El acosador presenta un cuadro psicótico, es peligroso y hay riesgo de que ataque

Dos informes psicológicos realizados por forenses del Instituto de Medicinal Legal de Las Palmas advierten que el detenido por haber amenazado de muerte y acosado a su exmujer y a la magistrada grancanaria María Auxiliadora Díaz, presenta un cuadro psicótico difícil de controlar, es peligroso y hay riesgo de que lleve a cabo los ataques que estaba planeando contra estas dos mujeres: «Sus conductas son impredecibles», determinan estos profesionales.

Hay que recordar que Domingo D. M. se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza después de que la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas entendiera que su libertad entrañaba un «riesgo cierto» de que «pudiera atentar contra la vida» de su exmujer y de la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria. Díaz denunció en octubre el acoso sistemático que había estado recibiendo por parte del detenido –al que investigó en su momento por delitos de violencia de género–, y que incluso llegó a llamar en una ocasión al 112 advirtiendo que iba a «matar a mi expareja y a una juez de Las Palmas», en referencia a la denunciante. En dos registros efectuados en su domicilio de Telde, los agentes encontraron veneno de pez globo, bridas, sangre contagiada de sida, vello púbico guardado en botes, pornografía infantil, decenas de fotos de la jueza y textos elaborados por él en los que hacía referencia a posibles formas de atentar y acabar con la vida de la autoridad judicial.

El investigado por presuntos delitos de amenazas graves e injurias, fue condenado anteriormente en dos ocasiones por violencia de género y por ello, fue examinado por médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas (IML) y una psiquiatra de la unidad de internamiento breve del Hospital Insular. En el primer caso fue la propia directora del IML, María José Meilán, la que elaboró un informe en enero de 2012 en el que determinó que Domingo D. M. sufría «trastorno delirante de tipo crónico», con un delirio crónico resistente a la medicación «de contenido persecutorio» y entendía que todo iba «contra su persona». Además, Meilán indicó que tenía «alta probabilidad de reincidencia por repetición de conductas de tipo agresivo» sobre las personas que consideraba que le perjudicaban y que, dentro de los cuadros psicóticos, el que sufría era «de los más peligrosos».

Por último, la forense destacó que, a pesar de los años transcurridos, el detenido continuaba con «su fijación» hacia la magistrada y el riesgo de que llevara a cabo los mensajes que había escrito en sus redes sociales de que le «iba a hacer una visita» y que le «devolvería un regalo», denotaban para esta profesional «el altísimo riesgo» existente de que ejecutara sus ideas delictivas.

Previamente, Domingo D. M. fue examinado por una psiquiatra del Hospital Insular a la que agredió y, a consecuencia de ello, tuvo que solicitar la baja y el traslado a la península ante el temor que le produjeron las amenazas y conducta agresiva que le profirió el investigado. Todo ello, a pesar de que se trataba de una profesional acostumbrada a lidiar con este tipo de enfermos mentales.

La última vez que Domingo D. M. fue reconocido por un especialista fue el 15 de octubre pasado, tras ser detenido por amenazar a Díaz. En esta ocasión, la forense de guardia coincidió en el diagnóstico con sus compañeras y determinó que el individuo «arrojaba una personalidad peligrosa dado la ausencia de conciencia de la enfermedad y que el objeto de su delirio estuviese muy personalizado», con un rango de potencialidad de atentar contra la vida e integridad de la magistrada y su expareja que no le resultaba nada desdeñable.

En esta fase de instrucción, especialistas del IML van a realizar al investigado una valoración psiquiátrica forense más profunda, de riesgo de ejecución de las amenazas y de peligrosidad. Además, se citará en calidad de testigo a la psiquiatra que fue agredida y que ahora se encuentra ejerciendo su profesión en la península.