Arucas pone al día la ocupación de las terrazas en el casco

Tal medida sirvió para aliviar la difícil situación económica que pasaba el sector de la hostelería.

Las llamadas terrazas en precario llegaron a ocupar zonas de aparcamiento de las vías públicas, algunos negocios que no tenían hasta terrazas salieron a la calle para poder atender a su clientela y otros ocuparon más metros de los inicialmente concedidos.

Todo ello, apunta Octavio Rodríguez, «se permitió previo estudio de los técnicos».

Muchas de esas mesas, sillas, sombrillas y carpas ya fueron retiradas por los empresarios aruquenses, otras siguen en situación de provisionalidad, reconoce el concejal.

Y ahora ha llegado el momento de volver a lo que dice estrictamente la Ordenanza, de hacer un censo y de regularizar todas las situaciones posibles.

«Estamos en trámites con las personas que quieren legalizar terrazas, algunas podrán ser legalizadas y otras no. Haremos una criba entre las distintas situaciones, según quién se quiere quedar y quién no». Por el momento no se ha notificado ninguna orden de retirada.

En todo caso, recalca el concejal del área, «en Arucas sin autorización no hay ninguna terraza».

Y ello se justifica en el hecho de que «los negocios que no tenían terraza» antes de la Covid «y que solicitaron la ocupación de vía pública se les concedió mediante expediente legal», señala Rodríguez.

La realidad es que la pandemia ha cambiado el modelo de negocio en el sector de la restauración.

Así que muchos empresarios, ante la demanda del público, han expandido su oferta a través de las terrazas.

Por ello el Ayuntamiento está trabajando de forma consensuada con los empresarios del casco. Donde más terrazas se sitúan es en la calle León y Castillo.

«Estamos trabajando para reordenar la zona, que cada uno tenga un espacio ordenado y que todos participen de la decisión» que se adopte en esa vía, «la más peculiar» por ser peatonal, señala el concejal.

«No queremos ser salomónicos» y por ahora «no estamos teniendo ningún problema».

Pero a algún establecimiento ya se le ha advertido que el mobiliario no puede permanecer 24 horas en espacios públicos. En este caso, «el Ayuntamiento tiene la potestad de llevarse el mobiliario» al depósito municipal, «y no lo hemos hecho nunca, pero ya lo hemos advertido».