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La ciudad no vivirá una huelga del servicio del recogida selectiva. Tras la asamblea de trabajadores que tuvo lugar este viernes, la representación legal del Frente Sindical Obrero Canario (Fsoc) acordó desconvocar la huelga indefinida que tenía previsto comenzar este lunes. El paro hubiera supuesto no solo la interrupción de la recogida de los contenedores de plástico (envases), papel y cartón, sino también del mantenimiento, limpieza y sustitución de los contenedores azules y amarillos, además del traslado de su contenido a los puntos de recepción y tratamiento.
Este servicio se presta, a través de gestión indirecta, por parte de la unión temporal de empresas que forman FCCMedio Ambiente y Martínez Cano Canarias.
El contrato de la recogida selectiva fue adjudicado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en enero de 2011 y tras dos prórrogas y otra excepcional, entró en situación de nulidad en septiembre de 2017.
La nueva contratación está en fase de redacción y tramitación desde 2024, con la novedad de que la recogida selectiva de envases ligeros, papel y cartón se incluye en el macrocontrato de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos.
En el caso de Las Palmas de Gran Canaria, cada semana se recogen entre 80 y 100 toneladas de envases y de papel y cartón de los contenedores específicos distribuidos por el término municipal.
Fuentes del Fsoc detallaron en la noche del viernes que la asamblea de trabajadores ratificó el acuerdo para aprobar la oferta planteada por la empresa, que supone la renovación del convenio colectivo por la vigencia de un año, de enero a diciembre de 2025.
La duración del acuerdo se limita a un año porque está previsto que a lo largo de 2026 entre en funcionamiento el nuevo sistema de recogida previsto en el macro contrato que trata de impulsar el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
El llamamiento a la huelga que realizó el Fsoc afectaba a un total de 33 trabajadores que demandaban mejoras del convenio colectivo.
El acuerdo ratificado por la asamblea supondrá la activación de mejoras salariales en todos sus conceptos, lo que se traduce en un incremento del 6%, según el Fsoc. Aquí se incluye la subida, un adicional que trata de evitar la pérdida de poder adquisitivo a los empleados más otros pluses como el de productividad o el relativo a los festivos.
La paz social también vendrá de la mano de un cambio de las condiciones de trabajo. Ahora, aunque la jornada laboral sigue fijada en ocho horas diarias (el cómputo semanal es de 40 horas, de lunes a domingo), se permite finalizar la jornada laboral tras hacer siete horas siempre y cuando se den las siguientes condiciones: que el servicio esté completado y hayan finalizado todas las rutas;y que no se precise hacer alguna de las tareas de mantenimiento básico que corresponda al personal que sale con los vehículos.
Esta reivindicación era básica porque los empleados se han venido quejando de una sobrecarga de trabajo como consecuencia de que, en muchas ocasiones, se ven obligados a prorrogar las rutas para suplir las carencias de personal.
El acuerdo que pone fin al aviso de huelga se produce horas después de que el concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Héctor Alemán, hubiera dictado en una resolución la fijación de unos servicios mínimos del 70% .
Fuentes del Frente Sindical Obrero de Canarias (Fsoc), el sindicato convocante de la huelga, había indicado, horas antes de conocerse la decisión de la asamblea, su intención de recurrir el porcentaje de servicios mínimos impuesto por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ya que lo consideraban excesivo al no tratarse de un servicio que pueda ser considerado esencial, como sí ocurre con la recogida de residuos sólidos urbanos.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria entendía que se debía limitar el alcance la huelga por el impacto que podía tener la interrupción del servicio en materia de salud pública, contaminación ambiental y gestión del reciclaje.
«Se hace así, de reconocida e inapelable necesidad, la recogida de estos residuos y una huelga indefinida, y sin servicios mínimos, podría afectar intereses relacionados con la preservación de la salud y la salvaguardia de los derechos comunitarios», recogía la resolución que firma el concejal Héctor Alemán, «además, no sería posible, con los medios existentes actualmente, al finalizar la huelga recoger en un solo día la totalidad de los residuos generados en la ciudad durante el periodo de duración de aquella que, por otra parte, está convocada de manera indefinida, por lo que los efectos sobre la salud pública se producirían no solo durante los días de huelga, sino que se prolongarían durante al menos varios días después de que finalizase la misma».
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria entendía que de no recogerse con asiduidad, el papel y el cartón, así como los plásticos, pueden ser dispersados por el viento con facilidad y «obstruir los espacios públicos».
Además, advertía del impacto que puede tener la acumulación de suciedad en la imagen turística de la ciudad. «Gran parte de este residuo quedaría sin recoger en las calles principales, afectando a la imagen, tanto comercial como turística, de una ciudad, que en muy gran medida depende de su imagen», apuntaba el escrito que firma el concejal de Limpieza.
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