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Directo Las medidas para enfrentar el envejecimiento de la población, a debate en el Parlamento
Las lluvias no han sido un fenómeno esporádico en enclaves como la capital grancanaria este verano. Todo lo contrario en el sur de la isla, donde el calor y la sequía se han prolongado de manera considerable, provocando un importante contraste. Juan Carlos Alonso / Arcadio Suárez

El clima se radicaliza entre el norte y sur de Gran Canaria

En un verano más que atípico, enclaves como la capital grancanaria han experimentado con el alisio un régimen de lluvias notablemente superior para lo previsto en esta época estival, mientras que en municipios como Mogán han tenido que aplicar importantes restricciones en el suministro del agua por la prolongada sequía

Daniel Herrera

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 9 de septiembre 2024, 13:55

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La camaleónica situación meteorológica vivida en el presente periodo veraniego ha esbozado un contraste cada vez más contundente entre la franja norte de Gran Canaria y el sur de la propia isla, presentando un atípico aumento de lluvias en enclaves como el municipio capitalino mientras la prolongada sequía ha erosionado aún más si cabe el panorama en enclaves como Mogán, que ha tenido que aplicar restricciones en el suministro de agua en diversos servicios públicos.

Cabe recordar que el delegado territorial de la Aemet, David Suárez, señaló recientemente en Canarias7 que «Aunque la presencia del anticiclón en las Azores y la dinámica del alisio genera en estas fechas el habitual fenómeno denominado como 'panza de burro', lo cierto es que el flujo ha podido ser más intenso en estas fechas, registrándose así un periodo más fresco y húmedo de lo habitual».

No obstante, el pasado mes de julio reconoció el propio Suárez la preocupante situación de la parte sur tanto de Gran Canaria como del archipiélago en general, donde el balance de lluvias «se ha reducido por menos a la mitad», acentuando así las diferencias climatológicas con el norte, especialmente en las islas de mayor relieve.

Si en Mogán desde este verano se aplicó un plan de ahorro que establecía recortes tanto en parques y jardines como en duchas y lavapiés de playas, en otros rincones del archipiélago como en Fasnia (Tenerife), que también restringió el uso del agua desde marzo, y Alajeró (La Gomera) desde el pasado febrero.

Arriba a la izquierda, imagen del embalse de Ayagaures. Las presas de Gran Canaria, la mayoría de ellas encuadradas en la cuenca sur de la isla, se encuentran por debajo del 5% de capacidad. La sequía ha provocado que municipios como Mogán haya tenido que aplicar restricciones en los servicios públicos de agua y riego (abajo a la izquierda), contrastando con la humedad que se ha acumulado entre julio y agosto en enclaves como Arucas (abajo a la derecha). Juan Carlos Alonso / Arcadio Suárez
Imagen principal - Arriba a la izquierda, imagen del embalse de Ayagaures. Las presas de Gran Canaria, la mayoría de ellas encuadradas en la cuenca sur de la isla, se encuentran por debajo del 5% de capacidad. La sequía ha provocado que municipios como Mogán haya tenido que aplicar restricciones en los servicios públicos de agua y riego (abajo a la izquierda), contrastando con la humedad que se ha acumulado entre julio y agosto en enclaves como Arucas (abajo a la derecha).
Imagen secundaria 1 - Arriba a la izquierda, imagen del embalse de Ayagaures. Las presas de Gran Canaria, la mayoría de ellas encuadradas en la cuenca sur de la isla, se encuentran por debajo del 5% de capacidad. La sequía ha provocado que municipios como Mogán haya tenido que aplicar restricciones en los servicios públicos de agua y riego (abajo a la izquierda), contrastando con la humedad que se ha acumulado entre julio y agosto en enclaves como Arucas (abajo a la derecha).
Imagen secundaria 2 - Arriba a la izquierda, imagen del embalse de Ayagaures. Las presas de Gran Canaria, la mayoría de ellas encuadradas en la cuenca sur de la isla, se encuentran por debajo del 5% de capacidad. La sequía ha provocado que municipios como Mogán haya tenido que aplicar restricciones en los servicios públicos de agua y riego (abajo a la izquierda), contrastando con la humedad que se ha acumulado entre julio y agosto en enclaves como Arucas (abajo a la derecha).

Según Foresta, el contraste en Gran Canaria se evidencia en cuestiones como los trabajos de reforestación, que tienen un éxito de hasta el 90% en el norte mientras que en el sur se reducen a un 50%

Los embalses, por debajo del 5%

El hecho de que la mayoría de los presas de la isla se encuentran situados en la franja sur de la isla ha agudizado aún más este contraste, ya que el nivel de dichos embalses se encuentra en la actualidad en un escaso 5% de su capacidad, según datos del Consejo Insular de Aguas.

El goteo de dichas infraestructuras ha sido inexorable en los últimos años. En 2019, sin contar con Soria -la mayor de ellas-, el volumen por estas fechas era de un 13%, elevándose a un 17% en 2020 e incluso a un 24% en 2021. No obstante, la sequía acabó agravándose a partir del siguiente año, estancándose en un 10% tanto en 2022 como en el pasado año.

La reforestación en Gran Canaria alcanza un éxito de hasta un 90% en el norte de la isla. En el sur, en cambio, se reduce a un 50%, como consencuencia, según Foresta, del cambio climático que experimenta la isla. Foresta

Contrastes en los proyectos de reforestación

En este sentido, el gerente de Foresta, Sergio Armas, destacó recientemente en Canarias7 que, en el caso de Gran Canaria, las condiciones orográficas y climáticas esbozan importantes diferencias incluso a la hora de llevar a cabo los distintos proyectos de reforestación contemplados en la isla, situación que se agrava con esta radicalización: «hay que tener en cuenta los resultados que se desprenden en distintas zonas de las misma. Por ejemplo, de lo que lo que se planta en la franja norte, alcanzamos un éxito de entre un 80% y un 90%, mientras que en el sur, el promedio de que esas plantaciones fructifiquen se reduce a un 40%/50%».

En paralelo, la directora general de Foresta, Alicia Rodríguez, insistió en que las condiciones climatológicas actuales no lo ponen fácil, al encontrarnos, según ella, en la nueva era de 'adaptación climática'. Esto conlleva realizar repoblaciones en menos meses al año y dedicarle una gran parte de la inversión al mantenimiento durante los dos o tres primeros años.

La Aemet pronostica para otoño una más que posible ola de calor. Cober

Ola de calor otoñal

A pesar de que los modelos prevén un septiembre menos cálido que lo habitual, con anomalías frías para las dos próximas semanas, no obstante, y según la Aemet, hay una alta probabilidad de que el trimestre sea cálido y se calcula que las precipitaciones sean menos de las habituales para este periodo, dando ocasión a un otoño seco.

A través de las conclusiones de la propia agencia estatal, este verano ha sido «cálido» y «muy húmedo», arrojando una temperatura media de 22,3ºC, lo que supone una anomalía térmica de 0,4ºC respecto a la media, convirtiéndose así en el decimosegundo más cálido desde 1961. No obstante, las lloviznas registradas durante este periodo estival no alivian la situación hídrica tanto de la isla como del resto del archipiélago, convirtiéndose en términos generales en el sexto verano más seco de los últimos 60 años.

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