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De esplendor a declive ·
Una de las principales vías de la capital grancanaria sufre un deterioro alarmante, con un cierre masivo de comercios y servicios municipales que brillan por su ausenciaLa calle León y Castillo es una de las principales arterias de Las Palmas de Gran Canaria y conecta los barrios de La Isleta y Triana. Hasta los años 1970 fue la principal calle litoral de la ciudad hasta la construcción de la Avenida Marítima y siempre ha sido emblema de prosperidad. Su imagen actual es de absoluta decadencia, con suciedad, cierre masivo de comercios «como consecuencia de la crisis que todos vivimos. Impuestos y más impuestos, hipotecas por las nubes, cesta de la compra elevada y una administración municipal casi paralizada que no ofrece incentivos», destacaba José Rodríguez, un vecino de la zona que desvelaba la «penosa» imagen que presenta hoy en día esta calle.
CANARIAS7 ha querido analizar a fondo el tramo que va desde Bravo Murillo a Juan XXIII, como muestra del estado actual de esta vía capitalina. La imagen no es ni mucho menos la de una Milla de Oro sino la de una Milla decadente, porque en sus 1,3 kilómetros se pueden comprobar cómo hay 30 locales comerciales cerrados.
Empresas de envío de dinero y un total de 13 comercios regentados por asiáticos proliferan en una zona en la que los servicios municipales también denotan su mal funcionamiento.
El carril bici «es una zona pintada de rojo, sin más, que ya ni es roja», destaca María Martínez, y el ejemplo de que no se cuida ni el más mínimo detalle se puede comprobar en la plaza de La Feria donde existe un contador de bicicletas que ha dejado de funcionar desde hace meses. «Se hacen inversiones absolutamente para nada», recalcan, añadiendo que el arbolado de León y Castillo está casi muerto, con mala hierba junto a las aceras, en otra muestra de la falta de cuidado a una zona que ha visto cómo se han cerrado oficinas bancarias, tiendas de muebles, etc.
Hace años los Multicines Royal le dieron vida a este tramo. El 8 de marzo de 2006 cerró sus puertas y en 2018 el Gobierno de Canarias adquirió el edificio por 17 millones de euros. Ahora el Gobierno ha invertido 7,7 millones de euros más para adecentarlo y ubicar la Agencia Tributaria Canaria.
Una tienda de móviles y en septiembre la apertura de un gimnasio son soplos de aire de una vía en deterioro.
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