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De culminar de manera positiva la propuesta de declaración de zona saturada para la instalación de terrazas en las calles Cano y Arena, Triana se convertirá en el primer barrio de Las Palmas de Gran Canaria en tener una ordenación de este tipo, previsto en la ordenanza de 2019 para prohibir la instalación de nuevas mesas y sillas en la vía pública en aquellas zonas en las que se produzcan molestias a los vecinos.
Fuentes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria detallaron este martes que la decisión final se adoptará en función de los informes técnicos preceptivos, si bien no existe ningún plazo para culminar la tramitación de la declaración de zona saturada para la instalación de terrazas.
Esta decisión supone la culminación de una serie de actuaciones que ha adoptado el Ayuntamiento de Las Palmas de gran canaria respecto a las denuncias de un grupo de vecinos de Triana, junto a la Asociación del Daño Cerebral Adquirido Gran Canaria (Adacea), contra los titulares de cuatro locales de restauración de la calle Cano y otro más de la calle Arena.
Así, en 2023, el servicio de Protección del Paisaje inspeccionó las terrazas de las dos calles, al tiempo que se dieron los primeros pasos para tratar de evaluar y proponer, en su caso, «las medidas correctoras a adoptar en relación con los objetivos de calidad acústica de la zona denunciada». A ello se añade la imposición de sanciones y ha arrancado la elaboración de los estudios de distribución previa.
Fuentes empresariales explicaron que, en contra de las denuncias vecinales, las calles Cano y Arena no son especialmente conflictivas ya que los locales de restauración que allí están instalados suelen ser escrupulosos en el respeto a los horarios fijados por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, de modo que las afecciones a los residentes son las mínimas posibles.
«Un sábado a las doce de la noche ya no hay nadie en estas calles porque el control que ejerce el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es férreo», expusieron los mismos empresarios, quienes prefirieron mantenerse en el anonimato.
En lo que va de año, el servicio de Edificación y Actividades ha tramitado ya un total de 48 expedientes sancionadores relacionados con la actividad de locales de ocio y restauración. De ellos, casi un tercio de los casos fueron por exceso de ocupación del suelo público por parte de la terraza, que conllevaron propuestas de sanción que oscilaron entre los 751 euros y los 1.501 euros. Esta es la cantidad que fija la ordenanza de terrazas de Las Palmas de Gran Canaria para los negocios que incurran en un exceso de ocupación de la vía pública, lo que está tipificado como una infracción grave. Además de la sanción económica, esta práctica puede conllevar el cese de la actividad.
Los inspectores del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, según la información a la que ha tenido acceso este periódico, detectaron un promedio de un exceso de mesas de un 70% respecto al número que tenían autorizados estos locales a los que se les aplicó una propuesta de sanción económica.
Los casos más notables se produjeron en torno a la playa de Las Canteras. Aquí un local que no está en primer línea de playa tenía autorizadas tres mesas, pero la Policía Local detectó siete; y otro, que está situado en el paseo marítimo, debía contar con siete mesas, pero su personal atendía un total de dieciséis.
Las sanciones más cuantiosas que impone el servicio de Edificación y Actividades del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se deben a excesos de aforo -un local tenía a 312 personas cuando solo disponía de espacio para 98-, que pueden suponer multas de entre 15.001 euros y 30.000 euros, además de conllevar la clausura de la actividad; o permitir el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, que puede conllevar sanciones de más de 3.000 euros.
Asimismo, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria retiró quince terrazas por revocación directa, renuncia o desistimiento de sus titulares, denegó la licencia a otras dos y reclamó a otras seis -todas estas últimas en la calle Ruiz de Alda- que ajustaran la disposición de mesas y sillas al plano que habían propuesto los técnicos municipales.
De estas eliminaciones solo tres se encontraban en Triana, en el entorno de las calles Arena y Cano, donde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran canaria quiere aprobar la zona saturada de terrazas.
Fuentes empresariales de Triana alertaron del riesgo que puede suponer para la ciudad seguir perdiendo espacios de ocio, como ha ocurrido con los mogollones en Santa Catalina, el carnaval de día, el ocktoberfest o las campanadas veraniegas del barrio de Vegueta, por no contar los riesgos que pesan sobre la tradicional noche de Reyes en todo el entorno de Triana.
«El barrio y la ciudad entera van a perder mucho si se logra acallar a Cano», indicaron las fuentes consultadas por este periódico, «ya hicieron de Vegueta un barrio sin vida y ahora se está intentando en Triana».
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