El Cabildo actúa en partes inestables de la Mesa de Acusa

El Cabildo ha acometido varias actuaciones en el Bien de Interés Cultural (BIC) de la Zona Arqueológica de la Mesa de Acusa (Artenara) destinadas a sanear con derrumbes controlados partes inestables del solapón rocoso y a instalar un sensor de humedad y temperatura en el Granero del Álamo, con lo que ya son 16 las estaciones de medición en una decena de enclaves del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas.

Los desprendimientos controlados se hicieron en zonas con signos evidentes de inestabilidad en la superficie de la visera que alberga al poblado troglodita de Acusa Seca para garantizar la seguridad de las personas que pasan por el sendero y la conservación del BIC.

El sensor permitirá monitorizar las condiciones ambientales del granero prehispánico, paso previo a la evaluación, definición y puesta en marcha de posibles actuaciones de conservación.

En la actualidad están monitorizadas las cuevas número 6 y 7 del yacimiento de Risco Caído, así como la zona exterior, las cuevas de La Paja, Candiles, Cumbre de Moriscos, cuatro puntos de cuevas del Caballero, Cumbre de Moriscos, la cueva de la Candelaria, corrales de Acusa, Cuevas del Rey, Berbique y el citado Granero del Álamo.

Además, está previsto que en 2024 se formalice un convenio de investigación con el Departamento de Física de la Universidad de La Laguna para la recogida e interpretación de datos de dicha red, colaboración que se sumará a la establecida con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para el proyecto de investigación 'Origen y evolución del poblamiento humano dentro del ámbito del paisaje cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas', dotado con 180.000 euros para el trienio 2022-2024.

La Mesa de Acusa, que en sí mismo constituye un impresionante monumento geológico, acoge uno de los más significativos enclaves trogloditas de la antigua población canaria en la isla.

Los poblados se excavaban en lugares estratégicos, pero preferentemente en la base de los escarpes. Los graneros colectivos ocupan las partes más inaccesibles del acantilado, y algunos eran ciertamente inexpugnables, como el del Álamo, el más fortificado de los que se han conservado en Gran Canaria. También las cuevas de habitación en ocasiones están provistas de un silo en su interior.

Destaca en este amplio complejo la Cueva de las Estrellas, oquedad artificial que despliega una decoración a base de un punteado blanco sobre fondo oscuro que asemeja la visión de un cielo estrellado.

Hasta el siglo XVIII Acusa tuvo más habitantes que el propio pueblo de Artenara, cabeza del municipio siendo un ejemplo paradigmático de la continuidad del hábitat troglodita prehispánico desde la conquista hasta el presente.

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