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El número de cabras asilvestradas en Guguy pasa de 300 a 77 en solo un año

El número de cabras asilvestradas en Guguy pasa de 300 a 77 en solo un año

El Plan de Control de Cabras Asilvestradas del Cabildo de Gran Canaria ha reducido a una cuarta parte el número de cabras en Guguy en un año, pues de las 300 que estaban sueltas en la Reserva Natural Especial en enero de 2018 solo se han contabilizado el pasado mes 77 ejemplares asilvestrados.

Efe / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 16 de julio 2020, 17:13

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Este Plan promovido por el Cabildo con acciones conjuntas y participadas entre pastores, apañadores, vecinos del medio rural y especialistas ha logrado recortar el número de ejemplares de cabras salvajes a base de apañadas, sin que haya sido necesario el empleo de las abatidas con armas de fuego.

Así, desde octubre de 2017 se han retirado de este territorio un total de 181 cabras asilvestradas en las 64 apañadas llevadas cabo por diversos colectivos de la población local.

Los datos son el resultado del último censo realizado por una empresa externa contratada por el Cabildo para seguir la población de cabras asilvestradas, algo que nunca se habían realizado en Guguy y que ahora se hace cada tres meses, acompañado con la instalación de collares con dispositivos GPS para estudiar el comportamiento del animal.

Este seguimiento de las cabras asilvestradas ha contribuido a que los técnicos estimen que el control definitivo de su población en este paraje sea efectivo durante 2019, tal y como anunció la corporación en el pasado mes de septiembre.

Los resultados han hecho que la Unidad LIFE de la Comisión Europea haya vuelto a aplazar la decisión sobre la aprobación final del Proyecto LIFE Guguy hasta este mes de junio, una vez se realice el censo de mayo.

«Los aplazamientos sucesivos indica que los datos objetivos son más que contundentes», ha señalado el presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien ha detallado que el Plan ha retirado hasta 43 animales de Guguy en un mismo mes, «con más de 27 ejemplares en las cuatro últimas semanas».

Además, ha indicado que los apañadores voluntarios han aumentado desde 2016 de una veintena a más de 80, lo que refleja a su juicio «la participación y el compromiso de la población rural en la resolución de sus problemas ambientales, algo que da resultados solventes y sostenibles a medio plazo, con una implicación social cada vez es más amplia».

Para Morales, se trata de «resultados esperanzadores para la Reserva Natural Especial» gracias al «acuerdo entre las partes para una propuesta alternativa y sin abatimiento al animal», que ha estado «ligada a la sociedad civil y al conocimiento local y de escucha activa entre las personas implicadas y concienciadas con la problemática».

En un año de trabajo se «ha disminuido en un 70 % el número de cabras asilvestradas» algo que «supera las expectativas trazadas», por lo que Morales ha agradecido la dedicación de «ciudadanía, pastores, voluntarios, personal de salto del pastor y apañadores» por trabajar en «un objetivo común».

Como ha resaltado, «no estamos en contra de las cabras que son un elemento fundamental de la isla, sino de las cabras asilvestradas, que son un daño enorme a la biodiversidad», por lo que Moarales ha insistido en «la apuesta a favor del pastoreo controlado».

«Los animales se retiran vivos gracias al perfeccionamiento del sistema control de las cabras, con formación especifica», ha dicho.

Por su parte, el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Rodríguez, ha valorado «la dedicación y buenos resultados» en un proceso «de aprendizaje continuo» para un «desarrollo sostenible e inclusivo desde una visión que integra el saber científico y el popular».

Este sistema con las cabras asilvestradas de Guyguy «será trasladable a toda la isla, con protocolos de captura, transporte y cuarentena en un centro con veterinarios, quienes velarán por la salud de los animales y las personas».

De esta forma, ha informado que se creará «un centro de cuarentena», posiblemente localizado en La Aldea de San Nicolás y en un espacio intermedio entre «los puntos de Inagua, Guguy y Tamadaba», donde se estudiará la salud de las cabras capturadas y la posibilidad de consumo humano, ordeño o reintegración en ganado.

Como ha adelantado Rodríguez, ya se ha habido una reunión con el Gobierno canario y espera que, en un par de meses, se pueda iniciar el proceso la licitar este centro de cuarentena.

Por su parte, el técnico responsable del Plan, Didac Díaz, Didac Díaz, ha confesado que «se trataba de un proyecto difícil», pero que ya dispone de «una estrategia y campamentos en la zona para los apañadores, salidas en barco con los ejemplares capturados y sistema GPS para estudiar el comportamiento de la cabra».

«Aunque no esperábamos tanto éxito, todos los agentes implicados hemos estado aprendiendo rápido», ha reconocido.

Según los datos que ha compartido, en un mismo espacio donde antes se contabilizaban un centenar de cabras asilvestradas ahora solo hay 16 y, además, están localizadas y se reconocen, por lo que «las expectativas son muy buenas».

Como ha apuntado el técnico «este Plan se trasladará a otras zonas de la isla -Tamadaba, Inagua, Pilancones y Parque Rural del Nublo- dentro de un control de especies exóticas, que dispone de un presupuesto de 1,2 millones de euros -300.000 anuales- desde 2019 a 2022.

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