier empresa familiar.
Los vecinos de Las Torres están asesorados por el arquitecto Carmelo Suárez, quien recordó a los vecinos que «ustedes fueron los primeros que llegaron a aquí, y empezaron a construir y a vivir sin agua, sin luz ni alcantarillado, por eso digo que el barrio es fruto de un esfuerzo colectivo». En su opinión, carece de lógica «plantear si quiera quitarles sus casas y meterlos en una caja de escalera de veinte plantas, como si fueran una reserva india».
«El Plan General será resiliente, sostenible y descarbonizado, pero a ustedes los echan», dijo antes de reclamar la anulación de la modificación del planeamiento.
Ramón Domínguez Este vecino explicó que la propuesta municipal supone la expropiación de una casa de tres plantas que sus padres tiene alquilada para pagar la asistencia sociosanitaria que reciben en su hogar. «Mis padres están muy nerviosos porque se sacrificaron toda la vida para tener esto», explica. «Les di la noticia poco a poco, para que no les afectara tanto porque tienen 85 y 81 años», prosigue. Lamenta que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no les haya informado de nada.
El representante vecinal de Los Tarahales, Ramón Hernández, manifestó la misma preocupación que el resto de los representantes vecinales que se dieron cita en la plaza de la Ascensión, en el barrio de Las Torres. «No han contado con los vecinos», aseguró. Recordó que la propuesta municipal no recoge reivindicaciones históricas, como la conexión directa con la circunvalación.
Ramón Domínguez explicó que la propuesta municipal supone la expropiación de una casa de tres plantas que sus padres tiene alquilada para pagar la asistencia sociosanitaria que reciben en su hogar. «Mis padres están muy nerviosos porque se sacrificaron toda la vida para tener esto», explica. «Les di la noticia poco a poco, para que no les afectara tanto porque tienen 85 y 81 años», prosigue. Lamenta que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no les haya informado de nada.
Pedro Hernández Por último, Pedro Hernández, que se instaló con 14 años en el barrio y que a los 24 empezó a hacerse su casa, lamenta la propuesta del Ayuntamiento. «Nos han dejado sin dormir por este fregado», se queja. Recuerda que Las Torres creció como un barrio obrero con la llegada de gente de Tejeda, La Aldea, La Isleta y Guanarteme, que fabricaron las primeras casas hace ya casi cien años. Su casa aparece como un jardín. Dice que se reunió con el edil de Urbanismo, al que le reprochó la «incertidumbre» generada.
Ramón Domínguez explicó que la propuesta municipal supone la expropiación de una casa de tres plantas que sus padres tiene alquilada para pagar la asistencia sociosanitaria que reciben en su hogar. «Mis padres están muy nerviosos porque se sacrificaron toda la vida para tener esto», explica. «Les di la noticia poco a poco, para que no les afectara tanto porque tienen 85 y 81 años», prosigue. Lamenta que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no les haya informado de nada.
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