La finca adquirida es la zona arbolada detrás de las casas. / JUAN CARLOS ALONSO

El Ayuntamiento compra la montaña de Chanrai, en Tafira, para hacer senderos y miradores

El Consistorio certifica la adquisición de 8.890 metros cuadrados tras ultimar el pago de los 637.000 euros en que se fijó la expropiación

Javier Darriba
JAVIER DARRIBA Las Palmas de Gran Canaria

La Junta de Gobierno de la Ciudad ha aprobado el pago de los últimos 85.000 euros de la expropiación que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ejecutó para adquirir la montaña de Chanrai. Se trata de dos fincas, situadas en Tafira Alta, que suman una superficie total de 8.890 metros cuadrados. En ellas, la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística de la ciudad (Geursa) ha planteado la creación de una senda natural de unos cuatrocientos metros lineales a través del pinar que hay en esta zona.

La propuesta se completa con la creación de tres plataformas de observación, a las que conduce la senda, para la contemplación de aves y del paisaje. Desde ellas se podrá apreciar el pico de Bandama, los volcanes de La Isleta y el roque de Saucillo. Además, se prevé una vía de servicio y una zona de aparcamiento de tierra, un equipamiento deportivo con aparatos biosaludables aptos para mayores -que está en estudio pero sobre el que todavía no se ha tomado ninguna decisión- y juegos infantiles junto a un punto de descanso. Además, se quiere hacer un acceso directo desde la circunvalación.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, destaca el gran valor paisajístico y natural que tiene el espacio, al estar en el linde del paisaje protegido de Tafira y muy próximo al monumento natural de Bandama.

El espacio presenta un estado de deterioro considerable, lo que obliga a realizar labores de reposición

La propiedad del terreno había solicitado la expropiación de la finca y fijó su justiprecio en dos millones de euros. Sin embargo, la Comisión de Valoraciones de Canarias estableció en 2019 que el precio del terreno debía ser de 637.000 euros, más el 5% por el premio de afección que se aplica siempre en los procedimientos expropiatorios. En diciembre de 2020, el grupo municipal de gobierno aprobó el abono de este montante y ahora el Consistorio capitalino acaba de ingresar la última cantidad pendiente, que era de unos 85.000 euros.

Las dos parcelas que integran la compra de suelo de la montaña de Chanrai están separadas por una franja de viviendas en la que están dispuestas ocho casas. La mayor, en la que se encuentra el pinar, tiene unos 6.212 metros cuadrados; y la menor cuenta con una superficie total de 2.678 metros cuadrados, según los datos que obran en poder del Ayuntamiento de la capital grancanaria.

La inversión

La intervención en la montaña Chanrai requerirá ahora de una inversión adicional de 91.701 euros. Aquí se incluyen las tareas de desbroce y limpieza de la finca, la reparación de desperfectos y la conexión a la red de riego, entre otros.

La finca se encuentra en un estado de deterioro considerable: los muros de cantería que conforman la entrada están agrietados; la puerta de hierro se encuentra oxidada y hay pérgolas de madera en mal estado de conservación. Esto obligará a realizar labores de reposición, en algunos casos, y de demolición en aquellos otros en los que el estado de deterioro de los materiales esté ya muy avanzado.

El concejal de Urbanismo explicó que su intención es financiar esta actuación con fondos de la Comunidad Autónoma o de la Unión Europea, pero si no se consiguen, el Consistorio capitalino recurrirá a sus recursos económicos propios.

Doreste indicó que las obras podrían empezar el año que viene y la nueva red de senderos de la montaña Chanrai estaría lista a mediados del año 2023. «No queríamos que fuera un aparcamiento sino que se ganara para uso y disfrute de la ciudadanía», indicó el edil, «aparte de una ciudad segura, queremos que Las Palmas de Gran Canaria sea más vivible y agradable desde el punto de vista del medio ambiente».

E insistió en que la apuesta por la creación de las zonas verdes no solo sirve para ofrecer más lugares de esparcimiento a los ciudadanos de la capital grancanaria sino que además contribuye a la reducción de gases de efecto invernadero. «Y también evitamos futuras operaciones especulativas y contribuimos a reforzar la red de espacios naturales protegidos», indicó Doreste.

Un total de 842 unidades de especies vegetales endémicas
Javier Doreste. / C7

En el inventario de las especies vegetales que se ha hecho desde la sociedad municipal de gestión urbanística (Geursa) se ha llegado a contabilizar un total de 842 ejemplares endémicos, más de la mitad de ellos de pinos canarios. También hay verodes, veroles, dragos, sabinas y tarajales. Sin embargo, el número de especies exóticas es mayor y supera los 1.362 ejemplares. En este listado entran tuneras, pitas, rabogatos, agaves de dragón y amapolas rojas, entre otras.

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se ha propuesto en este ámbito la limpieza de pinocha y demás restos vegetales, con el fin de evitar el riesgo de incendios; la erradicación de especies vegetales exóticas, en especial para frenar su propagación por el paisaje protegido de Tafira; la creación de una ruta botánica en las dos parcelas de la montaña de Chanrai, donde se colocarán carteles informativos; y la repoblación de las zonas de las que se erradicará la flora exótica invasora con flora canaria de la misma biota.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, indicó que la compra de esta montaña y la creación de una red de senderos se enmarca en el plan estratégico verde que emana del Plan General de Ordenación.

El edil indicó que otras actuaciones con la misma filosofía han sido la creación del sendero del barranco del Guiniguada, el futuro parque de La Suerte o la regeneración paisajística de varias laderas de la ciudad. Además, en la estrategia de desarrollo urbano sostenible se incluyen otras propuestas como la conexión peatonal entre El Lasso y Pedro Hidalgo, o la utilización del barranco de Gonzalo.