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Participantes de la mesa redonda celebrada este miércoles en el marco de la OCDE. JUAN CARLoS ALONSO

Combatir la desinformación en la era de las 'fake-news'

CANARIAS7 participa en la mesa redonda 'Información falsa y desinformación', uno de los actos organizados por la Conferencia Ministerial de Política de Economía Digital de la OCDE que acoge Gran Canaria

canarias7

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 14 de diciembre 2022, 19:02

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¿Cómo se combate la desinformación en la era de las llamadas 'fake-news'? ¿Qué podemos hacer para mitigar sus efectos y garantizar el acceso a información rigurosa y de calidad? Estas son algunas de las incógnitas abordadas en la charla 'Información falsa y desinformación' ofrecida este miércoles en el Palacio de Congresos de Expomeloneras, en el sur de Gran Canaria.

El evento, una mesa redonda con cinco ponentes, formó parte de los actos desarrollados en el marco de la Conferencia Ministerial de Política de Economía Digital de la OCDE, un evento internacional que Gran Canaria ha acogido esta edición y que permite situar al archipiélago en la vanguardia del mundo digital.

Rosario González, redactora jefe de CANARIAS7, participó como ponente junto a Juan Luis Fernández, responsable global de consultoría y servicios profesionales de Constella Intelligence; Soraya Déniz, redactora jefa de La Provincia; y Yasmina Laurodogoitia, responsable de Políticas Públicas y Relaciones Gubernamentales de TikTok para España y Portugal.

El acto dio comienzo con la intervención del moderador, Alejandro González, del departamento de Seguridad Nacional adscrito a Presidencia del Gobierno central. González puso el acento en el riesgo que suponen para la sociedad las campañas de desinformación, «un fenómeno que no es nuevo pero que ha ido evolucionando con nuevas herramientas que permiten llegar a más gente o incrementar sus efectos nocivos». «Las nuevas tecnologías de la comunicación, la web 2.0, las redes sociales o la mensajería instantánea han generado cambios en las dinámicas en las que se consume y produce la información», señaló González.

Un riesgo para la seguridad nacional

El experto advirtió de «las campañas de desinformación desplegadas en los últimos años para intentar interferir en procesos electorales, menoscabar las estrategias de contención de la pandemia de la COVID-19, o justificar una invasión militar en Ucrania». «La Unión Europea ha puesto de manifiesto la necesidad de construir defensas frente a esta manipulación informativa y, en España, la Estrategia de Seguridad Nacional de 2021 ya incluyó las campañas de desinformación como un riesgo para la seguridad nacional. Para defendernos, es necesaro conocer la amenaza, identificar los mecanismos más eficaces para frenar sus efectos, garantizando la libertad de expresión y de información», afirmó ante los asistentes.

Tras su intervención tomó la palabra Juan Luis Fernández, de Constella Intelligence, experto en el análisis de cómo los actores hostiles aprovechan el ciberespacio para desplegar acciones maliciosas, desde ciberataques y espionaje informático hasta la desinformación. Fernández abordó las tácticas utilizadas para desplegar las campañas de desinformación, explotando las diferentes vulnerabilidades. Según destacó, una de las estrategias de la desinformación es degradar el espacio informativo, inundándolo con desinformación y menoscabando la confianza en los medios de comunicación tradicionales.

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Rosario González, redactora jefe de CANARIAS7, abordó cómo han evolucionado las dinámicas en la distribución de la información, así como los cambios en los hábitos de consumo y la confianza de los ciudadanos en los medios de comunicación tradicionales. En su intervención, destacó cómo el acceso a una información veraz, rigurosa y de calidad sigue siendo clave para garantizar la participación democrática del ciudadano. «La desinformación supone una amenaza para la calidad democrática de nuestras sociedades y combatirla es responsabilidad de todos los actores implicados. Los medios de comunicación tenemos un papel crucial en este desafío, manteniendo la confianza del ciudadano para poder ejercer nuestra principal misión, que es ser un servicio público».

Propuestas regulatorias

Una amenaza que, destacó el moderador, quedó patente en el informe de las elecciones locales y federales de Estados Unidos en 2020. Según recordó, la desinformación sobre un presunto fraude electoral motivó que se pusieran sobre la mesa propuestas de regulación. Un asunto delicado en el que no solo está en juego garantizar el respeto a los derechos y libertades constitucionales, sino evitar efectos colaterales que puedan ser incluso más perjudiciales que la propia desinformación.

El papel de los medios y las redes sociales

Tras la intervención de Ricard llegó el turno de Yasmina Laurodogoitia, responsable de Políticas Públicas y Relaciones Gubernamentales de TikTok para España y Portugal. Su discurso se centró sobre las estrategias llevadas a cabo por las propias plataformas para evitar que sus servicios sean utilizados de forma maliciosa para distribuir desinformación y garantizar un espacio informativo de mayor calidad, toda vez que las redes sociales juegan un papel cada vez más relevante en el acceso a la información.

Soraya Déniz, responsable de Canales de los periódicos de Prensa Ibérica en Canarias y redactora jefe de La Provincia, habló por su parte de cómo limitar los efectos de la desinformación supone un reto que precisa del esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados, con un papel esencial de los periodistas y los medios de comunicación para promover la concienciación y la alfabetización mediática. Abordó cómo las nuevas tecnologías han reducido el papel de intermediación de los medios de comunicación, y que garantiza unos estándares de veracidad y calidad, complicando la tarea de verificación de la información.

Las conclusiones finales se enfocaron en señalar las necesidades de la sociedad para desenvolverse en el espacio informativo actual, manteniendo la capacidad de obtener información de calidad y fiable, que permita participar de forma informada en los procesos democráticos. Uno de los mayores retos detectados fue la necesidad de avanzar en la «alfabetización digital» de los ciudadanos, mermada por la rapidez con la que avanza la tecnología. Un camino a recorrer que necesita de la responsabilidad y colaboración de todos los implicados.

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