El Ayuntamiento limita el uso turístico en la calle Perojo al 49% de los edificios protegidos
El plan especial que impulsa el gobierno local trata de fomentar el uso residencial en esta calle que es Bien de Interés Cultural
El Ayuntamiento quiere llevar al pleno de fin de mes la aprobación definitiva del plan especial de protección de la calle Perojo. El objetivo de la ordenación es «salvaguardar la arquitectura histórica de la calle Perojo y, en atención a su condición de Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico, (...) se incentiva la implementación de usos compatibles con los valores que legitiman la conservación de los inmuebles».
Para ello, se articulan tres normas: una para ordenar los espacios libres, otra para definir los usos de las viviendas no protegidas, y una tercera para los inmuebles protegidos.
En general, se permiten los pequeños comercios, oficinas, talleres domésticos y usos culturales en las plantas bajas de las casas; y también se permite que la vivienda comparta espacio con talleres domésticos o pequeños despachos.
Una de las novedades que aporta el nuevo plan es que se limita el uso turístico a las viviendas protegidas y siempre con la modalidad de casa emblemática. Pero además, se restringe a un máximo del 49% de las viviendas protegidas. En la práctica, esto supone que solo unos veinte inmuebles de los algo más de medio centenar -protegidos o no- que hay en Perojo, se podrán emplear como casas turísticas.
Precisamente este hecho fue denunciado por los concejales de la oposición. Así, el viceportavoz del PP, Ángel Sabroso, lamentó que se imponga «nuevas restricciones a la vivienda vacacional», mientras que el concejal de Ciudadanos, José Guerra, advirtió de que «se da la circunstancia de que aquí se prohibe la vivienda vacacional y en la calle de atrás se permite». Por su parte, el portavoz de CC-UxGC, Francis Candil, criticó que se haya perdido la oportunidad de permitir la vivienda vacacional en esta zona.
Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, considera que la modalidad de casa emblemática es suficiente para dotar de uso turístico a la zona. «Hay que decidir si se quiere apostar por el uso residencial o por la especulación», indicó, «la vivienda vacacional tiene espacio suficiente en el resto de la ciudad, no veo que haya tanto problema».
Peatonalización pendiente.
El plan especial también protege el adoquinado de la calle, si bien reserva a un futuro la posibilidad de peatonalizar la calle. «En la memoria se da esa posibilidad pero consideramos que no es el momento adecuado desde el punto de vista de la movilidad», aseguró Javier Doreste, «no se descarta, eliminando algunas plazas de aparcamiento».
Lo que sí se hace es señalar una acera, la que tiene menos vados de aparcamiento, como itinerario peatonal. Los grupos de la oposición coinciden aquí en el hecho de que hacía falta un estudio de movilidad para detallar el uso definitivo de la vía.
La ordenación que propone el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria también evita la reparcelación de las fincas salvo en tres viviendas que dan a la plaza del Padre Hilario. En este caso se permite que se tiren y que el solar resultante se una para levantar un edificio de mayores dimensiones. Para el concejal de Ciudadanos, se trata de una medida que no reporta ningún beneficio al interés público.
Pero el responsable de Urbanismo aseguró que se trata de una posibilidad que se plantea en unas viviendas que no están protegidas. Y lo justifica para minimizar el impacto visual que representa el edificio de aparcamientos que hay en la plazoleta. «Pero eso no significa que se les obligue a vender ni que vayan a ser expropiados», dijo.
Una calle que se dibujó sobre el plano en el año 1890
La calle Perojo configura un conjunto de gran calidad arquitectónica, formado por edificios de vivienda de dos y tres plantas proyectados entre 1904 y 1931 por los arquitectos Laureano Arroyo y Fernando Navarro, que realizan la mayoría de ellos, hasta Rafael Masanet, claramente modernista, y Miguel Martín, con las primeras casas adscritas al racionalismo. Fue el primer ensanche planificado de la ciudad, explica el Ayuntamiento a través de una nota.
El plan especial detalla que el origen de la calle data de 1890. Ese año, «el arquitecto municipal Laureano Arroyo realizó el proyecto de apertura de las vías sobre las Huertas de Triana, a la vez que se realineaba definitivamente la panza de la calle Triana. Según ese proyecto, la prolongación de la calle Cano (Viera y Clavijo desde 1901), de veinte metros de anchura, conservaba aquella vieja idea de ser una de las tres salidas importantes de la ciudad. Más tarde, ya en el primer Plan urbano para la ciudad -redactado entre 1892 y 1898 de acuerdo con la ley de Ensanche de Poblaciones de 1876-, Arroyo propuso continuarla al menos hasta el barranquillo de Ciudad Jardín (hoy calle Maestro Valle). Ese acceso es el que, sobre la finca de los Perules y en su primer tramo al norte del Camino Nuevo, configuró la calle Perojo».
Las necesidades de expansión de una ciudad que crecía a un ritmo muy elevado obligaba a derribar la Muralla Norte y su sustitución por el Paseo de Los Castillos (luego Camino Nuevo y ahora Bravo Murillo), así como la sustitución del antiguo camino de acceso a La Isleta por la carretera de Las Palmas al Puerto (hoy León y Castillo).
La declaración de la calle Perojo como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico, después de que lo solicitara el Cabildo de Gran Canaria en el año 1999, establece según la ley de Patrimonio, que la ordenación y gestión de ese área calificado como BIC sea a través de un Plan Especial de Protección.
Este documento, que ocupa una superficie de 19.893 metros cuadrados y abarca una extensión superior a la zona declarada como BIC, recoge un total de 46 inmuebles catalogados como protegidos.
José del Perojo fue diputado por Las Palmas y uno de los impulsores de la separación provincial de Canarias. Murió en el Congreso de los Diputados defendiendo esta idea.
