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Un nuevo pleno extraordinario (y ya van tres este mes) ha servido este miércoles para generar el crédito que permitirá pagar los carnavales de verano (1,69 millones) y las fiestas de barrio (586.831 euros). La decisión fue aprobada en solitario por el grupo de gobierno en una tensa sesión en la que todos los concejales de la oposición, salvo Carmen Guerra, se ausentaron antes de iniciar la votación en señal de protesta.
El debate estuvo lleno de reproches y descalificaciones por la gestión de los fondos públicos y las críticas. Y terminó con la advertencia del concejal no adscrito, José Antonio Guerra, de llevar a los tribunales a la edila de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, si no retiraba la alusión que le había dirigido como tránsfuga.
El momento previo a la votación fue el más ácido de la mañana. Primero, el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, que presidía la sesión por ausencia del alcalde, Augusto Hidalgo, recriminó a la oposición que criticara que no estuviera presente el primer edil. Y luego, la intervención de Inmaculada Medina terminó de encender los ánimos cuando arremetió contra los concejales Carmen Guerra y José Antonio Guerra. «Tener poca vergüenza es escuchar a dos tránsfugas hacer política rancia y hacer el ridículo», indicó.
En ese momento en el que la oposición se levantaba en señal de protesta, por lo que consideran un gasto que no fue justificado en fiestas, y que interpretan desde el mero interés electoral, el edil José Antonio Guerra respondió a estas alusiones personales y exigió a Medina que retirara sus palabras, bajo la advertencia de que, en caso de no hacerlo, tomaría medidas legales ya que él no es un tránsfuga, sino que es un edil no adscrito por haber abandonado su grupo.
También Carmen Guerra se manifestó en el mismo sentido. «Usted está nerviosa, pero ha cometido un error al pedir el segundo turno porque tendría que pedir perdón a los ciudadanos», le dijo a Medina, «yo no voy a abandonar el pleno porque por encima de mí, está mi condición de concejal».
«¿Esto fue una alusión o una alucinación de la señora Guerra?» se le oyó a decir a Inmaculada Medina fuera de micrófono.
«Debe tomarse el tratamiento antes del pleno», le respondió Guerra, bajo la advertencia de presidencia de que retirara estas palabras, cosa que no hizo la edila no adscrita.
Bajo este ruido, lo que hizo el Ayuntamiento este miércoles fue trasladar el nuevo crédito a la Sociedad de Promoción, con la justificación de tener que hacer frente a los gastos no previstos en el presupuesto. «A medida que transcurre el año, además de la programación establecida, van surgiendo nuevos eventos y actividades no previstos inicialmente que se determinan como convenientes para la Ciudad y resulta necesaria su ejecución en el presente ejercicio así como la realización del denominado Carnaval de calle que al no estar autorizados por la situación pandémica todavía existente en febrero se tuvieron que posponer hasta que fuera viable su realización, la cual ha tenido lugar en el mes de julio de 2022», consta en el informe.
Con estos 1,69 millones de euros, el coste de los carnavales se eleva finalmente hasta los 4,2 millones de euros, lo que representa un 68% más de lo presupuestado inicialmente.
Carnaval de verano, que se celebró entre el 1 y el 3 de julio. Recibe casi 515.000 euros. Destacó la cabalgata, que fue tan rápida que acabó en dos horas y media.
Aportación a los grupos del carnaval: 270.000 euros.
Jornadas de carnaval: casi 19.000 euros
Carroza adaptada para que las personas con movilidad reducida pudieran participar en los desfiles y cabalgatas. Costó casi 105.000 euros.
Campañas para promocionar la candidatura del carnaval como fiesta de interés turístico internacional: unos 146.000 euros.
Financiación de conciertos en los que se promocionó el carnaval, como los de Pet Shop Boys, Morat, Rozalem o el Granca Live Fest. Se invirtió 263.000 euros.
Participación en el concurso de maquillaje corporal de Austria: casi 26.000 euros.
Patrocinio de eventos en los que el carnaval se utiliza como reclamo, como el Festival Tara Fishing Triana o la presentación de la revista Show Room en el castillo de La Luz. Costó 44.000 euros.
Pasarela Carnaval Fashion World: 274.000 euros.
Encuentro de batucadas: 25.000 euros
Además, y también por urgencia, el pleno aprobó el uso de 586.831,39 para financiar las fiestas de cinco barrios cuya organización lleva meses esperando por el abono.
