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El Consorcio de Emergencias de Gran Canaria ha detectado un aumento en el número de accidentes en media montaña en la isla después de la pandemia. De las 26 intervenciones registradas en 2019 se ha pasado en 2024 a unas 47, un incremento en la incidencia de un 80% que ha llevado a este organismo a tomar la decisión de organizar las que serán las I Jornadas de Tecnificación en Media Montaña.
El presidente del Consorcio, el consejero del Cabildo Pedro Justo, presentó ayer la iniciativa formativa, tanto teórico como práctica, que tendrá lugar este próximo fin de semana, los días 26 y 27, y que contará con 80 plazas, todas ellas cubiertas.
El interés despertado por la convocatoria ha propiciado que se hayan inscrito bomberos de la capital y de San Bartolomé de Tirajana, que no forman parte del Consorcio, pero también otros procedentes de Tenerife, Lanzarote y La Palma, de Península (Málaga, Granada, Valencia, Madrid, Guadalajara, Vizcaya, Mallorca) y hasta de Paraná, en Brasil.
Según informó el bombero César Martínez, la parte teórica del programa, el sábado, incluirá charlas dedicadas a la asistencia psicológica a las víctimas, el control de hemorragias, la seguridad en actividades de montaña o la conservación de los bienes patrimoniales. Estas sesiones estarán abiertas a otros profesionales de las emergencias, como policías o voluntarios de protección civil, pero las prácticas, que se desarrollarán el domingo en cantiles y taludes de Tejeda, contarán con 30 plazas destinadas solo a bomberos.
Emilio Duch, gerente del Consorcio, recordó que los bomberos de la isla están capacitados para este tipo de rescates, pero que con estas jornadas se busca «avanzar hacia la excelencia». En ese sentido, vio posible la creación de un grupo especializado en este tipo de intervenciones. Duch apuntó también que otro objetivo de esta formación es integrar a otros servicios que también participan en esos rescates e incidir en la concienciación ciudadana.
Entre las prácticas, apuntó uno de sus responsables, el cabo Ismael Pitti, habrá una inédita en España: la excarcelación en un vehículo que cayó por una pared y que quedó suspendido en vertical. Otra, novedosa, será la progresión descendente con un sistema de recuperación de cuerdas, una técnica que permite afrontar rescates en grandes paredes. Y otro será una evacuación en camilla en un talud, tras la conocida como Cesta de Tejeda.
Justo informó de que de las incidencias que se registran en Gran Canaria, el 90% son producto de imprudencias y de falta de preparación, por lo que podrían evitarse. Y también advirtió otra curiosidad: la inmensa mayoría, el 80%, las protagonizan residentes, y no turistas, como está extendido en el imaginario colectivo. El accidente más frecuente, según apuntó Pitti, tiene que ver «con gente que sale a caminar por los barrancos de la isla».
El cabo explicó que «aunque haya poca incidencia» de este tipo de accidentes, de producirse, «el riesgo es muy alto», de ahí que defienda la necesidad de que los bomberos del Consorcio estén formados y capacitados para afrontarlas con garantías.
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