Entre abrazos y lágrimas: emotiva despedida al Rayo antes de poner rumbo al Golfo de Guinea
El Buque de Acción Marítima zarpó este lunes para una misión de tres meses y medio, en la que patrullará contra la pesca ilegal, el narcotráfico, la contaminación y el tráfico marítimo
Entre abrazos y lágrimas zarpó ayer el Buque de Acción Marítima Rayo (P-42) para encomendarse a una misión de tres meses y medio, en la cual patrullará en acciones contra la pesca ilegal, el narcotráfico, la contaminación y el tráfico marítimo, como principales objetivos en escenarios de «baja intensidad». El barco, diseñado en el año 2012 con el fin de proteger las embarcaciones pesqueras del Golfo de Guinea, cuenta con 80 marinos de la Armada española. Eso sí, todo ello después de despedirse de sus familiares.
Un ejemplo de ellos es Ancor Cabrera, que afronta su segunda aventura en el buque:«Después de mi anterior experiencia, ahora me veo con más ganas y contento de poder vivirla a tope. Quiero pasarlo lo mejor posible sin olvidar a la familia y amigos. Estoy seguro de que se pasará rápido». Sus familiares explicaban que venían apenados a despedirlo, pero con la conciencia tranquila, ya que esta será su última misión:«Hay confianza, ya lo hizo el año pasado y este año lo volverá a conseguir. Es su última misión porque termina también este año, pero estamos apenados porque van a ser tres meses y medio sin verlo».
En cuanto al itinerario del buque, su primera escala tendrá lugar en la costa de Camerún. Desde allí, navegarán progresivamente hacia Angola, con la previsión de retornar a Gran Canaria a mediados de diciembre. Con base en el Arsenal de Las Palmas de GranCanaria, este buque puede llegar a alcanzar un máximo de 20 nudos, lo que sería en torno a 35 kilómetros por hora en alta mar. El capitán del barco contará con once miembros de la Infantería de Marina y cuatro buceadores del cuerpo operativo de seguridad proveniente de Madrid, entre sus tripulantes.
Actualmente, el Rayo desarrollará la misión en el Golfo de Guinea y la costa occidental de África, una zona estratégica tanto para la estabilidad regional, como para los intereses de España, según aseguró el capitán del buque, José Antonio Parejo Cabezas. «En estas aguas circula una gran cantidad de mercancías y recursos naturales que tienen como destino nuestro país, por lo que es fundamental garantizar y velar por su seguridad».
En palabras del capitán, «nuestra labor incluye la protección de embarcaciones, especialmente barcos pesqueros, que operan en una zona conocida por su peligrosidad. Esta misión va más allá de nuestras fronteras, es una muestra del compromiso de España con la seguridad marítima internacional».
Explica que países como Nigeria, uno de los grandes exportadores de petróleo, ven pasar por esta zona numerosos buques petroleros: «Nuestro trabajo consiste en patrullar estas rutas para prevenir actos ilícitos como la piratería y otras amenazas. Para ello, contamos con un dron de alta capacidad a bordo, que nos permite operar a mayor altitud y con un alcance más amplio, aumentando así nuestra capacidad de vigilancia».