Colapso total tras el incendio de una microguagua en la GC-1

Fue algo así como la tormenta perfecta: se incendia una microguagua en la GC-1 un viernes en hora de tráfico intenso, se añade a eso que miles de personas se acercan a la capital para ir al concierto de Maluma y otros para llegar con tiempo a Siete Palmas al partido de la Unión Deportiva Las Palmas. El resultado fue un atasco de los que hacen historia, con dos horas para recorrer 25 kilómetros.

El incendio de la microguagua provocó una intensa humareda que se podía divisar a gran distancia y que obligó al corte de carriles tanto en dirección norte -hacia donde iba el vehículo siniestrado- como en sentido contrario.

Agentes de la Guardia Civil, bomberos y personal de Carreteras del Cabildo grancanario acudieron a la zona intentando recuperar la normalidad en el flujo de la vía al mismo tiempo que el 112 activó la alerta para enviar unidades medicalizadas, si bien no se registraron heridos.

El atasco superaba, al filo de las cinco de la tarde, los 30 kilómetros en dirección Las Palmas de Gran Canaria, alcanzando incluso al Centro Comercial de Vecindario, con todos los enlaces bloqueados.

Los trabajos de extinción del fuego y la limpieza de la calzada obligaron a cortar dos carriles a la altura de Las Terrazas, donde se encontraba la microguagua incendiada.

El vehículo fue retirado a media tarde pero en el asfalto quedó una enorme mancha generada por la espuma utilizada para apagar el incendio, además de restos calcinados. Eso obligó a que siguieran en el lugar agentes de la Guardia Civil hasta la llegada de un equipo de limpieza para acondicionar la vía a dicha altura.

Los viajeros procedentes del aeropuerto también sufrieron el bloqueo. Llegó un momento en que acceder a la termina fue imposible, de manera que muchos perdieron sus conexiones aéreas. Los taxis tampoco llegaban y las colas de pasajeros en la terminal iban creciendo, como también ocurría en las paradas de guaguas de Global a lo largo de las vías afectadas.

Mientras, la capital empezó a vivir desde el mediodía su particular atasco por las limitaciones de tráfico por el concierto de Maluma, a lo que se unieron las retenciones habituales en Siete Palmas cada vez que hay partido de fútbol.

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