Fiestas del Carmen: 102.613 euros
Fiestas de San Lorenzo: 173.000 euros
Fiestas de Los Dolores: 137.928,89 euros
Fiestas de La Naval: 101.489,5 euros
Fiestas del Pilar: 71.800 euros
Desde Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria se asegura que «estas actividades no estaban previstas inicialmente en el presupuesto asignado a la Sociedad de Promoción, sino que surge la necesidad de afrontar las mismas por causa de interés general, a efectos de que puedan desarrollarse esas actividades en un marco de vuelta a la normalidad tras los dos ejercicios anteriores de restricciones por causa de la pandemia, y que contribuyen a una reactivación del tejido empresarial cultural, artístico y económico de los lugares en los que se desarrolla».
Pese a que no estaban previstas, y no disponían por tanto de aplicación presupuestaria, el Ayuntamiento las sacó a concurso público y las adjudicó a tres empresas diferentes.
Algunas de estas celebraciones resultaron polémicas porque, en determinados momentos, la falta de agentes de la Policía Local provocó que los trabajadores de una empresa de desatascos, que colaboraba en la organización con la colocación de sus vehículos en cruces en aplicación de las medidas de protección antiterrorista, tuvieran que regular el tráfico.
La aprobación de los dos expedientes de modificación de crédito contó con el apoyo del grupo de gobierno en solitario. El coordinador general de Hacienda, Antonio Ramón Balmaseda, justificó la urgencia en la consideración de que hoy es el último día para hacerlo y poder efectuar los pagos.
La portavoz del PP, Pepa Luzardo, no entiende que se traiga por urgencia un asunto solo tres días después de celebrarse un pleno ordinario. «Hemos celebrado seis plenos, que no son gratuitos, cuestan dinero a la ciudad», expuso, «no es algo extraordinario pagar las cinco fiestas de la ciudad cuando se adjudicaron en julio y llevan desde septiembre engañando a las productoras, diciéndoles que les pagan el mes que viene».
Aseguró que lo que establece el presupuesto de la Sociedad e Promoción es «una mentira» porque se va inflando a lo largo del año. Y advirtió que, sin la regla del techo de gasto, no se hubiera podido pagar estas facturas. «Hicieron un concurso para la organización de las fiestas de la ciudad, lo adjudicaron y ahora no veo que hayan quitado un adelanto de 50.000 euros que se pagó», expuso, «es indecente jugar con el dinero de pequeñas empresas».
Pidió las facturas de la carroza adaptada y dudó de que se hubiera hecho un concurso público para adjudicar esta iniciativa. Lo mismo dijo de las jornadas de carnaval del Miller, que superan los 15.000 euros que marca la norma para adjudicar de modo directo. «Cuando el PP gobernaba, el carnaval costaba 1,2 millones de euros y ahora, que no se presupuesta todo el coste, vale 4,2 millones de euros», indicó, «si esta cantidad la hubieran hecho para familias necesitadas, hubiera tenido sentido, pero aquí solo hay dinero para Promoción».
Lidia Cáceres, de Ciudadanos, también rechazó la urgencia por entender que las prisas responden al «autobombo» electoral del PSOE y de la concejala Inmaculada Medina. «Este es el verdadero problema del carnaval, que no se mira por la fiesta sino solo por sacar el máximo rédito político», expuso.
Para ella, la justificación de la Sociedad de Promoción para pedir el dinero carece de rigor. «El carnaval estaba presupuestado en 2,5 millones de euros, ¿qué hizo con ese dinero si no hubo mogollones ni carnaval de día?», le preguntó a la responsable política de la fiesta, Inmaculada Medina. «Además, descubre por vez primera que los grupos de carnaval necesitan el dinero por anticipado, curiosamente este año (electoral)», le recriminó. Y encima denunció que se siga sacando concursos sin partida presupuestaria, como ocurrió con las fiestas de los barrios.
El portavoz de CC, Francis Candil, se opuso a la urgencia porque «todo lo que hay en el orden del día eran asuntos previstos, algunos de 2021, y no entendemos que se venga ahora a un pleno deprisa y corriendo». Para el edil nacionalista, «estamos ante una orgía de millones; estamos pagando un carnaval que estaba presupuestado con 2,5 millones y ahora necesita 1,6 millones más; también me gustaría que pudiéramos adelantar el dinero a las ONG y que no tengan que estar esperando todo el año».
Su parecer es que todas las fiestas deberían estar presupuestadas. «Es la traca final de este mandato, hacer un gasto fácil, pagar fiesta debe ser la gran política de este pacto de izquierdas progresista», espetó al gobierno municipal, «no hay nada para rehabilitar viviendas, hacer paseos peatonales…, las perras que tenemos en el banco son para fiestas, no hay más recursos para servicios sociales tampoco». Calificó de «lamentable» la justificación dada para permitir la generación de crédito.
