Un astillero en el IES Ana Luisa Benítez
El centro educativo de Lomo Apolinario avanza en la construcción de un barquillo de vela latina, un proyecto en el que aúna tradición e innovación
El Real Club Victoria acogió el pasado enero la presentación de la iniciativa 'El Barquillo de Vela Latina Canaria, pasado, presente y futuro'. Una propuesta impulsada por el IES Ana Luisa Benítez, en colaboración con la entidad social y deportiva y la Universidad de La Laguna (ULL), a través del Laboratorio de fabricación Digital (FabLab), que fue seleccionada por Ayudas Caixabank Dualiza y FPEmpresa.
Desde entonces, el proyecto ha continuado su progreso en las instalaciones del centro educativo del barrio de Lomo Apolinario, en el que ya se alza una réplica, a tamaño real, de lo que va a ser un bote que se entregará a la Escuela de Vela de la entidad victorista para que compita.
Algo que exige ajustarse a las exigencias que recoge el reglamento de esa disciplina deportiva en lo referente a aspectos como dimensiones o peso de la embarcación, recalca Jonás López, uno de los docentes de Madera que tutoriza, junto a sus compañeros Nicolás Merino y David Cárdenes, un proyecto en el que, reconoce, «se ha implicado todo el centro» y en el que toman parte activa unos 80 alumnos pertenecientes a los tres ciclos formativos que se imparten. Esto es, FP Básica, Grado Medio de Madera, Mueble y Corcho y Grado Superior de Diseño y Amueblamiento.
López, además, hace una mención especial al papel que desempeña Feliciano José Santana Ramos -conocido por Nano-, el último carpintero de ribera en activo en Gran Canaria, que «se ha volcado en el proyecto». Así, explica que cada semana acude al centro «y nos va formando y va verificando todos los pasos que vamos dando».
Pero este proyecto suma a la parte artesanal la tecnología, que permite una precisión milimétrica a la hora de trabajar una madera que no resulta fácil de conseguir y que tiene un coste importante, hasta el punto de se ha destinado a su compra gran parte de los 10.000 euros de la ayuda de Caixabank Dualiza.
Razones estas por las que primero se ha realizado un prototipo a escala 1:1 en contrachapado, siguiendo los planos en 3D realizados en uno de los dos talleres en los que se trabaja el proyecto, partiendo de los planos en dos dimensiones cedidos por el ingeniero naval Daniel Rodríguez, que han permitido trabajar con todas las garantías.
Esto ha supuesto «agilizar un montón el proceso», expone López, que defiende que el uso de esta maquinaria no desvirtúa ni elimina el trabajo artesano, sino que «es una herramienta más que tiene el artesano para agilizar procesos».
Por eso explica que «a Nano le ha parecido genial» el uso de una tecnología que, por ejemplo, ha permitido realizar las plantillas de las cuadernas que integrarán la estructura del barquillo. «El trabajo artesanal se mantiene porque muchos de los procesos se van a tener que hacer a mano», expone.
Precisamente este trabajo manual es el que les va a permitir verificar, valiéndose del prototipo a escala real que ya han construido, «si todo está bien o hay que hacer alguna modificación» antes de comenzar a trabajar con la madera elegida para la embarcación: cedro para las tablas y cipo para cuadernas y quilla.
Además del taller más tecnológico, las instalaciones de Lomo Apolinario cuentan con un segundo espacio en el que el alumnado dispone de «maquinaria de carpintería de toda la vida» en el que se transforma la madera.
El profesorado recalca que este no es el primer trabajo de carpintería de ribera en el que se implican, pues es una actividad en la que llevan «dos o tres años» con iniciativas que se limitaban a réplicas o maquetas. Pero reconocen que en esta ocasión se trata de un proyecto de mayor envergadura ya que este barquillo no solo se va a botar, sino que va a poder competir. Un aspecto que en el centro se entiende como una gran aliciente para un alumnado que puede verse animado a apostar por una actividad artesanal que se busca preservar.
El proyecto no estará acabado antes de final de año, pero Jonás López señala que en una visita reciente, el presidente de la Federación Insular de Barquillos de Vela Latina de Gran Canaria les mostró su entusiasmo y disposición a «retrasar un poquito el inicio de la liga» el próximo año para que el barco participe.
