Nieves Ramos, coordinadora de Verode, recibió en el convento de las dominicas al presidente insular.David Delfour
Gran Canaria
El convento de las dominicas de Teror se abre al mundo
Proyecto social ·
Espacio Verode lleva un par de años caminando gracias al empuje de una asociación sin ánimo de lucro que busca la inserción laboral y social de personas vulnerables | Se desarrolla en el convento de las dominicas de Teror
Verode es un proyecto de inclusión social cuya principal meta es generar empleo. Lo hace con el empuje de un buen número de voluntarios y el apoyo económico del Cabildo –50.000 euros por el momento–.
Precisamente, los integrantes de la Asociación de Inserción Sociolaboral Incluye detallaron este lunes al presidente insular cómo se está desarrollando Verode en el convento de las dominicas de Teror, donde ya solo viven cinco monjas.
Antonio Morales estuvo acompañado de los consejeros de Presidencia, Teodoro Sosa; de Sector Primario, Miguel Hidalgo; y de Solidaridad, Carmelo Ramírez. De la mano de Nieves Ramos, coordinadora del proyecto de desarrollo comunitario, conocieron las posibilidades de la iniciativa.
A priori, se trata de formar a personas vulnerables al tiempo que se trabaja en la extensa finca y se genera empleo.
A medio plazo, Incluye pretende la gestión total del lugar, promocionando el alojamiento, «que es lo que realmente puede permitir la sostenibilidad» dentro de una iniciativa novedosa.
Y en este camino, el presidente insular mostró su disposición a apoyar «un proyecto extraordinario de desarrollo comunitario, de inserción social y laboral, cuyos objetivos fundamentales han hecho que le prestemos atención y una decidida colaboración».
La mayoría de las personas que se están beneficiando son «inmigrantes que vienen a buscarse la vida a este país», derivadas a través de servicios sociales y entidades que trabajan con personas vulnerables, cuenta Ramos.
«Nosotros lo que hacemos es contratarlos», remarca. «Somos un recurso de empleo. No hablamos de becas ni de dar una ayudita, sino que estamos trabajando en el sector de actividad en el que operamos. En este caso, mantenimiento de edificios y jardinería y agricultura». Y todo, señala, dentro de la legalidad.
Interior del convento de las dominicas de Teror.
David Delfour
En estos momentos están trabajando 16 personas, la mitad de ellas derivadas de servicios sociales. Y lo que se prevé, señala la coordinadora del Espacio Sostenible Verode, en base a un estudio de viabilidad, es la contratación de 25 personas sólo para el mantenimiento de la finca de más de 12.000 metros cuadrados de las dominicas.
«No quiere decir que no estemos también con la empresa de inserción haciendo otras actividades fuera». Y es que, «competimos en el mercado, no solo trabajamos en las dominicas, sino para todo aquel o aquella que nos contrate».
La idea es que el espacio sea totalmente sostenible, y para ello «necesitamos hacer cursos y formación, hacer retiros de silencio, talleres de yoga, permitir que la gente contrate el espacio para realizar sus actividades», incluido grabaciones.
Nieves Ramos, Carmelo Ramírez y Antonio Molares, durante la visita al convento.
David Delfour
Pero también como alojamiento. «Tenemos 60 habitaciones, una finca, espacios de reunión...» y ahora se abre al mundo, de tal manera que particulares, colectivos o asociaciones puedan utilizar la finca de las dominicas.
Todo «en un sitio tan espectacular como este», y que sea actividad genere empleo dentro de una economía social y solidaria. «Lo que no visualizo aquí es un concierto de rock y gente saltando».
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