La concejala no adscrita Beatriz Correas dijo que «esto es desmadre a lo Hidalgo» y que «el cachondeo en la gestión del dinero público no tiene precedente» porque se están pagando cosas que se hicieron en verano y deberían estar pagadas. «No pienso ser cómplice de esta parodia que están haciendo con el dinero público», advirtió.
Carmen Guerra, la otra concejala no adscrita, lamentó que se sucedan las modificaciones de crédito. «Es el ejército de Pancho Villa», indicó, «el carnaval nace con un presupuesto de 2,5 millones y hoy le colocan 1,6 millones más, casi un 70% más del presupuesto inicial, o sea, que el carnaval ha costado cuatro millones de euros». En su opinión, el Ayuntamiento maltrata a todas las empresas que trabajan con él. «Tienen que colocar este dinero para fiestas y boato, y, mientras, seguimos sin subir ninguna partida de servicios sociales y tenemos al Banco de Alimentos con 20.000 euros», denunció Guerra.
Por su parte, el edil no adscrito, José Antonio Guerra, pidió que se pagara en tiempo y forma. «No estoy de acuerdo con el pleno, ni con inyectar más dinero en farándula».
La concejala de Carnaval, Inmaculada Medina, expuso que el presupuesto de 2022 fue ejecutado, pero que surgieron nuevos eventos y actividades no presupuestados. «Fue la primera vez que el carnaval tuvo actos en verano en el parque del Estadio Insular, la plaza de España, la plaza de La Música y el parque de Santa Catalina», detalló.
Achacó al PP que «jamás se reunió con los grupos» y recordó que en el último año de mandato de Pepa Luzardo se contrató a Shakira y se pagó con los fondos de la sociedad Hotel Santa Catalina. «Voy a seguir apostando por que el carnaval sea la fiesta más importante de la ciudad», se defendió.
«Todo estaba previsto, pero el carnaval de verano no se había hecho y lo pudimos hacer superado el estado pandémico», resumió. Antes de renunciar a su segundo turno de intervención -cosa que luego no hizo- criticó a la oposición por su cinismo.
Quienes sí hicieron uso del derecho a réplica fueron los concejales de la oposición. Así, Luzardo demandó un análisis de la rentabilidad de la inversión. «mientras tengamos 700 chicos sin ser atendidos en servicios sociales, mientras no se haga un plan de choque en el área social, esto es una vergüenza, piensan que los voladores dan votos», sentenció.
En su segunda participación, Lidia Cáceres aseguró que Medina «se mira al ombligo» cuando habla de las carnestolendas. Y demandó mayores explicaciones del gasto.
El concejal Candil ironizó sobre la creatividad de la gestión del grupo de gobierno. «La realidad es que el carnaval, que estaba previsto en 2,5 millones, se ha ido a cuatro millones y todavía no he oído ni una solo justificación», le reprendió, «el final de este gobierno es de voladores, tracas, fiestas y parranda».
Carmen Guerra aplaudió que Medina renunciara al segundo turno. «Para hacer el ridículo ya está bastante con el primero», sentenció.
Y José Antonio Guerra coincidió con ella en que no se está hablando del resultado de la fiesta, sino de hablar de la cantidad económica que hay que inyectar a un presupuesto que estaba contemplado. «Esto es la vieja política, rancia, que da la vuelta a la tortilla», replicó, «especifique por qué no se previó este dinero».
Con estas dos nuevas modificaciones de crédito, en lo que va de año, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha financiado ya operaciones por valor de 95,62 millones de euros con cargo al remanente de tesorería, esto es, del dinero que tiene en caja.
Esta cantidad supera ya la disposición que se hizo en 2021 (94,5 millones) al amparo de la suspensión del techo de gasto y del principio de estabilidad presupuestaria. Esta eliminación ha supuesto un alivio para una administración que ha tenido que afrontar el pago de numerosas sentencias judiciales como consecuencia del abono tardío, cuando no del impago, de facturas. Hay que tener en cuenta que, sin la retirada de las reglas fiscales, el Ayuntamiento solo habría podido financiar operaciones por valor de 6,15 millones de euros.
Por centros gestores, las áreas que más obligaciones han podido afrontar, son Aguas, con 26,65 millones de euros a Emalsa por impagos, reclamaciones judiciales e intereses de demora; y Vías y Obras, con 12,14 millones de euros, en buena medida por carecer de contrato el servicio.
Otras áreas que han podido aliviar su deuda gracias a los remanentes son Urbanismo (10,29 millones), Cultura (4,2 millones), Movilidad (6,6 millones), Servicios Sociales (3,3 millones) o Limpieza (8,11 millones).
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