La eficiencia energética ahorraría un 76% del consumo de la Casa Palacio

Gracias al trabajo de un equipo de nueve ingenieros contratados durante seis meses, el estudio concluye que actualmente la Casa Palacio y el inmueble vacío y desocupado que acogerá la sede del Instituto (contiguo a la Casa Palacio y con fachada en la calle Buenos aires) tienen una calificación energética tipo B, mientras que el Patronato de Turismo, ubicado en la calle Triana, la tiene tipo E.

Con las medidas de eficiencia y ahorro energético proyectadas para reducir su consumo y hacerlo más sostenible esa calificación mejoraría en la Casa Palacio, donde pasaría a ser tipo A, y en el Patronato, que mejoraría a tipo D, detallaron ayer los autores del estudio.

De los tres inmuebles, el del Patronato es el que mayor consumo energético muestra y, por tanto, provoca más emisiones de CO2 a la atmósfera. La suma de las emisiones de los tres alcanza los 200 kilos de dióxido carbono por metro cuadrado al año, si bien el del Patronato produce el 65% de todas esas emisiones.

Implementando las medidas de eficiencia y ahorro propuestas por el estudio, pasivas y activas y que coinciden en recomendar la instalación de paneles solares de autoconsumo, sensores lumínicos y medidas de aislamiento térmico, el edificio de la Casa Palacio podría ahorrar más de tres cuartas partes de su consumo actual, en concreto hasta un 76,8%.

En la sede del Patronato de Turismo el ahorro energético sería del 60% y en el inmueble reservado para el Instituto de Risco Caído llegaría al 63,3%, lo que también reduciría las toneladas de CO2 emitidas a las atmósfera. En el edificio que fuera sede del Banco de España, que fue adquirido por el Cabildo en el año 2001 y es el que más emisiones contaminantes genera, se pasaría de los 134,71 kilos de CO2 por metro cuadrado al año actuales a poco más de 54.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, destacó que el estudio de la eficiencia energética de estos tres edificios «es el primer paso de una tarea que tendrá continuidad» y adelantó que la corporación insular intentará obtener fondos europeos del programa Next Generation para financiar las medidas que recomienda aplicar.

Conchi Monzón, consejera insular de Arquitectura, subrayó que es un trabajo realizado por «personal cualificado» que «aporta soluciones» y comentó que su materialización «no requiere de grandes inversiones», por lo que se puede implementar con fondos propios si no se obtiene financiación europea.

El consejero de Empleo, Juan Díaz, adelantó que el Plan de Empleo de Transición Ecológica que ha permitido realizar el estudio se repetirá este año con el doble de financiación, estimando que su duración podrá prolongarse de 6 a 10 meses.

El estudio de eficiencia energética, que incluye una evaluación de su accesibilidad, tiene en cuenta las características físicas y térmicas de cada inmueble, su orientación y sus instalaciones de climatización, aislamiento y luminotenica, entre otros factores, con el objetivo no solo de ahorrar sino también de mejorar las condiciones de confort de los usuarios.