Hamacas desinfectadas, tras cada uso
Con el pase a la Fase 2 de la desescalada previsiblemente el lunes, las playas canarias podrán usarse con total libertad. No habrá restricciones horarios, pero primará el distanciamiento social de dos metros y serán los ayuntamientos los que deban controlar que se cumple con las medida higiénico sanitarias para evitar que se propague la covid-19.
Patricia Vidanes Sánchez y Arucas
Jueves, 21 de mayo 2020, 08:53
La probable reapertura al baño de las playas de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma el próximo lunes ha obligado antes de lo previsto al Gobierno de Canarias y a los ayuntamientos a consensuar un protocolo. Si el Ministerio de Sanidad pasa a la Fase 2 de la desescalada a las islas –La Gomera, La Graciosa y El Hierro ya lo están desde hace días–, a partir del lunes los ciudadanos podrán acceder a las playas sin restricciones horarias para tomar el sol y baños de mar, practicar deportes o simplemente pasear. Eso sí, los horarios de 10.00 a 12.00 y de 19.00 a 20.00 quedan reservados para los mayores de 70 años. Además, se pondrán en uso lavapiés y duchas, así como las zonas destinadas a personas de movilidad reducida, «siempre que el municipio cuente con medios adecuados de desinfección».
La Guía para la desescalada en el litoral y en las playas y zonas de baño de la Comunidad Autónoma de Canarias, un borrador aún,marca las bases de lo que harán los municipios costeros. Mientras, la Federación Canaria de Municipios (Fecam) ya ha abordado el asunto. La reapertura de las playas estaba prevista para junio, pero el aligeramiento de las medidas de confinamiento ha obligado a los diferentes ayuntamientos a trabajar a marchas forzadas. En palabras del presidente de la Comisión de Administración Pública, Transparencia y Seguridad de la Fecam y alcalde de La Aldea de San Nicolás, Tomás Pérez, hay que «acelerar al máximo la elaboración de un protocolo marco».
La guía apunta a una reapertura de las playas sin restricciones, pero primando las medidas de protección y distanciamiento físico entre personas, lo que deberán controlar los ayuntamientos a través de sus policías locales y de los servicios de salvamento. Todas las playas mantendrán la bandera amarilla y se potenciará «el uso de carteles y señalización que fomente las medidas de higiene y prevención». No se permitirán campus de verano ni otros eventos salvo los deportivos y autorizados.
A su vez, hamacas y sombrillas en alquiler deberán reducirse, debiendo existir una zona de hamacas individuales separadas dos metros unas de otras. Los grupos de dos hamacas deberán estar separadas por una mesilla y una distancia de 50 centímetros entre mesilla y cama, y a dos metros, como mínimo, del siguiente grupo. Por supuesto, tras su uso deberán ser desinfectadas.
