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La empresa ATH Bioenergy ha elegido Gran Canaria como avanzadilla para «la revolución energética de Canarias». Este viernes colocó la primera piedra en Arinaga de la que será la primera planta de biometano y fertilizantes del archipiélago, que exige una inversión de 25 millones de euros y que podrá entrar en funcionamiento en verano de 2025, según las previsiones que anunció en el acto Rafael Zárate, director de Fertilizantes, CO2 y Suelo de la compañía. Confía en que las obras empiecen ya en verano y que duren entre 12 o 14 meses.
La industria, que se ubicará en terrenos cerca del puerto de Arinaga, entre las calles Los Cactus y Los Olivos, dará una segunda vida a 35.000 toneladas de residuos orgánicos al año procedentes de hoteles y restaurantes y del sector alimentario, un 16% del total que se genera anualmente en la isla (190.000), y lo reconvertirá en biometano, bioCO2 y en fertilizantes, fundamentalmente.
Esta inversión en Gran Canaria pone los cimientos de una ambiciosa iniciativa sostenible que conllevará la construcción de otras tres plantas en Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote, por este orden, con una inversión aproximada de 100 millones de euros y la creación de 200 puestos de trabajo directos e indirectos.
El proyecto, pionero, está apoyado por Suma Capital, gestora especializada en fondos de impacto medioambiental, y Tibanna AG. La innovación reside en que estas cuatro plantas permitirán el aprovechamiento de los desechos orgánicos de hoteles, supermercados, poda, agricultura e industria alimentaria, de tal manera que a partir de 2027, que es cuando se prevé que estén las cuatro operativas, tratarán en conjunto unas 130.000 toneladas de residuos, con las que producirán anualmente más de 133 GWh anuales de biometano, que serán suministrados de nuevo a los hoteles e industrias.
Al acto de colocación de la primera piedra asistieron el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres; el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales; el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana; el consejero regional de Transición Ecológica, Mariano Hernández Zapata; y el alcalde de Agüimes, Óscar Hernández.
También estuvieron Luis Padrón, presidente de la Cámara Oficial de Comercio de Gran Canaria, y los más altos directivos de las asociaciones empresariales vinculadas al polígono industrial de Arinaga, Juan Acosta, de Ecoaga, y Cornelio Suárez, de Aenaga.
El presidente de ATH Bioenergy y socio de Suma Capital, Roberto Unzúe, explicó en su discurso de bienvenida al acto que este proyecto ha estado gestándose desde hace siete años. Entre los inversores que acompañan a Suma Capital, que gestiona 1.000 millones de euros y han invertido en 30 proyectos, figuran el Banco Europeo de Inversiones, el Instituto de Crédito Oficial, aseguradoras y fondos de pensiones.
«ATH representa como ningún otro los valores que perseguimos con esta estrategia de inversión en la economía circular y la transición energética», dijo Unzúe.
«Es un proyecto innovador y ambicioso que apuesta por cambiar la cultura del residuo y tratarlo como un recurso», abundó Zárate. Explicó que persiguen valorizar ese residuo casi en un 95% y que de su tratamiento sacarán varios flujos de productos, sobre todo, biogás, tanto biometano como bioCO2, de origen orgánico-biológico, con múltiples aplicaciones, y que «el digesto final que quedará de la fermentación anaeróbica» lo transformarán en fertilizantes. También reciclarán el agua de la propia planta.
Calcula que la planta de Gran Canaria producirá 3.000 toneladas de biogás al año, que aunque no cubrirá la demanda anual en la isla, que ronda las 30.000 o 40.000, al menos sí reducirá la importación de propano, que es el más consumido hoy en día.
Para hacerse con estos biorresiduos tienen establecida una red de agentes intermedios mediante convenios con diferentes empresas que recolectarán esos desechos orgánicos y se los entregarán a ATH, que los valorizará mediante tecnología anaeróbica. «Es un proyecto claramente circular de economía verde», subrayó Zárate.
El otro gran flujo de productos será el fertilizante, que en este caso sería orgánico y de origen local. «El sector agrícola demanda mucho fertilizante, por lo que también se reducirá el alto consumo actual en fertilizantes químicos». Tendrá capacidad para producir 5.000 toneladas de fertilizante líquido y 3.000 sólido.
Fernando Clavijo apuntó en su intervención que esta «es una inversión que va en el camino» en el que quiere que esté Canarias, «porque el futuro de Canarias será verde o no será». Ángel Víctor Torres, por su parte, defendió que «Canarias tiene unas condiciones insuperables para ser el ariete en la lucha contra el cambio climático» y este proyecto, dijo, va en esa línea.
Morales celebró la implantación de esta iniciativa, «que encaja perfectamente en la estrategia de economía circular» que promueve el Cabildo. «El biometano es una herramienta extraordinaria para la descarbonización», añadió. Del proyecto destacó que logra tres objetivos: «Contribuye al mix energético renovable de la isla para romper la dependencia del exterior, reduce la entrada de residuos a los ecoparques o vertederos, que tienen una vida útil limitada, y produce fertilizantes, que abaratarán costes de los insumos que precisa el sector primario».
Y Óscar Hernández subrayó que esta planta «encaja en las políticas de desarrollo por las que han apostado históricamente Agüimes y la comarca del sureste».
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